domingo, enero 29, 2006

Los guionistas de Terror en la Niebla.

AVISO: Si no has visto la película: Terror en la Niebla, no sigas, porque a partir de ahora se va a destripar la película. Aunque, mejor no pierdas cinco euros y un tiempo precioso en una película así, así que... allá tú.
Este diálogo es ficticio, todo parecido con la realidad es pura coincidencia.

Hollywood, en alguna época en concreto, algún mes específico y una hora aproximada a la real... Despacho de John Carpenter, donde se reune con Cooper Layne, ambos guionistas:

JC: Tio, tio, he tenido una idea fantástica, toda una premonición que se me ha pasado por la cabeza y promete ser la puta ostia.
CL: Joder, Carpenter, no paras tio, ¿no tuvistes suficiente con esa peli de vampiros que hiciste aquella vez?
JC: ¿De qué coño hablas?
CL: Sí, tio, aquella que se llamaba Vampiros de John Carpenter. Menuda inmodestia la tuya, porque yo flipé al ver tu nombre en ese cartel junto al título de la película.
JC: ¿Pero qué pasa? Tim Burton, Steven Spielberg, Wes Craven... ellos ponen sus nombres en el título de las pelis, ¿por qué yo no?
CL: Bah, a la mierda, lo que tú digas. ¿Para qué me has traído hasta aquí?
JC: La puta ostia, ¿has oído hablar alguna vez de esa peli que hice en los 80, llamada "The Fog"?
CL: ¿Qué?
JC: Exactamente, nadie se acuerda de esa peli, pues pienso hacer un remake.
CL: Bueno, eso siempre es tirar por el camino fácil, ya sabes que a mí me viene de puta madre.
JC: Eso mismo, tio. Y encima podemos hacer lo que queramos porque, ¿quién coño se va a acordar de The Fog? Está tirado.
CL: Ya ves.
JC: Pues mira, había escrito un guión nuevo con Debra Hill y quería que lo comentáramos.
CL: Cuéntame.
JC: Fácil, mira, va de una pandilla de tios que son perseguidos por una misteriosa niebla que es el medio de transporte de unos fantasmas que van en busca de venganza por algo que pasó hace un siglo o así (siempre queda exótico) y matan a un puñao de gente en una isla.
CL: La ostia, es lo de siempre, pero al público siempre le gusta. Sigue.


JC: He pensado que al principio solo se muestre la niebla, sin más, que no se sepa nada hasta el final, eso siempre queda bien.
CL: Cierto, da cierto toque de suspense molón. Por cierto, ¿por qué niebla?
JC: Yo que sé, queda bonito, ¿no?
CL: Ah... ¿Pero no damos explicación ni nada por el estilo?
JC: Son fantasmas, tio, ¿por qué deberíamos buscarle la lógica?
CL: Entonces tampoco piensas explicar por qué vuelven de la tumba (hipoteticamente) para buscar venganza?
JC: Joder, parece mentira, con la de años que llevas en el negocio... ¿Qué más da? El público solo pide sexo, tias y tios macizos (para que todos estén contentos) en peligro y escenas molonas.
CL: Ah, lo de siempre.
JC: Exacto.
CL: Bueno, es una peli de terror, así que deberían ser personajes adolescentes o, en todo caso, jóvenes. Hoy en día los viejos no van mucho al cine.
JC: Yo había pensado en esos chavales que están tan de moda hoy en día...
CL: ¿Orlando Bloom por ejemplo?
JC: ¿¿Qué dices?? Anda ya, algo mucho más barato y comercial. ¡¡Tom Welling!! Ese siempre mola a las nenas, está en esas revistas de chicas y es una apuesta segura. La tia podría ser otra de una serie de televisión de esas que tienen tanto éxito, estoy entre Mujeres Desesperadas o Perdidos, no lo tengo decidido.


CL: Vale, pero nada de ponerlos en el cartel.
JC: Tranqui, para el cartel había pensado en una cara tipo Scream formada por niebla y listos. Más ambigua no puede ser.
CL: Mola, mola. ¿Has pensado ya en alguna escena guapa?
JC: Sí, se me ha ocurrido que al final aparezcan los fantasmas, transparentes y cadavéricos, que tengan poderes sobrenaturales y...
CL: ¿Por qué?
JC: Y dale con el por qué, qué tio más pesao... Porque sí, son espíritus, no busques la lógica, nadie se fija en eso.
CL: Ah...
JC: Pues eso, me encantaría ver a uno carbonizado, otro flotando por los aires y atravesando una ventana, otro que se le clave un cuchillo flotando hasta los ojos, otro que...
CL: Esto... Luego nos encargamos de ajustar todo eso al guión, ¿no?
JC: Son espíritus, será fácil, solo tenemos que hacer a un grupo de víctimas y ya está. Además, hablamos de una isla y eso siempre simplifica las cosas.
CL: Se me ha ocurrido que los protas sean un tio y una tia, que sean pareja y...
JC: Joder Einstein, pos claro.
CL: Dejame acabar.
JC: Perdón.
CL: Luego podríamos poner a una madre soltera con su hijo.
JC: Me gusta la idea, eso siempre queda bien en una peli de terror, porque uno se siente apenado por el crío. Una cosa, la madre debería ser joven.


CL: Sí, por supuesto. Luego los típicos paletos de turno, los amigos del protagonista, los primeros en morir, que nadie les eche de menos, solo para crear efecto.
JC: Me parece muy bien.
CL: Tambien deberían haber adultos... Podríamos poner a una abuela como víctima, eso también suele gustar.
JC: Me encanta, me encanta.
CL: ¡¡Y un cura!!
JC: ¿Un cura?
CL: Sí tio, el típico cura que lo sabe todo pero no dice nada hasta el final.
JC: Ah claro, un clásico, da un toque misterioso.


CL: ¿Y qué has pensado para el final?
JC: Todavía no lo tengo decidido, es que los fantasmas vienen buscando venganza y todavía no sé cómo quitarme el marrón de encima...
CL: Pues... Has dicho que todo viene a raiz de algo que sucede en el pasado, ¿no?
JC: Sí.
CL: Ya está, los fantasmas buscan a los descendientes de la masacre del pasado y listos.
JC: No está nada mal, si es una venganza, así la acaban.
CL: Claro.
JC: Pues nada, al final los reunimos a todos en un sitio y se realiza el acto final con la última víctima.
CL: Entonces... ¿van a morir todos?
JC: Nah... Matan a uno y listos, los protas deben salvarse, que si no la gente se deprime y no mola.
CL: También es verdad... Pero bueno, queda un poco soso, la verdad.
JC: Tienes razón...
CL: Y sí... y sí hacemos que la prota se vaya con los fantasmas, que se convierta en uno de ellos porque... porque... Porque es la viva reencarnación, o algo así, de una de las víctimas del pasado.
JC: Mmmh... Puede quedar bien, seguro que nadie se lo ve venir.


CL: Ya te digo, y encima hacemos que los fantasmas sean buenos, a pesar de todo.
JC: Claro, habrá cierta empatía, porque al final descubriremos que fueron víctimas en el pasado y vienen hacer justicia, en verdad son almas en pena a las que se lo arrebataron todo.
CL: ¡¡MOLA!!
JC: Jejeje.
CL: Te lo has currado, tio.
JC: Y para finalizar, unas palabras de la superviviente, que comunicará a todo el mundo lo que pasó y que... y que...
CL: ¡¡Podrían volver!!
JC: ¡¡Sí!! Me has leído el pensamiento, eso es genial, así el público sale inseguro de la sala.
CL: Joder, nosotros sí que sabemos lo que el público quiere.
JC: Va a ser un éxito, ya verás.

John Carpenter conduce a Cooper Layne hacia la salida después de una intensa y exhausta sesión sobre el guión de la película. Luego el director, Rupert Wainwright, trató de llevar el tema como pudo y no quiere saber nada sobre personajes que caen en un sitio para despertar en otro sin sentido alguno.

miércoles, enero 25, 2006

Full Metal Alchemist, a la conquista de Shambala.

Año: 2005.
País: Japón.
Director: Seiji Mizushima.
Duración: 105 minutos.

Al fin tuve la ocasión de ver el final de la primera temporada de la serie Full Metal Alchemist. Y es que no podía ser más abierto, maldita sea, realmente decepcionaba a todo aquel que deseara ver todas las líneas argumentales atadas, porque multitud de preguntas quedaron sin respuesta, por no decir que se abrieron otros interrogantes. A mí mismo me dejó preocupado, me veía venir una nueva temporada de cerca de cincuenta episodios para finalizarla como es debido. Qué suerte, al final estaba equivocado, una sola película ha bastado para todo eso. Y vaya película, señores. Pero será mejor que vaya paso por paso.
Eso sí, antes de empezar, me gustaría dejar constancia de una
crítica de la propia serie y mi recomendación hacia ésta. También añadir que sería un error ver esta película sin tener noción de la misma, porque se pueden perder muchísimos detalles y guiños de gran importancia.

Mmmh... Claro que también debo añadir que, si no has visto la serie, no sigas leyendo.

Dos años han pasado desde que Edward Elric acabara perdido en nuestro propio mundo, en Alemania, antes de la 2ª Guerra Mundial. No solo eso, sino que es el mismo lapso de tiempo que lleva Alphonse buscando a su hermano perdido, por mucho que todos dijeran que éste acabó muerto al tratar de devolverle su propio cuerpo. Ambos han continuado su vida a su manera, buscando la forma de encontrarse para volver a estar juntos. A primera vista, lo más importante parece ser eso, pero luego veremos notables momentos en el guión realmente curiosos. Y es que, nuestro mundo puede llegar a ser tan atractivo como el otro, así como poco diferente.

Lo verdaderamente genial de la película es presentarnos un momento histórico como el de los inicios de la 2ª Guerra Mundial, con el nacimiento de los nazis y el movimiento de Hitler para llegar al poder. Todos estos elementos son secundarios, pero sirven de excusa para que una sociedad de nazis desee llegar a la mítica Shambala, el mundo que hay al otro lado del nuestro, el mundo de nuestros protagonistas, el que pudimos ver en la serie. Así pues, en esta ocasión, nos veremos más identificados en la película porque más de la mitad transcurre en el mundo del que pertenecemos, aunque nos sea mostrado el pasado. De ese modo, el de nuestros protagonistas parece más real, al ser ambos un espejo paralelo de sí mismos.
Por supuesto, Edward Elric no puede permanecer al margen, porque busca desesperadamente la manera de llegar a su mundo natal y el nexo será una adivina gitana, con el poder de ver a través de las mentes, sobre todo cuando su víctima se encuentra dormida. Mientras, Alphonse verá los primeros intentos de traspasar la barrera entre los dos mundos e indagará sobre ello para poder alcanzar a su hermano.

Al suceder dos años después, la película presenta grandes sorpresas para el seguidor de la serie, que podrá reconocer a multitud de personajes secundarios dentro de nuestro propio mundo, donde Edward permanece atrapado. Aparte, es genial el detalle de que sean muy imprevisibles, pues el que era un homónculo malvado en Shambala (el nombre que nosotros le ponemos al otro lado de la puerta) es nuestro mundo una buena persona que, simplemente, desea hacer su sueño realidad. Cosas como esa son las que enriquecen la historia, ante el estupor de Edward, que también se siente confundido y perdido en más de una ocasión.
Otras diferencias serían las de ciencia/alquimia, ambas son armas muy peligrosas si se emplean de un modo, digamos, equivocado.

Por otra parte, los secundarios que pudimos ver en la serie y se encuentran en Shambala, también presentan cambios, pues dos años no es poca cosa y lo ocurrido con los homónculos tampoco es algo fácil de olvidar. Por no hablar del hecho de que crean a Edward muerto y la evolución que ha sufrido Alphonse, el cual, aparte de tener una fuerte amnesia, es uno de los alquimistas más poderosos que existen.
Y os preguntaréis, ¿se atan los argumentos que se dejaron inconclusos en la serie? En efecto, podéis respirar tranquilos, porque veremos qué fue de Gluttony, de la ciudad subterránea, del destino de Envy (que traspasó la puerta y supuestamente debería estar en nuestro mundo), del homónculo que quedó en Shambala (el "hijo" de la profesora de Ed), te dejan más claro qué es y para qué existe la Puerta, una idea aproximada de lo que pueden ser realmente los homónculos (no lo explican, pero llegas a una conclusión debido a ciertas escenas) y, sobre todo, la unión de los dos hermanos protagonistas, tan esperada por el fandom.

Todo en una enorme aventura de grandes proporciones, repleta de momentos intimistas donde los diálogos cobran fuerza y hacen más humanos a los personajes (notable el momento en que Edward dice que en Shambala sienten, lloran, mueren, piensan... igual que en nuestro mundo), escenas de acción tan trepidentes que ponen los pelos de punta, crítica mordaz de nuestra Historia (los nazis, el racismo hacia los gitanos), momentos que arrancan lágrimas de la emoción... Lo vives, puedo asegurarlo, pero para ello debes ver antes la serie.

¿Y la animación? Soberbia, la de la serie ya era buena, pero aquí la perfeccionan, puede que no llegue al nivel de superproducciones como Ghost in the Shell, Akira, Steamboy (es que también sería pedir demasiado)... Pero es perfecta para lo que se cuenta, lo suficientemente espectacular (que no es poco) y además se hace uso del ordenador para ciertos detalles. Si te gustaba el aspecto técnico de la serie, este es igual, solo que mejorado.

Pues eso, esta película es el puente entre la primera temporada y la próxima, el epílogo y el prólogo, el punto de unión de una historia que promete ser más grande. Es curioso, casi como la Puerta, que conecta los dos mundos. Solo me gustaría saber a qué esperan para sacar esta serie y esta película en España, porque la única manera de verlas es por medios poco ortodoxos. Sigh... Si es que no aprenden las distribuidoras. No decepciona.

lunes, enero 23, 2006

Amazing Spider-man de Straczynski y JR JR. (2)

Y, como iba diciendo, entonces llegó Shathra, otro villano totémico tras Morlun, y resulta ser aun peor que éste. Aquí Strac critica la televisión basura, el cotilleo y el sensacionalismo, porque la villana puede adoptar forma humana y lo sabe todo sobre Peter Parker y Spiderman, llegando a decir que tuvo cierta relación con él. Esto desequilibra al protagonista y no sirve para nada, aun teniendo toda su rabia a flor de piel es vencido con una facilidad vergonzosa. De no ser por la intervención de Ezequiel, probablemente no habría sobrevivido. Es una batalla todavía más grande que la de Morlun y tiene un desenlace misterioso que tendrá su explicación más adelante. Aparte, esta saga significa el segundo reencuentro entre Peter y MJ, el definitivo. Eso se vería en los siguientes números, un par de números intimistas donde se celebraría, de paso, un especial número 50 (por la renumeración que se dio lugar en los USA y tal) que no lo sería por el número de páginas, sino por los acontecimientos.

Con la vuelta de MJ llega el Enterrador, una especie de Hulk mafioso que poco tiene que ver con Mr. Fixit, ya que es una mezcla de delicuentes de los años 40 que fueron masacrados en una encerrona que no vieron venir. Lógicamente, todos juntos, dentro de un mismo cuerpo, gritan venganza y Peter debe pararlo. Para colmo, el trepamuros se ve contratado como guardaespaldas por el mafioso implicado, al culpable de la encerrona, lo que le lleva a cierto conflicto de intereses y de moral. Es una saga que, quizás, habría estado mejor contada, en menos números, por lo que es más floja que las anteriores, pero no por ello deja de ser entretenida y los personajes muy bien tratados y caracterizados, como venía siendo costumbre.
Por desgracia, después vendrían dos números bastante intranscendentes, donde se volvería a tratar el tema de la delicuencia juvenil pero sin la gracia de antes, no obstante, los números vendrían escritos por una ayudante de Strac, Fiona Avery, y la diferencia es palpable.

Por suerte, la cosa remonta bastante en la saga que conduce al número 500 de Amazing Spiderman (excusa que serviría para recuperar la numeración original en los USA, vaya unas artimañas comerciales más raras se montan en la editorial). Una saga magnífica donde podremos ver una batalla campal en medio de Nueva York, donde varios personajes del Universo Marvel tratan de aplacar cierta invasión donde el causante sería Dormammu, el villano principal del Dr. Extraño. Como si Strac no hubiese dado ya bastantes muestras de lo mucho que le gusta el personaje. Aún así, el guionista se las apaña para que no quede forzado y lo emplea como excusa para ofrecer un repaso bastante interesante del pasado del protagonista, solo que con la mentalidad que tiene actualmente, donde podremos ver lo mucho que ha cambiado y madurado desde esos momentos. Y no solo eso, sino que también tenemos el fugaz regreso de cierto secundario importante para él y una visión del futuro poco agraciada. ¿Será capaz Strac de retomarla?

En los números siguientes veríamos una historia concentrada en tia May donde se retoma el tema de lo que supone para ella saber el secreto de su sobrino y otra de un sastre que es de las mejores del guionista, por lo divertida y ocurrente que es. Pero para no perder fuelle, nos mete de lleno en una pequeñísima saga de tres números que tiene lugar por las conscuencias del número 500 (esa es una de las mejores cosas de Strac, que no olvida acontecimientos pasados y los utiliza para atar la etapa), y estas son el despertar de una diosa que toma el cuerpo de, nada más y nada menos, la hija del mismísimo Loki. Por lo que tenemos a Spiderman metido en medio, como un mosquito entre dos elefantes, sin saber muy bien que hacer pero, sin embargo, ayudando en el asunto. En el final podemos ver como el dios de las mentiras le ofrece un obsequio por su colaboración. Conociendo al guionista no sería descabellado pensar que lo retome próximamente.

Y llegamos al final, la macrosaga del tótem arácnido se cierra con la llegada del tercero, como ya anunció Ezequiel. A primera vista parecerá que el guionista se ha sacado de la manga la idea de quien resulta ser el tercero, pero si se relee la etapa (como yo hice en una semana, estando resfriado) podrá verse como, sutilmente, todo toma forma y conduce con lógica a dicha revelación. Un verdadero trabajo el de Strac, sin duda. La desgracia es que la saga final, lejos de estar mal (que no es así), carece de la épica de Morlun o Shathra, por no hablar de lo precipitado que resulta todo. Una verdadera pena, porque merecía mayor implicación y ambición por parte del guionista, de haber estado más trabajada habría resultado toda una obra maestra. De todas maneras, a mí me afectaron bastante las palabras del villano antes de realizar un acto honesto, muestran el conocimiento de Strac con el personaje principal.

Pues eso, una etapa nada despreciable, la mejor de Spiderman en muchos años (en mi opinión), que merece cierto reconocimiento aun existiendo esa bazofia que es Pecados del Pasado. Por mucho que nos duela dicha saga, Strac es un guionista que está haciendo grandes cosas con Spiderman y el futuro le dará la razón. Los nuevos conceptos que ha insertado en la mitología del trepamuros merecen ser aprovechados, y ya veremos si remonta de nuevo, que lo necesita.

Amazing Spider-man de Straczynski y JR JR. (1)

Los foros de Dreamers me han motivado a escribir este artículo. Y es que, aunque hagas una etapa más que resultona, que marque época, con elementos completamente nuevos para un personaje anclado siempre en lo mismo, personajes secundarios soberbiamente tratados, una gran cantidad de personajes nuevos, situaciones inteligentes... Aunque hagas todo eso, siempre serás vapuleado por una única saga donde maltrates la continuidad. Estoy hablando de Straczynski (a partir de ahora llamado Strac) en la colección principal del trepamuros, y la saga malograda es Pecados del Pasado. Aunque... ya le vale al guionista, porque no es una saga malograda, es una saga que parece hecha aposta para eliminar todas las buenas críticas sembradas hasta ese momento.
De todos modos, me parece injusto que, por ello, se tienda a olvidar completamente los números anteriores, que encima se están sacando en el lujoso formato Best of Marvel y parece ser que tienen un éxito considerable. Yo también me apunto a esa edición, más que nada porque el resto del material que acompaña a esta colección en el formato español me parece directamente patético. Aparte, el guionista parece haber perdido mucha fuerza en los últimos números, tras Pecados del Pasado.
Hablemos, sin embargo, de su temporada con uno de los mejores dibujantes del medio: John Romita Jr.

En la edición española comenzamos con un número sobre el 11-S, el cual sería mejor obviar por intranscendente para la colección y por excesivamente patriótico, en el sentido de que cuesta mucho de creer el que Doc Muerte llegue a llorar por esos acontecimientos. Aún así, la verdad es que está bastante logrado como oda a la catástrofe, muchos madrileños cuando el 11-M debieron verse bastante identificados, desde luego.
Por otro lado, la primera saga ya muestra el nuevo concepto "mágico" que Strac inserta en la mitología del trepamuros sin que resulte forzado, el tema totémico, que convierte esta etapa en toda una macrosaga, con intervalos de vez en cuando, enteramente dibujada por John Romita Jr.
La primera amenaza no puede ser más emocionante, el imparable Morlun.

Aquellos que se derretieron con aquel famoso número de Roger Stern, donde Spidey se enfrentaba a Juggernaut, podrán ver algo semejante o quizás muchísimo más impactante y bestial. Al menos, yo lo considero uno de los mejores momentos de la etapa, por la sensación de que esta vez daba la impresión de que, el pobre Peter, no iba a poder salir de esta, el villano parecía invencible, era como si tuviera el destino sellado y no pudiera hacer nada para evitarlo. Pero, ey, para el carro, eso no es lo único que ofrece la saga, sino que también vemos un cambio en el status quo del personaje bastante serio, muy interesante y lógico, donde por fin se desprende del Daily Bugle (ya era hora) y entra de profesor en su antigua escuela, que encuentra verdaderamente cambiada, el tiempo no ha sido benévolo con ella. Por no hablar del nuevo secundario que traerá mucha cola más adelante, el misterioso Ezequiel, una especie de tio Ben para Peter, que sabe más de lo que parece a primera vista.
Todo eso en una sola saga, casi nada.

Luego vendrían unos cuantos números intimistas y de cierta calma para el personaje, antes de meternos de lleno en una saga de tres números bastante impropia para el personaje (no confundir como algo negativo).
Lo gracioso es que los números intimistas están muy lejos de resultar anecdóticos y simples, el listón no baja en absoluto, porque entramos de lleno en uno de los temas que más parece preocupar al guionista, el de los niños sin techo y... La Conversación.
Ese puede que sea uno de los mejores números de toda la serie de Spiderman, el momento en que Peter Parker y su tia May hablan como dos adultos sobre algo que podría afectar muy seriamente a la segunda, el hecho de que descubriera su mayor secreto, que era el superhéroe arácnido odiado por muchos, incluso por ella misma en tiempos pasados. Es un gran número de diálogos y sentimientos enfrentados, donde vemos un tratamiento de personajes asombroso, incluso logra darle vida a un personaje odiado por los fans, la resucitada en lo peor de la década de los 90 (sin lógica ni sentido) tia May.

Después del mes mudo (uno de los mejores, por la narración de JR JR, sin duda) llega una saga que parece más adecuada para el Dr. Extraño que para Spiderman, aún así, logra meter al protagonista con bastante acierto y hasta se atreve a acabarla con repercusiones terribles para el personaje, ligándola con el tema totémico, el cual parecía olvidado. Es una saga divertida, donde veremos el debut del Detective Lamont, una especie de Comisario Gordon cómico, por los divertidísimos diálogos que sostiene con su anfitrión. Y no solo eso, sino que encima Strac juega con todos los elementos que tiene a mano y hasta sigue tratando el tema de los niños sin techo. Todo en uno.
Seguidamente, llega por fin el momento de que Peter pueda encontrarse con Mary Jane para intentar reconciliarse con ella o, al menos, dar un primer paso. También veremos una crítica voraz contra el cine de adaptación (genial lo del Increíble Hombre Langostino, para partirse con las declaraciones del productor, la leche) y un enfrentamiento entre un nuevo Doctor Octopus y el viejo, un duelo personal en el que entra el trepamuros.

Teniendo en cuenta la extensión del artículo continuaré con él mañana, empezando por el debut de Shathra. Permaneced atentos.

Recopilación ALTERNATIVA 2005.

Se me ha ocurrido esta idea porque algunos me han estado preguntando cómo acceder a la crítica de tal película y se han quejado por las dificultades al tener que rebuscar por los meses. Así pues, aquí tenéis, una recopilación de todas las películas criticadas en este blog a lo largo del año 2005.

-Sin City.
-El Efecto Mariposa.
-Drácula de Bram Stoker.
-Pesadilla antes de Navidad.
-Eduardo Manostijeras.
-Olvídate de mí.
-Elektra.
-Dentro del Laberinto.
-Freaks, la parada de los monstruos.
-La Novia Cadáver.
-Daredevil.
-Una noche en la Ópera.
-Terrorificamente muertos (Evil Dead 2).
-El Ejército de las Tinieblas (Evil Dead 3).
-Cadena Perpétua.
-La Vida de Brian.
-Harry Potter y el Cáliz de Fuego.
-King Kong.

Eso es todo, espero que os guste y a ver si retomo esta costumbre cada cierto tiempo.
Un saludo y permaneced atentos.

domingo, enero 22, 2006

Memorias de una Geisha, adaptación de un Best-Seller.

Año: 2006.
Duración: 145 minutos.
País: Estados Unidos.
Director: Bob Marshall.

En verdad iba a reseñar El Silencio de los Corderos, hasta tenía planeado hablar de Los dos lados de la cama. Pero al final, ayer mismo fui al cine, mis colegas tenían planeado ver Alone in the Dark y yo me decidí por la película que nos ocupa, más que nada porque tenía curiosidad, aparte de que la otra no me apetecía mucho. Antes de empezar, cabría añadir que no me he leído el libro en el que se basan y tampoco puedo decir nada sobre mala documentación ni nada por el estilo, porque es mi primer contacto con las llamadas Geishas y tampoco es que sepa mucho de las costumbres antiguas de oriente, por mucho anime y manga que vea y lea. Así pues, pienso concentrarme en la película en sí.
Por cierto, así de primeras, ¿no quita la respiración el cartel de la película? Es precioso.

Pues bien, esta película va sobre cómo una niña es arrancada de su ámbito familiar al ser vendida por sus padres a una casa de Geishas, donde será educada y entrenada para ser una de ellas. Sayuri (interpretada por una pletórica Zhang Ziyi), así se llama la protagonista, fue una niña muy rebelde que trató de escapar en más de una ocasión, ya que su hermana lo consiguió y no aceptaba el destino que le habían predispuesto. Sin embargo, la presencia de un hombre, al que conoce solo como El Presidente, que se portó bien con ella durante un momento de su infancia, la motivará para seguir su camino, tan solo para llegar a su lado y estar junto a él. Es entonces cuando seguirá un entrenamiento estricto donde se las tendrá que ver con los celos, la envidia, el sufrimiento, el desprecio de la gente de su alrededor. Al fin y al cabo, ser una Giesha conlleva todas esos problemas y mucho sufrimiento.

La verdad, yo pensaba que iba a ver un drama, de esos donde la protagonista sufre en todo momento para alcanzar su objetivo, no precisamente teniendo un final feliz. Pero me he encontrado con una historia de amor muy exótica, donde el mayor interés se encuentra en la cultura oriental, que nos la presentan de un modo bastante atractivo. Resulta bastante interesante ver unas costumbres tan diferentes a las nuestras, aunque no cambie mucho la posición social de la mujer, que, como en occidente por la misma época, es bastante complicada y básicamente consiste en lo que significan realmente las Geishas: Entretener al hombre. Un tema bastante triste la verdad.

Diablos, todo el mundo (al menos con aquellos con los que he hablado y yo mismo antes de ver la película) tiene una idea de las Geishas bastante equivocada. Porque siempre se han considerado como una especie de prostitutas de lujo, de las que pagas un precio para, simplemente, acostarse con ellas.
Pues no, en absoluto es eso, al menos según lo que podemos ver aquí, más bien podríamos decir que son una especie de artistas, unas bailarinas que tan solo con sus vestimentas ya podrían llamarse aunténticas obras de arte en sí mismas. Todo tiene suma importancia, desde los andares hasta la misma mirada, que debería parar a un hombre en seco. Tienen cierta aura de misterio que resulta interesante y la película va mostrando retazos de un momento a otro hasta que podemos hacernos con una pequeña idea. Además, ellas mismas pueden pertenecer a un solo hombre como si una especie de matrimonio se tratara, pero de un modo más... profesional. Curioso.

En cuanto a la historia de la protagonista, que es la que nos conduce por ese mundo desconocido de las Geishas, yo la esperaba más dura, esperaba involucrarme de lleno en sus sentimientos, en su sufrimiento y sus pesares. Es lo que normalmente se ve en los dramas, que deben seducir en ese sentido, deben hacerte llorar (no necesariamente, es una manera de decirlo) y causar cierta empatía. Pero, sin embargo, no es así, más bien es una historia de amor donde un personaje debe pasar por ciertas situaciones para poder alcanzar sus intereses. Lo que pasa es que el tema oriental es muy interesante a modo de documental y lo que más seduce son los ambientes, la vestimenta, el maquillaje, los comportamientos... En definitiva, lo mejor de la película es, sin duda alguna, la fotografía, los aspectos técnicos como el decorado o el maquillaje y la música (de John Williams, que está irreconocible), que logran convertirla en una superproducción hermosísima, pero bastante superficial en cuanto a la dirección.

Y es que parece que, al final, todo resulta mucho más fácil de lo que parece, Soraya tiene que pasar por ciertos sufrimientos y pruebas de fuerza, de carácter, de dolor, pasar por la envidia de sus competidoras y sus amenazas, que no son pocas. No es que sea un camino de flores, en absoluto, pero he notado que ha faltado cierta fuerza y épica, dos conceptos muy importantes para sobrellevar una historia como esta. De hecho, en algún momento de la película, es como si careciera de un rumbo fijo, dejando al espectador bastante incómodo, viendo una sucesión de escenas preciosas (diablos, dan ganas de irse de viaje a Japón, está todo tan bien presentado que da gusto) de la vida de la protagonista que casi tienen más interés por la temática oriental en sí, que por lo que te están contando realmente.

De todas formas, la película cobra mucha fuerza cuando se da de bruces con la Historia, cuando los japoneses se ven invadidos por los americanos, fruto de la 2ª Guerra Mundial, es cuando vuelves a estar realmente interesado por lo que pasa, ya que resulta inaudito lo mucho que cambian las cosas por aquellos lares: costumbres que se pierden, occidentalización de ciertos conceptos que antes no tenían nada que ver con lo que son ahora, entre otras muchas cosas. Y, lo más importante, la razón por las que las Geishas suelen ser confundidas por prostitutas, esa razón no es otra que el declive que sufren tras la guerra, pierden tal fuerza económica y social que resultan escasas y es entonces cuando algunas aprovechan la incultura de los americanos para disfrazarse y hacerse pasar por ellas.

En fin, es una película bastante buena, se deja ver, es interesante y perfecta en cuanto a belleza artística, impecable. Si hasta tiene un reparto muy, pero que muy bueno, la belleza de la actriz protagonista es cautivadora. Falla mucho en una dirección un tanto artificial que le resta puntos y evita convertirla en la obra maestra que debería ser, lo cual es una pena. Recomendable, sobre todo si quieres saber cosas sobre la cultura oriental.

viernes, enero 20, 2006

Superman, las Cuatro Estaciones.

Pues sí, ultimamente, como me aburro mucho en el tren cuando me dirijo hacia la universidad todas las mañanas, por lo que he decidido llevarme un libro para matar el tiempo del viaje, o un cómic que tenga y no me importe nada que sufra ciertos desperfectos (abertura de puntas, páginas que se doblan, suciedad de algún material, posibilidad de mancha con el aguarrás que lleve encima...). El elegido ha sido esta semana Superman Las Cuatro Estaciones, que lo tengo gracias al coleccionable que sacó El Mundo en su momento que fue bastante bueno, la verdad.
Con su lectura, lo cierto es que me llevé una grata sorpresa, y podría decir que es el mejor trabajo de Jeph Loeb y Tim Sale que he visto, lo dice alguien que tiene El Largo Halloween, Dark Victory, Spiderman Blue, Lobezno/Gambito: Víctimas, Investigadores de lo Desconocido, Daredevil Yellow... Solo me falta Hulk Gris para tener todas las obras de este tándem creativo, y sin embargo me la he leído prestada.

El caso es que he encontrado la miniserie bastante brillante, deliciosamente escrita y dibujada, es una especie de origen que comienza cuando Clark Kent empieza a plantearse el vivir fuera Smallville, cuando decide convertirse en Superman.
No he leído mucho del superhéroe, es uno de los personajes que menos me gustan, lo encuentro anticuado, poco interesante, demasiado bueno e inocente... En cierto modo, uno de esos personajes que no han aguantado bien el paso de los años (en mi opinión), gran muestra es el propio traje, que es lo que compone un gran icono difícil de superar, cierto, pero opino que, más bien, se debe al clasicismo, a que estamos tan acostumbrados a él que no podemos aceptar otro de ninguna manera, porque entonces ya no sería Superman. Así que yo soy incapaz de verle el mérito y cuando lo veo en imagen real me cuesta mucho asimilarlo, tomármelo en serio. En definitiva, Superman no goza de todas mis simpatías.

Aún así, hay ciertas obras que no merecen desperdicio alguno, esta es una de ellas.
Es un relato bastante intimista contado por cuatro narradores diferentes, que son personajes secundarios de la historia. Una historia separada en cuatro partes, las cuatro estaciones, la primavera está contada por Jonathan Kent, el verano por Lois Lane, el otoño por Lex Luthor y el invierno por Lana Lang (joder, cuantos nombres y apellidos que empiezan por L, luego dicen de Stan Lee). Los puntos de vista y la personalidad de cada uno de ellos está muy bien reflejadas, llegan a mencionar temas de su experiencia personal y su pasado. Muy logrado sobre todo en la parte de Luthor, que menciona las lecciones de su padre y lo que significa el superhéroe de las mallas azules y rojas para él. Diablos, llegas a entender al tipo, aunque luego se deja ver como alguien demasiado ambicioso, tiene tal envidia que le arrastra a matar e involucrar inocentes, aunque con cierta lógica, sin llegar a ser todo un psicópata.

Lo dicho, los personajes están muy conseguidos, así como la vida de Kent en Smallville, con un ambiente bastante logrado, donde las pequeñas cosas son las que importan y los jóvenes sueñan con salir del pueblo para conseguir metas ambiciosas, aunque luego sientan la cabeza cuando llegan a mayores. La mentalidad de la gente del pueblo nos da a entender la educación que recibe el protagonista, las lecciones de sus padres entre el respeto por los demás y la solidaridad. En verdad, todo acaba por resumirse en un "hazlo todo lo mejor que puedas" y Kent entiende que si es capaz de hacer más cosas que el resto de la humanidad, debe esforzarse por aprovechar sus habilidades por el bien de todos, por el bien mayor. En definitiva, Loeb transmite muy bien la personalidad del superhéroe y lo que realmente significa Superman, todo a través del mundo que tiene a su alrededor.

Luthor también está muy bien construído, es el antagonista absoluto, la persona que es incapaz de entender los intereses del superhéroe, que solo piensa en su posición social, en la opinión pública y en destacar, en ser un dios entre los insectos de la ciudad de Metrópolis. Es ambicioso, envidia a Superman y cree que no es más que un metomentodo, un desconocido que ha roto su felicidad dentro de la ciudad que su familia ha construído con sudor y lágrimas. Loeb lo retrata como algo más que un villano de opereta, es muchísimo más, es una persona que se siente invadida y superada, hay momentos en los que Superman se burla de él y llegas a compadecerle. El retrato del villano no podría estar más logrado, no señor, es algo semejante a lo que Claremont consiguió con Magneto en su momento (salvando las distancias, aclaro)) y es una pieza clave para la superación de Clark Kent como persona e ideal.
Aparte, siempre es curioso como la mente puede vencer a la fuerza, Luthor consigue derrotar a Superman en un momento de la historia a partir de un elaborado plan para hundir al personaje.

Eso sí, nada sería igual sin el dibujo de Tim Sale, es aquí donde consigue realizar uno de sus mejores trabajos, aunque sea más tosco que el que realizó en Daredevil Yellow o Dark Victory, por poner dos ejemplos. Su versión del superhombre puede resultar un poco chocante a primeras, no es la típica, tiene una barbilla muy ancha, más que un hombre de físico culturista parece un armario. Es su propia visión del personaje, que debería ser, según él, un hombre fuerte pero no por músculo, sino por su propia naturaleza.
Lo mejor de Sale, sin embargo, se encuentra en la vida que proporciona a los lugares donde el chico de Smallville se mueve, tanto el propio pueblo como la gran Metrópolis son dos lugares muy distintos y aquí está muy bien reflejado. Su Smallville es un retrato de la América clásica, de la tarta de manzana y las granjas amplias y amarillas. Su Metrópolis es la de Fritz Lang, con enormes rascacielos y un lujoso pavimiento, aunque menos oscura.

En cuanto a la narrativa, es marca de la casa del dibujante, perfecta. Sabe cómo debe moverse cada personaje y no hay dos iguales. Tan solo hay que buscar las diferencias entre Lana Lang y Lois Lane. Se compenetra a la perfección con el guionista, se nota que son amigos y están encantados de realizar una obra juntos. No obstante, los mejores guiones de Jeph Loeb son aquellos que dibuja Sale, por algo será.
Eso sí, sería realmente injusto pasar por alto al colorista, Bjarne Hansen, que realza el dibujo del artista de una manera asombrosa, termina de completar el ambiente y consigue que tenga más fuerza visual. Y es que sus acuarelas (intuyo, vaya) son preciosas, sabe muy bien qué tonos emplear en cada momento. Grandes ejemplos son los campos amarillos de la Granja de los Kent y la oscura noche azul de Metrópolis cuando Luthor decide comenzar con su plan.
En fin, unos colores magníficos.

Una joya, preciosa historia de tono afable e inocente pero contada y narrada de la manera menos ñoña posible. Encantadora y cautivadora, es una de las mejores que haya leído de Superman, incluso la considero por encima de Identidad Secreta (ya véis, que no me ha terminado de calar la, que considero, sobrevalorada historia de Busiek). Espero que Planeta la reedite como debe, en tapa dura, yo no me la perderé.

martes, enero 17, 2006

Seven, los siete pecados capitales.

Año: 1995.
País: Estados Unidos.
Director: David Fincher.
Duración: 127 minutos.

Todo el mundo estaba recomendándome esta película, las caras de asombro al descubrir que yo todavía no la había visto han sido múltiples. Estaba bastante cansado del tema, me preguntaba qué diablos tenía dicha película para que la gente me tratara como un bicho raro, ¿tan famosa era? Diablos, y mira que conozco a muchos que no han visto El Padrino y no pongo esa cara cuando descubro tal cosa.
El caso es que, una vez vista la película, lo he entendido a la perfección.
Estamos ante lo mismo de siempre, dos detectives opuestos, un caso difícil de asesino en serie que está basado en algo en concreto, asesinatos con pistas que conducen a otras... Nada nuevo bajo el sol, mucho golpe de efecto y clichés.

O quizás no.

¿Cómo es posible que esta película, teniendo los elementos típicos del genero de detectives de homicidios, sea tan diferente al resto? Por varias razones.
La primera es el ambiente claustrofóbico, bastante malsano, casi incita a vomitar de la suciedad que desprende solo con la mirada, parece que transmita el mal olor que debería tener en vivo y en directo. Muy adecuado para el tono del film, y bastante "realista", influye al espectador y lo introduce dentro de la película, metiéndose en esas casas o habitaciones aisladas con cordones policiales, donde solo los detectives, la policia y los forenses pueden meter baza. Es, sobre todo, perfecto para darle la razón al asesino, tema que veremos más adelante.

Lo segundo, los asesinatos, muy artísticos y acertados. El tema también importa, el guión se sostiene en los delirios de un fanático religioso que es capaz de mostrar los siete pecados capitales con esas muertes que tienen mucho que ver con lo que pretende transmitir. La gula, la avaricia, la soberbia, la lujuria, la pereza, la envidia, la ira... Es muy interesante esperar a ver cuál será el siguiente acto, cómo lo mostrará y, sobre todo, la morbosidad de saber qué elementos y cómo lo ha ejecutado ese asesino con su sangre fría.

Lo que nos lleva a la tercera razón, el propio asesino, una especie de Hannibal Lecter religioso, muy relajado, la película no trata de ofrecernos el típico "¿Quién ha sido? El que menos te esperas", sino que nos lo muestran en el momento adecuado, dándonos a entender que lo tenía todo planeado desde el principio. El resto solo son títeres que se mueven al son de sus cuerdas. Esa meticulosidad, esa inteligencia depravada, logra infundir cierto respeto y temor para un acto final que deja los nervios descontrolados, mordiéndonos las uñas por descubrir qué es lo que pretende realmente.

Y la cuarta razón, los personajes. TODOS tienen algo que decir, hasta el director del distrito policial donde Somerset y Mills trabajan. Estos dos personajes, los detectives protagonistas, a primera vista parecen, por un lado el típico veterano que pretende dar lecciones y por otro el chuleras que hace lo que le da la gana, que cree tener la razón en todo y prefiere la acción por encima de todo. Diablos, si hasta tienen ese molesto cliché del "blanco y el negro".
Pero criticar a ambos de típicos y tópicos es quedarse en la superficie, porque ambos son realmente MUY humanos y hasta evolucionan a lo largo de la trama, es increíble el tratamiento que reciben, son geniales, tienen vida propia y modos diferentes de actuar que no hacen sino convertirlos en personajes complejos. Ejemplos los hay a destajo, desde ese primer encuentro donde se quejan del compañero que les ha tocado (o cuando Somerset pide que Mills no se entrometa en el caso) hasta que ambos acaban colaborando como dos buenos amigos que persiguen el mismo objetivo. Momentos muy buenos son aquellos como cuando están en la biblioteca, con las quejas y el aburrimiento del pobre Mills, que está muy inquieto y quiere acción, pero debe resignarse.

Claro que, también tienen la culpa los actores, que están acertadísimos y adecuados en sus caracterizaciones, absolutamente perfectos. Morgan Freeman no merece presentación, es uno de los mejores actores de Hollywood y sabe transmitir muy bien el carácter del personaje, pues Somerset es un veterano que va a retirarse pero no quiere abandonar un caso que le seduce y atrapa. Relajado y tranquilo, es la contraposición de Mills, interpretado por un Brad Pitt que se compenetra a la perfección con su compañero actor, ni siquiera logra que le haga sombra (que ya es decir) sino que cumple como debe y está soberbio, probablemente uno de los mejores papeles que haya hecho, nada que ver con su Aquiles de Troya (ugh), por ejemplo.
Y luego está el increíble Kevin Spacey, inimitable como John Doe (Juan Nadie, traducción literal), un psicópata con tal calma que pone los nervios de punta. Es la otra cara de la moneda de Somerset, ambos son parecidos, piensan casi igual, solo que el detective lo acepta y pretende arreglarlo a su manera, con más apatía.

Pues eso, un excelente thriller de asesinatos, donde solo vemos las consecuencias, narradas con tal efectividad que parece que estés viendo cómo fueron ejecutadas las víctimas. Apenas hay escenas de acción, salvo una muy lograda persecución. Personajes muy bien tratados, trama muy calculada y meditada con un clímax final soberbio, grandes actores, un ambiente acorde al tema, un análisis menucioso de la condición humana... El mensaje de John Doe es claro, que llegue a tus ojos y a tus oídos, luego eligirás si odiarle o aclamarle.

Dientes de Sable, Caza Mortal.

Pues erase un día, cuando un servidor tuvo la ocasión de ir a su tienda especializada más cercana esperando encontrarse con esas novedades de portadas especiales (no puedo evitarlo, los de Panini me tienen cogido por el cuello, malditos...), cuando vio que se habían agotado. Pero, oh, el destino quiso que diera de bruces con aquella portada que tanto le gustaba de pequeño, esa portada que estaba anunciada en decenas de cómics de los X-men basados en la serie de TV.
Dicha portada (una de las mejores que haya visto jamás, cosa de la nostalgia, quizás) de Mark Texeira, mostraba a Dientes de Sable con unas uñas enormes (llevaría mucho tiempo sin cortárselas, sin duda) atacando a una Mística aparentemente desprevenida. Muy aparentemente, porque en verdad se nota que finge para echarle un poco de alcohol y tiene preparado el mechero, por algo será.
Nada más verlo, aproveché y me lo compré, aun sabiendo que, probablemente, no me iba a gustar demasiado, después de todo, se trata de un cómic demasiado noventero (léase "Imaginero"), con sus paridas violentas molonas, los personajes haciendo poses, mucha acción desmesurada y exagerada, falta de realismo en las acciones, típicos villanos de opereta, etc.
Aún así, la curiosidad era mucha y además, recién metido en la colección BM: Lobezno, quería tener una toma de contacto con el guionista que más ha estado con el personaje canadiense después de Claremont, hablo de Larry Hama, claro.
Aparte, siempre he tenido predilección hacia Texeira, aunque en numerosas dosis puede ser un tanto indigesto por su confuso y repetitivo estilo, las cosas como son.

Pues bien, imaginaba que me encontraría con una de esas aventuras anecdóticas que, al menos, te llevan a pasar un buen rato. Acerté de pleno en todas mis predicciones, hasta en las "Imagineras", todavía me resulta curioso lo mucho que ha cambiado el medio leyendo este cómic, porque ahora mismo no se ve tanto la chorrada de que los personajes tengan que llevar su disfraz hasta debajo del pijama a la hora de irse a dormir (es que hay una escena de Logan en lo alto de la torre Eiffel, vestido de gala, y al final resulta tener el traje amarillo con esas hombreras de metal debajo, una cosa increíble) o lo exagerados que eran, que parecían tener ganas de ponerse las cosas difíciles y atacar a todo bicho viviente sin ningún tipo de sutileza, brincando y saltando por todas partes. Era lo que molaba entonces y ahora resulta muy chocante.

Por suerte, no acerté en una cosa, este tomo NO es nada anecdótico, de hecho revela algo muy importante, algo que me ha dejado de piedra.
¡Y es que es el tomo donde podemos ver la revelación de Graydon Creed como hijo de Dientes de Sable! Esto debe sonar a chino, más de uno debe estar preguntándose quién diablos es ese tipo y qué tiene que ver con Dientes de Sable, pero los más veteranos sabrán que se trata del tipo que sustituyó al presidente Kelly como el senador más cabrón de la historia de los mutantes, con un profundo odio hacia ellos insólito, de los que dan verdadero pánico. Su final fue en manos de su queridísima madre, como bien pudimos ver en la genial miniserie Siempre Patrulla-X, al más puro estilo presidente Kennedy.
El caso es que cuando yo me enteré de eso, lo encontré absurdo, pensé que ese villano no pegaba nada con Mística, era demasiada casualidad que ambos pudieran engedrar a semejante tipo en el pasado o que estuvieran relacionados. Vaya, que no me los imaginaba copulando, siendo finolis.

Sin embargo, aquí se explica bastante bien y no resulta tan increíble como parecía. Tampoco es lo único que muestra el tomo, también podemos ver a una tal Birdy que, a pesar de ser telekinética y telépata sin contar otras lindezas, es la esclava personal del susodicho psicópata y se dedica a desbloquear recovecos de su mente para revelar momentos de su pasado. En efecto, podemos ver cosas de la infancia de Dientes de Sable, así como su atormentada vida, criado como una especie de animal, torturado, atado, golpeado, despreciado... Acabas entendiendo por qué es la clase de persona que es.
Para ser la primera miniserie del villano no está nada mal, de hecho uno se acaba preguntando cómo es posible que la serie regular de Mística no tratara nada del pasado de la metamorfa. Este tomo, en tan solo cuatro números, podemos ver bastantes revelaciones y éstas no tienen desperdicio, compensando las manías de los cómics noventeros.

Mark Texeira, por otra parte, es el dibujante del trazo sucio y expresivo, muy propenso al claroscuro más excesivo y a la contorsión más exagerada de las figuras, que son casi todas iguales, así como los rostros (en especial los de las mujeres). Lo más preocupante es el protagonismo que cede a la figura humana, tanto que apenas podemos ver fondos en las viñetas. Rectifico, es que no hay realmente fondos en las viñetas, es casi inexistente, no es capaz de presentar espacio para los personajes, son cuerpos enormes que se pasean por las viñetas sin orden ni concierto. Y es que esa es otra, también es un narrador bastante pésimo, no encadena las acciones y cada viñeta parece ir por su propia cuenta.
Aún así, si te gusta su estilo y eres capaz de aceptar todas esas carencias, puede ser realmente disfrutable, porque dibujando figuras humanas es genial y tiene un trazo muy suelto, bastante adecuado para personajes como Logan o el propio protagonista, Dientes de Sable.

En definitiva, me he llevado una agradable sorpresa con este tomo, si la colección regular del canadiense tiene el mismo tono no hay duda de que lo disfrutaré mucho, a pesar de ciertas manías bastante extrañas. Entretenidísimo e importante si quieres saber cosas sobre el antagonista principal de Lobezno.

domingo, enero 15, 2006

Steamboy, otra obra de Katsuhiro Ôtomo.

Año: 2004.
Duración: 126 minutos.
País: Japón.
Director: Katsuhiro Ôtomo.

Quien no conozca al director de esta película, que sepa que se trata del que creo uno de los animes más influyentes e importantes que hayan existido: Akira. Con eso se dice todo.
Antes de empezar a dar mi opinión de su última obra vista en España (nunca se sabe), quisiera comentar la muerte del cine de animación 2D, al menos en Occidente. Y es que es una pena, pero ya es imposible encontrarse hoy en día, en factorías tan famosas y prestigiosas como la propia Disney (quién te ha visto y quién te ve), películas de ese estilo. De hecho, la única de la que tengo constancia es Bambi 2 (próximamente en sus cines), así que... En todo caso, ahora hay mucho cine de animación en 3D, tan solo hay que ver los estrenos del año pasado para comprobarlo, Pixar ha abierto la caja de la Pandora y una manera de hacer dinero más fácil que con la animación tradicional.
Esperemos que se pase la novedad, porque el problema de la animación tradicional en los cines no era el mero hecho de que fuera así, sino la falta de mimo, ambición y los guiones simples.

Por suerte, los japoneses siguen apostando por este tipo de películas y siguen realizando verdaderas obras de arte de animación, superándose a sí mismos y demostrando que pueden hacer que los dibujos animados sean mucho más impresionantes que montones de polígonos en movimiento. Solo hay que ver Steamboy para comprobarlo.
Ciñiéndonos en el aspecto técnico, la verdad es que es impecable, asombroso, magnífico... No puedo más que darle miles de alabanzas, es una de las mejores películas de animación que haya visto en ese aspecto. Tiene de todo, desde escenarios realmente trabajados, con un gusto en el detalle y en el diseño que quitan la respiración, hasta unos planos donde reciben un trato tridimensional muy bien desarrollado donde los personajes corren con soltura.

Estamos ante un ambiente muy occidental (realmente del país de origen, Japón y de Oriente en general, vas a ver muy poco), pues la trama se sitúa en el siglo XIX, en Inglaterra. También habría que añadir que se trata de una época industrial tratada de una manera poco histórica, muy libre, donde la tecnología está más desarrollada y se acerca bastante a los logros actuales, llegando a superarlos incluso. Esto es la base del argumento, precisamente, que se concentra en un nuevo invento que es todo un adelanto para la ciencia y puede conseguir mover todo un parque de atracciones, por ejemplo, con poquísima energía y gasto.
Pero claro, todo aquello que puede ser usado para un propósito, también puede usarse para algo negativo, como la guerra.

Y de eso va la película, su punto más flojo, quizás por ser un argumento demasiado trillado y, realmente, poco desarrollado. Son 126 minutos bastante vertiginosos, eso sí, donde el protagonista, Ray, que vive con su madre y sus hermanos, recibe un invento que buscan desesperadamente altos cargos del Gobierno como son los de USA y Gran Bretaña. Mientras, los inventores, que son su padre y su abuelo, se han separado con la intención de usar el descubrimiento para fines distintos, en un mismo proyecto.
La película es toda una aventura donde Ray se verá obligado a no confiar en nadie, pues todos actúan por su cuenta y persiguen sus propios intereses. Es lo mejor, la ambigüedad de los personajes y lo impredecibles que resultan.

El problema es que no hay mucho más, hay un trasfondo sobre la ciencia y sus usos bastante interesante, sí, pero la película se concentra mucho en la persecución y una batalla en el suelo de Londres que es bastante espectacular, pero la verdad es que acaba alargándose demasiado, hasta el punto en que empieza a salir una cosa detrás de otra, cada vez la situación va a peor, se alarga, salen más personajes que dan problemas al protagonista, los inventos no funcionan como deben... En definitiva, a pesar de la tremenda espectacularidad visual, acaba cansando, es como si no supieran como cerrar el argumento.
Aparte de que la película acaba y da la impresión de que falta la mitad, no se profundiza en ciertos personajes y solo las imágenes que pueden verse en los créditos nos dan una pequeña idea de lo que pasa después.

En definitiva, es una película que tiene un aspecto técnico impecable, que ya quisieran muchas películas de Disney, Warner Bros, Dreamworks, etc, etc. Con un guión que tiene un ambiente bastante atractivo, personajes muy interesantes y una buena trama que se estropea un poco por el final y se queda a medio desarrollo. Es una pena este detalle, porque acabas perdiendo el interés. Pero por lo demás, el dibujo y la animación logra hacerla bastante recomendable.