lunes, febrero 26, 2007

Hard Candy, un carámelo difícil, sí

Año: 2005.
Director: David Slade.
País: Estados Unidos.
Duración: 103 minutos.

Todo el mundo recomendándome la película, un trailer prometedor con enfoques diferentes a los que estamos acostumbrados, dos actores novatos en un duelo interpretativo más que digno, una idea que parece interesante y original… Vamos, que Hard Candy quería verla en el cine, me parecía muy atrayente. Y más cuando veo que en todas partes le ponen una notaza tremenda, desde luego caló hondo al espectador, incluso entre los más exigentes. De verdad, tenía que verla. Pero pasó el tiempo, no pude verla en pantalla grande y al final, gracias a un amigo, tuve la oportunidad de visionar este largometraje que tanto impacto suscitó en el festival de Sitges.

Aviso que para hacer esta crítica voy a revelar ciertos detalles del guión que son toda una sorpresa y quizá lo que más merece la pena ver de este film. Avisados quedáis.

Nunca te fíes de alguien que acabas de conocer por internet, es peligroso. Eso dirán nuestros progenitores sobreprotectores pero… ¿ellos qué sabrán? Con lo emocionante que es meterse en el coche de un desconocido simplemente porque has estado “hablando” con él todo este tiempo por chat, sabemos cuidarnos. Es más, ¿por qué un hombre que roza la treintena parece tan interesado en una chica de catorce años? ¿Es la edad un tabú o es que tiene otras intenciones, llamémoslas, más oscuras? De eso va la película, de cómo una chica llamada Hayley va a casa de un exitoso fotógrafo llamado Jeff que conoció por el chat.
La verdad, es que parece predecible lo que va a ocurrir, pero la sombra de la Caperucita Roja es alargada y el cuento ha cambiado mucho, vaya que sí.

Ok, ok, una gran sorpresa al principio del film cuando ya vemos a la increíble Hayley por encima de un indefenso Jeff, que va a sufrir el peor castigo posible por pretender ser un pederasta con malas intenciones. ¿Quién se lleva a casa a una niña de catorce años nada más conocerla y la trata de convencer para que se quede por la noche, por el amor de Dios? No, no, no… Ese estúpido de Jeff va a sufrir su propia medicina, merece un castigo por aprovecharse de las frágiles mentes de las muchachitas indefensas que creen que su príncipe azul va a salvarlas de la monotonía a la que se ven sometidas. Entonces… ¿debemos sentir compasión por él? ¿Algún tipo de lástima? Esa es la idea del director, un excelente punto de partida, aunque no puedas estar de acuerdo con el método de castigo del personaje femenino protagonista. Además, el trailer engaña y cuando vas a ver la película te sorprendes con el giro que toma tras su media hora de metraje, te das cuenta de que no has ido a ver nada típico y van a tratar el tema de la pederastia de un modo diferente. En ese momento pensé que me iba a gustar.

Hasta que empezaron los diálogos concienzudos.
Y, oh sí, los enfoques son novedosos, la decoración tan chic que hasta asombra, con esa mesa de piedras de un metro de largo, esos cuadros repartidos por la casa, esos muebles tan simples, esas ventanas tan curiosas y sí, esos paneles que sirven de cortinas, con las paredes de colores y tal. Es entonces cuando piensas: -No me cabe duda, Jeff es pijo, pero el director peca de presuntuoso con una casa como esa para poder rodar con esos primeros planos tan… arriesgados, con fundidos de colores y tal. No voy a valorar una película por eso, pero la verdad es que me llamó muchísimo la atención y en un primer momento me gustó, sobre todo cuando te paras a pensar un poco en toda la elaboración que supone algo así. Pero no puedo evitar pensar que ese es el principal problema de esta película, la fotografía es preciosa y tal, pero todo es tan sofisticado como poco creíble, es una lástima que ello se traslade al guión.

Esperaba tanto de la película y me gustó la primera media hora, esperando a que pasara algo. Pero tras otra media hora más me tenían reducido al peor de los hastíos… Estaba realmente aburrido, tratando de escuchar esos diálogos que pretenden ser una lección mental sobre la verdugo y su víctima, que también era supuestamente culpable de varios crímenes. Se supone que la película tiene que mantenerte en tensión pero ni eso, ni siquiera en la escena de la castración, donde más bien deseaba que le cosieran la boca a la niña, que no paraba de dar muestras pedantes de su enorme sabiduría y sus grandes justificaciones, aun sin haber encontrado una maldita prueba explícita por toda la casa.

Joder, si al menos hubiera encontrado una sola foto del tipo con alguna chica forzada, al menos habríamos tenido una enorme dilema moral con la escena, al menos nos sentiríamos confusos por saber si merecería o no esa tortura, pero en ningún momento dan pruebas palpables sobre el asunto. Además de que las acciones de las niña… Por muy pederasta que sea el otro, están lejos de ser justificables. La verdad es que lo único que deseas a lo largo del metraje es que pase algo, cualquier cosa, con tal de darle alguna justificación a escenas excesivamente estiradas que apenas aportan nada. Y es que la mayoría consisten en la chica tratando de descubrir si su víctima (eso es irónico) es el pedófilo que cree que es, culpándolo de todo tipo de crímenes sin justificación alguna y sin un solo argumento de peso. Es una pequeña Frank Castle (hay gente que ha dicho que es un trasunto adolescente femenino de Hannibal Lecter, pero creo que la comparación es muy desafortunada) capaz de cualquier cosa.

De todo, todo y todo, de tanto que la credibilidad es nula. A ver quién me explica de dónde ha sacado un táser una niña de catorce años. Vale, es una película, elipsis temporales y demás, cuan cierto es eso, tenemos que aceptarlo porque cualquiera puede conseguir uno si está en el sitio y el momento adecuados, ok, la cuestión es no ponerse puntilloso, es un defecto que tengo con algunas películas. Pero la cosa empieza a ser risible cuando pretenden hacernos creer que un tipo de treinta años se traga porque sí una castración cuya única anestesia es un hielo que nunca se derrite (los cojones, nunca mejor dicho), que la niña (ella sola además) sea capaz de montar todo el tinglado de la cuerda para colgar a Jeff (¿pero cómo puñetas ha llegado hasta ahí arriba? ¿de dónde ha sacado la escalera y dónde la escondió? ¿y esas manos de más para poder hacerlo?), que el inútil de Jeff sea incapaz de salir de la casa todas las veces que ha escapado de las ataduras, el hecho de que misteriosamente la coqueta de Hayley se cambie de ropa cada dos por tres, etc, etc.

En definitiva, la película es MUY poco creíble, no hay por donde pillarla en casi todas las situaciones, especialmente la de la pistola sobre la cama. Si Jeff estaba en otra habitación, ¿cómo sabe que ella la dejó allí pudiendo haberla cogido. Lo dicho, risible lo mires por donde lo mires.
Pero no solo eso, lo peor llega al final, el director en varias declaraciones ha dejado claro que no pretendía un desenlace fácil, pero es que esta cosa no hay quien se la trague, quien crea que tiene algo de poético o creíble es que es ingenuo de veras. Lo siento mucho si alguien se siente ofendido por este comentario, pero un suicidio como ese en esas circunstancias es simplemente una chorrada en ciernes, de los peores finales que he podido ver en una película.
Lo único que se salvan son las reseñables interpretaciones de una sorprendente Ellen Page y un aceptable Patrick Wilson, ambos hacen lo que pueden en esta película tan aburrida, con un argumento que hace aguas por todas partes y de credibilidad nula.

Una pena, porque de esto podría haber salido un corto de media hora fantástico, sin todo el relleno que tiene y con mucha menos verborrea. Joder, los que hasta dicen que es una obra maestra deberían ver Funny Games para saber lo que es tensión de verdad.

miércoles, febrero 21, 2007

Broken Sword 3, George Stobbart en 3D

Debo reconocer que las razones por las que he tardado tanto en jugar a la tercera parte de esta popular saga no van más allá que por el impedimento técnico de mi propio ordenador, que no cumplía los requisitos necesarios. Por suerte, tras instalarme algún que otro DirectX entre otras cosas, me sorprendí al ver instalado el juego pudiendo jugarlo incluso.
Antes de empezar con la reseña, debo destacar que el primer Broken Sword me parece fantástico, una gran aventura gráfica. Sin embargo, la segunda parte no me gustó demasiado por la falta de conversación y el aumento del componente exploración. Aún así, es una más que una correcta aventura.
Esta tercera parte es una secuela directa de la primera, nada que ver con los aztecas de la segunda, ya que se regresa de nuevo al tema de los templarios y su búsqueda de la espada rota que da nombre a la saga. La nueva historia, lo cierto es que es bastante repetitiva y enfocada de un modo bastante aburrido. Tenemos a un tipo llamado Susarro que va en busca de las llamadas Líneas Dragón, que sirven para dar un gran poder a quien consigue "bañarse" en ellas. El mundo corre un grave peligro debido a que los niveles de poder son demasiado grandes, por lo que George y Nico (unidos de la manera más forzada y absurda posible sin la más mínima gracia) tratarán desbaratar los planes del villano simplemente porque se ven metidos en ello de cualquier manera. Como siempre, vaya, solo que esta vez de una manera aun más ridícula.

Lo que más me fastidia de la nueva historia es la situación de George y Nico, los cuales no dejan de estar en un constante tira y afloja que ya huele a estas alturas de la saga. Que si son novios, que si se pelearon, que si... En fin, un desastre, para mí entorpece por completo la romántica historia de ambos en la primera parte, con esas miradas y esos diálogos tan prometedores, con su correspondiente beso final. Para colmo, Nico me parece aun más insoportable en esta nueva entrega, más que nunca, siempre borde o de una delicadeza física y estética que me pone de los nervios y hasta me parece insultante, una mujer no tiene porque ser de esta manera.
Pero eso es lo de menos, porque se recupera a gran parte de los secundarios que vimos en la primera parte y a los programadores se les va la mano y parte del brazo, por no decir el cuerpo entero. Tenemos a cierto Neo-Templario recuperado, un villano que ha vuelto de la muerte, el indomable Flap (joder, en serio, ¿este era necesario?), el constante André, cierto obrero de las calles de París... En fin, solo faltaba la pareja turista para tener el cupo lleno y el retorno del payaso (que al igual que el otro, podría decir que no estaba muerto, sino de parranda), la leche.

Eso tampoco sería tan grave si no tuviéramos en cuenta la ausencia de una gran cantidad de secundarios nuevos, porque se pueden contar con los dedos de la mano y tampoco es que destaquen demasiado. Creo que solo Susarro tiene cierta carisma, aunque hace de villano megalomaniaco de turno, junto a una Petra que simplemente es la femme fatale de toda la vida. Pero al menos no es sonrojante como la Beatrice o la guardia captura-ovnis... sigh...
En cuanto a la historia, de no ser por algún que otro giro final con sorpresilla incluida (la muerte de cierto secundario es realmente buena, lo mejor de toda la aventura, sin duda alguna) sería de lo más lineal y aburrido que he visto. Más cerca de lo que sería una nueva (mala) aventura de Indiana Jones, con sus mil muertes, enfrentamientos y peligros (tampoco es que haya mucha acción, luego me extenderé en ese detalle concreto) que al Broken Sword de la primera parte, con sus puzzles de objetos y conversaciones con personajes donde aparecen siempre cosas nuevas.
Por si todo eso fuera poco, el uso que hacen de los templarios en esta nueva entrega es realmente horrible, aun más fantasioso que antes y sin elementos tan interesantes como el tema de Baphomet, los Assasins, los Neo-Templarios y demás, tan solo un tipo que busca el poder absoluto con unas líneas de energía y poco más. Documentación cero, inventiva floja.

Es entonces cuando llegamos al peor defecto de esta aventura: La pérdida total del espíritu original del juego. Hemos abandonado las 2D para unas 3D (hasta en los escenarios, ojo) que son un portento técnicamente hablando, para el año en que salió destacan bastante y están casi a la altura de un Shenmue, por así decirlo. Con esos diseños de personajes, la animación tan fluida, buenos decorados (aunque casi siempre muy austeros, como mucho encontrarás tres objetos en una misma zona), expresiones más que acertadas, etc, etc. Vaya, que los programadores dedicaron mucho tiempo al aspecto gráfico, casi el mismo que deberían haber empleado para una buena historia que no recoja tantos elementos ya vistos y que no destaca en absolutamente nada.
El control también está más que acertado, es una variante del de Grim Fandango (de la competencia, cómo no), un poco más sencillo y del que es fácil acostumbrarse.

Pero lo que ha hecho que esta aventura no tenga ni un atisbo del espíritu de la saga es la ausencia casi total de una variedad decente de puzzles, de un mayor uso de objetos. La mayoría de la aventura consiste en mover cajas a lo Prince of Persia y en esquivar a unos soldados al más puro estilo Metal Gear, por no decir que te pasas la mayor parte del juego saltando y tratando de darle a un botón en el momento preciso para que el personaje se salve de una muerte, que encima son demasiadas durante el juego. Por suerte, cuando te matan, en esta ocasión han tenido la gentileza de dejarnos justo antes de lo ocurrido, por lo que al menos no tienes porque preocuparte por estar grabando partida continuamente.
Por desgracia, eso no justifica una falta realmente grave de conversación, de diálogos propios de una aventura gráfica, de utilización de objetos, de exploración de pantalla con el personaje mirando por la zona… En fin, de todo lo que nos fascinó a los aventureros en la primera parte. Lo desagradable es el abuso de las cajas y la constante infiltración procurando que no te vean como si un Commandos se tratara. Ambas cosas están muy bien una vez o dos veces, pero cuando ves que la aventura solo es eso ya es una tomadura del pelo, y encima los objetos que debes usar entre zona y zona son casi siempre los últimos que coges, más fácil imposible.

En cuanto a las voces, la música y los efectos sonoros... Decir que el doblaje es de lo peorcito, verdaderamente seco e inexpresivo, con el peor George Stobbart, y eso que es el mismo doblador de siempre. Con Nico igual, continúa el extraño acento francés que tan buenos resultados dio en la primera parte, pero por alguna extraña razón es más cargante en este juego, menos mal que las partes de París son casi solitarias. Los efectos sonoros son correctos y algunas veces destacan (alguna que otra pisada, caídas de escombros, etc) pero la música ha cambiado por completo, ¿dónde está ese tema tan característico de los créditos de las partes anteriores? No destaca en absoluto, vaya.

En definitiva, esto no es una aventura gráfica, es una aventura a secas que casi se podría confundir con un Tomb Raider, que tiene una grave falta de carisma en cuanto a la historia, diálogos, secundarios y puzzles. Una sombra de lo que fue el primer Broken y una terrible decepción. Me pareció mejor el 2, la verdad, aunque al menos puedo garantizar que es entretenida y no la sueltas hasta que te lo acabas, aunque más bien es por lo fácil que es. Una pena.

lunes, febrero 19, 2007

Panini VS Planeta, Segunda Parte

Nos quedamos en el post anterior justo después del Saló de Barcelona.

En meses venideros tendríamos un poco de calma por parte de Panini, que tenía bastantes cosas que publicar con un crossover de por medio, aunque se ve que les fue muy bien con los Best of Marvel, ya que sacaron varios y de calidad variable, siendo desacertados algunos como el de 1602, con más de un librero esperando el primer tomo de la edición anterior que sacaron, teniendo el 2 entre telarañas en las estanterías. Por no decir que el precio del Spiderman de Ditko o el de Marvels, en comparación con las anteriores ediciones de Forum, es enormemente caro, aunque claro, en general los BoM son muy caros, incluso para lo que ofrecen.
Otra cosa que criticar fue la malísima idea de meter complementos en las colecciones, cosa que se hizo alarmante cuando algunos tuvimos que soportar el DD: Father dentro de la colección regular del personaje (que, por cierto, al día de hoy todavía queda el último número de la miniserie por sacar) o el terrible Lobezno: Soultaker, miniseries que de otra manera no las habría querido nadie, salvo algún desaprensivo. Legendaria también fue por aquellos meses la pobre maquetación de los Defensores o Spiderman y la Gata Negra de Kevin Smith, con algunos bocadillos rellenados de la peor manera y una ausencia terrible de onomatopeyas en la traducción española.

De Planeta decir que Vértigo tuvo también su propia ola de títulos nuevos, la mayoría reediciones y sacaron al fin, unos cuantos meses después del estreno de Superman Returns en los cines, la ansiada etapa del personaje en manos de Byrne en forma de coleccionable. Lo primero que descolocó a todo el mundo fue su variación de precios si te suscribías o lo seguías en quiosco, cosa que desilusionó a más de uno. Por no decir que algunas impresiones eran lamentables, con escaneados horribles y algún que otro número donde la tinta apenas era perceptible. Un caos. A su favor diré que en suscripción, en tomo de tapa dura, gana mucho y los regalos han sido bestiales, destacando la edición limitada especial del DVD de Superman de Donner.

En el Saló del Manga cabe decir que Panini apenas destacó, ni tan siquiera en tebeos de Oriente (por no repetirme). Muchas novedades en tomo, algún nuevo Marvel Monster (el de Arma-X concretamente) y algún ensanchamiento de viñeta para la portada “especial” de un número de Daredevil (qué he hecho para merecerme esto…). Eso sí, en cuanto a las series regulares Panini ya mostraba la política que iba a seguir hasta ahora, la de renumerar series y no volverlas a sacar más en kiosco, como ha pasado vergonzosamente con el tomo mensual de Spiderman, lo cual creo que es una auténtica canallada. Aparte de que las nuevas series no parecen tener tampoco un pie fuera de la librería especializada, ya que ni el X-Factor de Peter David ha tenido su oportunidad. Una verdadera lástima.

Planeta atacó de repente con el preludio a las Crisis Infinitas y las Crisis de Identidad casi al mismo tiempo, con ese horrible formato magazine de tan alto precio (dos cómics por el precio de 4,95, duele el sablazo), por no decir que de repente se decidieron por sacar de golpe todo lo que se habían dejado de Green Lantern, destacando el Renacimiento (soberbio) y la colección regular, convertida en miniserie para mayor comodidad. Noviembre y Diciembre fueron meses horribles para los DeCeeros, ya que las faltas de ortografía se sucedieron por doquier y algunas eran realmente vergonzosas, especialmente en las Sagas DC, que encima cuentan con un precio nada ajustado. Al menos se notó la mano de Hernando como editor en algunas cosas como la publicación de series que esperábamos y el número doble o triple por mes en algunas colecciones (que ya hacía falta, ya), pero sus inicios, quizá por las prisas, fueron algo desastrosos en algunos factores como las traducciones ya comentadas o las promesas incumplidas del tomo de Superman de Pasqual Ferry, por poner un ejemplo. Y la JLA de Morrison sigue sin una edición decente en España, esa Gonder Coman es difícil de olvidar.

¿Veredicto? Planeta de Agostini es, para mí, la vencedora de este año.
Me ha costado mucho decidirme porque los errores han sido numerosos y es increíble el desastre que se ha montado en algunas cosas, especialmente en lo que a faltas de ortografía o errores de imprenta se refiere, es algo que deberían subsanar cuanto antes si es que quieren mantener a los lectores que tiran del Previews y los que no. He escogido Planeta porque creo que DC en España está mejor que nunca, por fin tiene su territorio y ese es el quiosco, con varias colecciones que merecen mucho la pena y tomos que Panini no habría dado ni la más mínima oportunidad. Hablando de la editorial que publica Marvel, para mí ha ido a peor comparado con el año pasado. Los precios de los tomos han subido, las ediciones especiales son una patochada tremenda, insertar miniseries que no vienen a cuento dentro de series regulares (por no decir las Unlimiteds) me parece un desastre, los Best of Marvel son excesivamente caros y, lo peor, lo que más me ha cabreado este año ha sido la indecencia de olvidarse del lector de quiosco, que cada vez ve menos colecciones de Marvel y más de DC en sus puestos más cercanos, con algunas series como X-Factor o la propia Dinastía de M (es que es de risa) sin tocar ni una estantería fuera de la librería especializada, realmente bochornoso y si vamos por ese camino con la Civil War, más me voy a cabrear. En fin, lo tengo claro, DC se ha ido asentando y todavía recorre ese tortuoso camino que le queda, que bastante tiene que lidiar, especialmente con la Infinite Crisis a la vuelta de la esquina.

Pues eso, no nos podemos quejar en cuanto a novedades, pero la principal polémica de este año ya os la adelanto: LOS PRECIOS. Nuestras carteras van a sufrir, ya veréis, ya.

Panini VS Planeta 2006 Primera Parte

El año pasado ya lo hice, una especie de repaso (ver AQUÍ y AQUÍ) de las novedades de Planeta y Panini por los cambios editoriales que sucedieron a lo largo de aquel impredecible 2005, donde era imposible averiguar (si no eres Alvaro Pons, claro) quién se queda con qué derechos. DC pasó de Norma a Planeta y Panini tuvo un buen inicio con Marvel en España, sorprendiendo a propios y extraños. El año pasado declaré vencedora a esta segunda editorial y ahora cabría ver si se mantiene el mismo veredicto tras todo un año donde ha habido algunos cambios editoriales bastante incoherentes, especialmente en lo que se refiere a la llegada de un Viturtia que no tiene el mismo poder en Panini que cuando estaba en Forum y eso se nota, para bien o para mal. Planeta, por su parte, trajo a David Hernando como editor, pillándonos a todos con los pantalones bajados. Pero no nos adelantemos a los acontecimientos y veamos qué editorial se lleva este año el pato al agua.

Panini quiso desde un primer instante mantener el formato de Biblioteca Marvel, a pesar de estar en declive por el atrevimiento por parte de Planeta con sus Clásicos DC (atrevimiento consolidado con sus precios, claro está). La mano de Viturtia se notó especialmente con la salida de la BM: Namor casi sin venir a cuento, cosa que no me parece mal pero habría que resaltar un poco, así como sus Classic Spiderman o el Team-Up Spiderman. Si me permitís el comentario, la verdad es que creo que se les fue mucho la mano con tantas colecciones clásicas del trepamuros, me sé de más de un aficionado que se tuvo que quedar sin alguna que otra de todas estas colecciones, contando con que seguían a la venta la de Romita y la de Peter Parker. Panini también hizo su primera locura nada más empezar el año, con esa misteriosa renumeración de prácticamente todas las colecciones mutantes, con Lobezno tenía sentido, tras la llegada de Millar a la colección, pero lo que es el resto… Casi habría sido mejor haberlo hecho cuando el Reload, en fin. Cabe destacar que por aquel entonces seguía el coleccionable de los 4F de Claremont, Larroca, Pacheco, Marín, etc.
Sin embargo, Planeta no destacó en nada a principios de año, porque el grueso de sus novedades ya viene de finales del año 2005.

Otra locura de Panini que se me olvidaba comentar y que arrastró a lo largo de todo el año 2006 fueron sus problemas con las distribuidoras, siendo distintas las que llevan los cómics a los kioscos y a las librerías especializadas. Por culpa de eso, nos ofrecieron un producto “honesto” como puedan ser las Ediciones Especiales, que nos dejaron totalmente descolocados. Una técnica para diferenciar el producto de kiosco con el de librería, algo harto estúpido porque la única diferencia se encuentra en una barra en la parte superior de la portada que indica lo “especialísima” que es la edición en sí y una variación de la portada si contenía dos o más números USA. La verdad, menos mal que solo es eso, que si no los “quiosqueros” lanzaríamos un grito al cielo.
Lo gracioso es que, mientras tanto, la polémica de Planeta era ese horrible y carísimo formato para la colección Superman/Batman, que es para llevarse las manos a la cabeza por esa tremenda ida de olla de reeditar algo que ya había sacado Norma en su momento (mal, con una página comida en el primer tomo, pero publicado quedó) a ese precio tan brutal, ni más ni menos que 2,50 por un solo número de grapa de 24 páginas. Bueno, eso y la selección de materiales del coleccionable de Batman, que deja mucho que desear.

Luego por parte de Panini notamos todos los que comprábamos en quiosco la extraña pauta de reenumerar para sacar “Ediciones Especiales”, cosa que les ocurrió a Daredevil, Ultimate X-men y a Ultimate Spiderman en diferentes meses. Por no decir que se crea polémica por la inadecuada publicación de Spiderman/Antorcha Humana de Dan Slott, ¡¡sacada en Marvel Style, un tomo pequeñísimo de tapa dura!! Todo porque los editores creían que sería el formato perfecto (pero si... pero si parece el libro de Cuentos Infantiles), algo que todos los lectores esperamos que nunca vuelvan a repetir.
Y ya por fin entrando en algo bueno, decir que Planeta en marzo tuvo la buena fortuna de sacar varios tomos esperados como pueda ser la excelente reedición de Superman Para todas las Estaciones y JSA: Edad de Oro, así como otros tomos inéditos para Vértigo (siguiendo la publicación de Norma). Panini también pegó fuerte con los 100% Marvel, destacando los X-men: Las Eras de Apocalipsis y Daredevil: Redención. Destaca también el primer Marvel Monster, un tomo de más de 280 páginas que sirve para rescatar del olvido a aquellas colecciones inéditas por su mala suerte en ventas, Spidergirl tuvo una oportunidad más que todavía no se ha visto repetida. No me extraña, sinceramente, ya que es muy difícil dejarse 25 euros de una tacada por un personaje que no tiene excesiva popularidad entre los lectores. Aunque cabría decir que ambas editoriales tuvieron su propia andanada de novedades cada mes, más por parte de Marvel que de DC.

Entonces llegó Mayo y el Saló de Barcelona.
Es cuando vimos la llegada del ansiado segundo coleccionable de X-men gracias a la tercera película, algunos nos lamentamos por la calidad del papel pero al menos la rotulación y los extras eran de agradecer. Además, qué coño, ¡por fin teníamos la continuación de aquel coleccionable de principios de siglo! También llegaron de golpe los Best of Marvel (Lobezno Origen, Ultimates, Furia de Steranko…) y el evento de este año: Dinastía de M, con todas sus novedades (que no fueron pocas, especialmente en forma de tomo), aparte de otros muchos tomos y miniseries, destacando la edición de Shanna La Diablesa, con una calidad envidiable.
Planeta, por otra parte, sacó muchas novedades en tomo (Catwoman Si vas a Roma, JLA Año Uno, etc), aunque se cubrió de gloria con las colecciones regulares de Batman y Superman, carísimas en proporción a la edición que disfruta Spiderman (de carácter similar en cuanto a publicación de series del personaje) y encima con un papel que parece un arma biológica, apesta demasiado. Por no decir que la maquetación de portada es de aficionado como mucho. También atacaron fuerte con los Clasicos DC, tales como Orion, Kamandi (¿por qué Kirby siempre en blanco y negro?) y The Question. Polémica fue la nueva publicación de V de Vendetta en grapa, pocos meses después de la edición en tomo. Misa no entiende.
Mañana, el segundo semestre del 2006. No faltéis a la cita.

jueves, febrero 15, 2007

El Truco Final, ¿consigue el prestigio?

Año: 2006
Director: Christopher Nolan.
País: Estados Unidos.
Duración: 128 minutos.

Quiero que estés atento.

Cuando estrenaron Batman Begins me dije que había que verla. A pesar de que Christopher Nolan era desconocido para mí, todo el mundo lo elogiaba, alegando que era la elección perfecta para el personaje por su labor en películas como Memento e Insomnio, que todavía tengo pendientes de ver. La verdad es que quedé tan sumamente sorprendido con la nueva versión de Batman (a pesar de ciertos detalles, especialmente el final), que ahora le doy un voto de confianza cada vez que hace alguna película y lo cierto es que The Prestige (traducido en España como El Truco Final, quizá para que no lo confundan con una adaptación de los hechos del Chapapote, quién sabe) no me decepcionó en absoluto. Pero vayamos por partes.

La historia es un tanto extraña y es difícil contarla sin spoilear demasiado. Estamos en el siglo XIX, cuando los magos e ilusionistas eran los principales ídolos de un publico ávido de emociones y con ganas de ver cosas nunca vistas. Todo empieza cuando dos magos se enfrentan (Robert Angier y Alfred Borden) cada uno a su manera, en una especie de competición personal que acaba asegurando situaciones realmente peligrosas, especialmente cuando se pierde una vida durante un espectáculo.
Ambos buscan el prestigio, ya que la demostración del truco consta de tres actos y ese es el más importante de todos por difícil de alcanzar. Lo que tendrán en común estos personajes protagonistas será la obsesión por conseguir el mejor truco del hombre teletransportado que se haya logrado jamás.

A decir verdad, cualquiera puede creer que la película va exclusivamente sobre descubrir el truco final que no tan mal han traducido en la versión española, pero lo cierto es que desde un primer momento ya te están tirando por la cara todos los resortes que hacen mover el engranaje del truco, solo hay que estar tan atento como te piden que estés para descubrirlos antes de tiempo. Muchos dirían que esto es un error, puesto que convierte la película en previsible, pero nada más lejos de la realidad.
Y esto se debe a que no se trata de una historia que se suceda de forma lineal, de hecho va dando continuos saltos en el tiempo y se mueve a través de las lecturas de las agendas personales de Robert y Alfred. No obstante, el principio es inquietante, al verse la muerte de uno de los personajes protagonistas y el encarcelamiento del otro, lo que hace que sea mucho más interesante lo que vendrá después. Eso sí, hay gente que me ha comentado que algunos saltos temporales no están del todo claros, aunque a mí no se me quedó esa sensación.

Lo mejor es que en esta película todo truco tiene explicación y solo los dos más importantes son del todo mostrados al final, lo que hace que la película tenga un argumento más que complejo al mover tantísimas tramas entre sí. Por un lado tenemos la obsesión de los personajes protagonistas, sí, pero es que los trucos les lleva la vida y hacen actos increíbles con tal de conseguir sus propósitos, además de que tienen sus propias relaciones amorosas más allá del espectáculo al que se ven irremediablemente atados en un tira y afloja caótico que solo podía acabar de una manera. En esta película no hay ni héroes ni villanos, solo personas que se ven arrastradas a realizar actos innombrables y sufren un desarrollo soberbio a lo largo de todo el film, ya que ni Robert ni Alfred acaban siendo las mismas personas que empezaron juntas en aquel arriesgado espectáculo de la caja de agua, que tantas connotaciones simbólicas tiene en esta película. Por otra parte, tenemos otros secundarios afectados por los movimientos de los protagonistas, como pueda ser Cutter u Olivia, el primero como "maestro consejero" de ambos y la segunda como elemento del triángulo amoroso en la trama.

Claro que debo decir que no hacen demasiado hincapié en esto último, tampoco es necesario y la verdad es que me alegro de que se saltaran los típicos clichés de “a ver quién ama a quién”, cuando lo importante es el truco en sí.
De todas maneras, habría que aclarar una cosa, el principal defecto de esta película, ya que si tiene una increíble manera de contar las cosas y de dirigirse al espectador con un poco de metalenguaje, lo cierto es que el truco se ve desde el principio y no llega a sorprender del todo, aunque un segundo visionado sorprende por la enorme cantidad de cosas que están expuestas desde un primer instante sin que caigas en la cuenta. Es decir, dudo que la intención de Nolan fuera escondernos los hilos del artificioso truco completamente, sino que da la impresión de que quería mostrarnos todas las partes de un puzzle que al final se ve completamente montado. Eso lo intuyo por la escena inicial de los sombreros, los misteriosos planos del compañero de Alfred y diálogos varios. Tú puedes vaticinar varias cosas, pero no todo el conjunto hasta el final, y eso es lo que más me sorprendió.

Claro que este complejo argumento tan elaborado (me dan unas ganas tremendas de leerme el libro, que me han asegurado que es muchísimo mejor, que ya es decir) no sería lo mismo sin la majestuosa puesta en escena de Nolan, con una dirección sostenida con mano firme que se nota desde el primer encuadre del escenario (ojo a la escena del funeral) y esa primera demostración de Michael Caine explicándonos paso por paso en qué consiste el prestigio, deliciosa metáfora de todo lo que veremos después.
Además, el dúo de Christian Bale (Alfred) y Hugh Jackman (Robert) es impecable, no sabes cuál de los dos es el mejor en ese duelo interpretativo donde destacan por igual en todas las escenas. Aunque eso sí, sinceramente a mí me ha sorprendido más el segundo, porque tan acostumbrado que estoy de verle como Lobezno y no me ocurre como con otros actores (véase Pierce Brosnan), que es capaz de hacernos olvidar que es o ha sido el canadiense de las garras. No, aquí es Robert y se comporta como tal, con una elegancia inusitada sobre el escenario, dirigiéndose a su público con sobriedad. Bale no desmerece, pero de él ya esperaba ese papel. Sin embargo, Scarlett Johansson como Olivia no destaca en exceso (salvo por... lo evidente), pero eso se debe a que tiene mucho menos metraje que el resto. Lo cierto es que hasta Rebbeca Hall como Sarah, la esposa de Alfred, sorprende más.

En definitiva, una película muy elaborada, tremendamente compleja en su cometido y con grandes escenas que conducen a un final inevitable. La verdad es que a mí me encanta, aun me queda por ver el Ilusionista para saber cuál de las dos se queda con el Prestigio.

viernes, febrero 09, 2007

Bocetos de COP: Contest of Pijameros

Pues eso, que yo soy el autor de las tiras cómicas que aparecen cada lunes en la web de Universo Marvel. Y para actualizar (que llevo días sin hacerlo) he pensado que sería interesante mostraros algunos de los lápices de éstas, ya que tengo un buen colchón que enseñaros.

Aquí tenéis la
tira número 8, basada en los acontecimientos de Secret War, a lápiz primero y entintada, antes de maquetarla.



La
tira número 9 la realicé con muchas ganas y con pesar, puesto que realmente me dio pena la marcha del buen Dave Cockrum (dibujante, diseñador de personajes como Tormenta, Rondador Nocturno y Coloso) y merecía un homenaje como es debido. Por ello, no quedé contento con la primera versión a lápiz que hice y me animé a hacer otra que, en mi opinión, quedó mucho mejor.




En la
tira número 10, me costó mucho hacerme con los diseños de Lobezno apropiados para sus diferentes "versiones" a lo largo de su historia, llegando a improvisar sobre la marcha (solo tenía claro el de samurai y el de Madrox, chiste típico donde los haya, hasta Austen se burló de ello en su día), aquí tenéis la tira a lápiz y entintada:



Finalmente, en la
tira número 11, al tener una idea muy fija de lo que quería hacer (es lo que tiene querer meterse sutilmente con algunas injusticias editoriales y dibujar a uno de mis personajes preferidos como pueda ser Jessica Jones) no tuve demasiados contratiempos y la versión a lápiz fue muy respetada:



Eso es todo por hoy, no se olviden de pasar por Universo Marvel hoy mismo para ver la tira número 12 (publicidad subliminal, qué cosas XD) y espero que os haya resultado curioso. Si veo que os gusta, seguiré poniendo bocetos y demás por aquí, un saludo.

martes, febrero 06, 2007

Toonstruck, atrapado en la animación

El año 1996 fue de los mejores que jamás haya tenido un jugador de aventuras gráficas. Más de una treintena de juegos de este género salieron a lo largo de esos doce meses, siendo los más populares el propio Broken Sword o The Curse of Monkey Island. Pero aventuras como Toonstruck y Harvester, quedaron irremediablemente relegadas al ostracismo. ¿Es por su calidad? ¿por su arriesgada propuesta? Más de lo segundo que de lo primero, pero lo cierto es que fue una verdadera lástima, teniendo en cuenta que no tienen mucho que envidiar a las obras maestras del género, sin que estas lleguen a serlo, que ese título solo es apto para unas pocas afortunadas. Lo cierto es que tanto Toonstruck, Harvester y muchísimas otras salieron en la época menos apropiada y eso es una pena, sorbe todo en el caso de la primera, puesto que tenían preparada hasta la secuela y su salida al mercado no fue posible por su tremendo fracaso comercial. Una verdadera lástima que todos los jugadores de este fantástico juego de Virgin y Burst todavía sienten, al completárselo y ver ese final abierto tan sugerente.

Y es que Toonstruck es un mundo, con su gente, sus países y sus costumbres. Un mundo de dibujos animados que destila humor ácido, irónico, satírico y cínico por las cuatro esquinas. En un primer momento puede parecer un juego hasta infantil, teniendo en cuenta que el primer escenario a recorrer se llama Contentilandia, que ya es decir. Un lugar donde todos los habitantes son felices, solo quieren que el prójimo se sienta contento y son tan terriblemente ñoños que el paso a Malevolandia o Loquilandia se hace incluso relajante, algo que resulta verdaderamente irónico.
La historia cuenta las desventuras de un dibujante diseñador de dibujos animados, Andrés Truido, que tiene un plazo ridículo para mostrar a su jefe una gran idea sobre una serie de conejitos felices bailarines, un tema que horroriza a este gran creador de personajes. Su vida se volverá mucho más interesante cuando en mitad de la noche se mete accidentalmente en el mundo de dibujos animados ya citado.

Se trata de un argumento a primera vista sencillo, donde Andrés tendrá que huir de ese lugar y regresar a su mundo como sea, cosa que le garantiza el rey de Contentilandia si consigue salvarlos de la presencia del malvado Nefastus, que con su Maleficador desea… eh… malificarlos a todos… Ejem, pero nada es tan sencillo y resulta increíble que en un mundo tan aparentemente blanco y negro haya tantos tonos de gris. En resumen, que aquí nadie se salva.
A todo esto, desde luego que nadie se salva, y menos de la lengua del impredecible y políticamente incorrecto Flux Tarambana, el compañero que seguirá a Andrés Truido hasta el final de la aventura.

El control es muy sencillo, es point and click con ratón y disponemos de un inventario con la posibilidad de utilizar a nuestro inestimable compañero, cosa que recuerda mucho a la imprescindible Sam y Max, donde manejábamos al segundo mientras que el primero era una opción, como un objeto cualquiera. Las similitudes con este fantástico juego no acaban ahí, puesto que si ya dije en su momento que la aventura de Lucas Arts era delirante y surrealista, esta también le va a la zaga y hasta la supera en lo segundo, incluso en lo crítico. Ya que realmente se mete con la censura y lo políticamente correcto, que está reflejado aquí como lo más agobiante y patético de la aventura, si no que se lo digan a los guardias del rey de Contentilandia, capaces de poner de los nervios a cualquiera con sus frases excesivamente amables y sus horrendos bailes. Es curioso que resulte tan agradable encontrarse con un habitante de Loquilandia, en especial si aparece el típico dúo del gato y el perro liándose a hostias con la misma saña que Rasca y Pica en los Simpson. Todo ello en una fábrica llamada WACME, no por nada, pero el juego tiene muchas versiones de personajes célebres de los dibujos animados.

La verdad es que la aventura tiene un ritmo perfecto, aunque consista en obtener un número de objetos para resolver algo y salir del trecho, aparte de que los puzzles son bastante lógicos. Pero las situaciones son las que cuentan y hay muchas realmente divertidas.
El juego se puede separar perfectamente en dos actos, que son los CDs en los que consiste. El primero sería la búsqueda de objetos para la creación del Contentificador por los tres países anteriormente enumerados y el segundo en escapar del castillo de Nefastus. Por lo que la diversión está más que garantizada y en verdad hay que echarle unas cuantas horas al juego, que tiene la duración justa. De hecho, antes comenté que había una segunda parte ya realizada porque los programadores vieron que el juego se hacía demasiado largo y cortaron por la mitad (de hecho, hay pantallas que demuestran este hecho, alguna de Andrés por el oeste circula por la red), pero aun así procuraron que el final estuviera lo mejor posible, aunque abierto es el final de algo, así que no se nota mucho el corte, en absoluto.

Por último, habría que hablar de los gráficos y el sonido del juego.
Decir que en calidad técnica no tiene absolutamente nada que envidiar a The Curse of Monkey Island y hasta me parece que lo supera en cuanto a animación. Lo cual no es de extrañar, porque en el juego trabajaron animadores acostumbrados a series de televisión, por no decir que tenemos la presencia del actor Christopher Lloyd (recordad, el viejo de Regreso al Futuro), que interpreta de maravilla al carismático Andrés Truido, un personaje “real” insertado en fotogramas por un mundo en 2D perfectamente elaborado, una delicia. Aparte, los escenarios son coloridos y tienen una estética cartoon genial, así como los personajes, todos diseñados con bastante imaginación habiendo una gran variedad a lo largo y ancho del juego. Lo dicho, en cuanto a calidad técnica tanto Burst como Virgin se gastaron un buen pastón, motivo por el que no se comprende el gran batacazo en ventas, quizá una mala publicidad o esa horrible portada del payaso que, siendo honestos, no pega ni con cola. De hecho, cuando yo la vi por primera vez, no me motivaba nada coger la caja para saber de qué se trataba.

En cuanto al sonido, es asombroso, tiene música clásica que ambienta muy bien las pantallas y los efectos de sonido, aunque muy básicos, están muy acertados. Pero lo que sí es realmente increíble es el doblaje al castellano, donde podemos encontrar a dobladores de la talla de Héctor Cantilla doblando a Nefastus (dobló a Jor El en Superman Returns), Rafael Alonso a Flux Tarambana (dobla actualmente a Mr. Whiskers), Isacha Mengíbar a Fluffy (ni más ni menos que la que dobla a Lisa Simpson y a Jorgito, Juanito y Jaimito de Patoaventuras), José Luis Gil a Pincho Villa (el Juan Cuesta de Aquí no hay quien viva, el que dobla a Buzz Lightyear en Toy Story y al mismísimo Ace Ventura), etc, etc.
Aparte, la distribuidora española se volcó hasta en una excelente traducción donde podemos ver hasta carteles del fondo traducidos, acojonante el trabajo realizado.

Por todo esto y más, Toonstruck merecía mejor suerte y un mayor recuerdo en este competitivo mercado de los videojuegos. Actualmente es imposible de encontrar, pero si puedes hacerte con este juego, no lo dudes, es hasta perfecto para aquellos que pretendan iniciarse en las aventuras gráficas, su diversión no tiene igual.

lunes, febrero 05, 2007

El incoherente recorrido de Magneto

Qué difícil es hablar de los villanos de Marvel. Todos o prácticamente todos tienen un recorrido realmente estúpido, entre cambios y gilipolleces sin sentido que no vienen a cuento. Todos habrán resucitado al menos una vez, pero si hay uno que rivaliza con Jean Grey (alias Fénix) con respecto a eso es el propio Magneto.

Magneto nació para ser la antítesis perfecta de los X-men, el lado contrario de Xavier que, ya desde el principio, reunió a su propia Hermandad de Mutantes Diabólicos para combatir a los X-men de su oponente directo. En sus inicios tuvo un recorrido un tanto olvidable, aunque fue realmente carismático y tuvo unos números inmejorables de la mano de Roy Thomas y Neal Adams, que lo convirtieron en un estratega malévolo, a la altura del Dr. Muerte, que ya empezaba a despuntar por aquel entonces en las páginas de los Cuatro Fantásticos.
Pero lo que de verdad fue un golpe de suerte para este personaje fue encontrarse bajo la máquina de escribir de Chris Claremont. Aunque sus inicios con él fueron un tanto extraños, de primeras hizo que se codeara con Mesmero, ya que en su momento urdió un plan contra la Patrulla-X que consistía en una réplica robótica falsa del villano. Lo raro fue la presencia de Nany, una niñera robot que se dedicó a torturar a los hombres-X de la manera más terrorífica posible: tratándolos como si fueran auténticos bebés.

Lo dicho, Claremont tuvo un inicio rocambolesco, pero luego realizó con Magneto el mejor de sus recorridos, tratándolo con una ambigüedad y complejidad impresionantes, llegando a llorar por el dolor que le inflige a Kitty Pryde, que tan solo era una niña por aquel entonces. Al ver su colgante judío no pudo evitar echarse abajo y retirarse un tiempo para regresar siendo uno de los miembros de los X-men, sustituyendo a un Xavier muy malherido y ausente, perdido en el imperio Shi´ar, donde le curarían las heridas. La verdad es que su paso en la escuela fue muy desagradable para él mismo, ya que todos desconfiaban de él y ni siquiera le permitían que fuera a ver a los integrantes del Club Fuego Infernal, siendo esto comprensible, claro. El colmo de los colmos llegó cuando los Estados Unidos quisieron llevarlo a juicio, empezando así un crossover entre los X-men y los Vengadores que aun hoy es recordado. Como era de esperar, todo acabó en desastre, ya que al ver que las cosas no iban muy bien con su presencia ni cuando salvó a Pícara en la Tierra Salvaje, matando a gente por en medio, se retiró a su asteroide M, donde descubrió algo que no le hizo mucha gracia, que digamos.

Y así empezamos con la primera cagada, Magneto fue tratado psicológicamente por Moria McTaggert cuando este fue convertido en un retaco de un año o menos (no preguntéis, finales de los 60 y tal), de ahí las buenas intenciones del villano. Montó en cólera y con un grupo de Acólitos armó una guerra bien gorda que acabó en el mismo asteroide, que explotó con él dentro, salvando a los X-men en un último acto de piedad. Y se supone que ese era el final para el personaje.
Pero no, en las editoriales norteamericanas no pueden dejar que un malvado de esa enjundia desaparezca así como así, por lo que regresó (que no estaba muerto, estaba de parranda como quien dice) en un crossover llamado Atracciones Fatales, donde extrajo el adamantium a Lobezno (toma ya) y se llevó a Coloso a sus filas tras las confusiones que tenía este con respecto a la muerte de su familia, especialmente de Illyana por el virus del Legado. No era mala saga y tampoco mal desenlace, puesto que acaba con Xavier haciéndole una lobotomía de cojones al villano, es decir, dejándolo más seco mentalmente que la mojama. Y se supone que de él nunca más se supo. ¿O sí?

Pues sí, porque de repente vemos que una monja encuentra a un tipo joven, amnésico y con poderes del magnetismo. Su ADN coincide con… adivinad… ¡sí! Erik Magnus Leshner, y acaba formando parte de la Patrulla-X, teniendo un pequeño idilio con Pícara que no dura demasiado y apenas se explora. Lo bautizaron… Joseph, por alguna extraña razón. Luego vimos que existía la duda de que repitiera los mismos pasos de antaño, ya que este Magneto resulta ser un tipo muy amigable y con toda la intención de ser buena persona. Por desgracia, los guionistas tenían ideas muy extrañas y los editores metían mucha mano por medio, puesto que de repente vemos que hay otro Erik deambulando por ahí entre subtramas, sigh… Finalmente, tuvo que llegar Davis para resolver el caos argumental y la verdad es que lo hizo lo mejor que pudo, logrando que Joseph tuviera su propio origen (muy interesante) en una saga de desenlace inesperado donde la copia benigna (no lo llamemos clon, que si no se enfada la creadora) tiene una muerte loable. O al menos muchísimo mejor que otras tantas que vemos actualmente.

¿Y qué fue de Magneto? ¡Con su propia parcelita en Genosha, casi nada!
Como gobernante de dicho país y continente, tiene varias responsabilidades y de esta manera tan inteligente se quitaban los guionistas de encima a este villano, ocupado por sus quehaceres y protagonizando varias miniseries junto a Polaris. Pero llegó Apocalipsis (léase Lobdell) y se lo cargó todo de un plumazo, de repente Magneto quiere guerra y en la infame Vísperas de Destrucción se pone a luchar contra los X-men en una especie de coliseo para acabar ensartado por Lobezno cual pincho moruno.
¿Fin? No, qué va, luego por si todo esto fuera poco, llega Morrison y en una esnifada se cepilla toda Genosha porque Cassandra Nova (la nueva archivillana) lo vale. Un número con un funeral por todo lo alto (tendríais que haber visto la estatua, la leche) supone el fin para este personaje. Qué ingenuos…

Que no, que no, que de repente ni Joseph ni leches: Xorn. ¿Qué quién es ese? Pues un tío con una estrella (de las del espacio, literalmente) en la cabeza que ingresó en los X-men durante la saga de Imperial. Resulta ser Magneto, que no estaba muerto y tal. Por suerte, Planeta-X es una saga con momentos tan geniales como la supuesta muerte de Jean y Lobezno en el espacio que justifica todo el embrollo, que ni es tan complicado ni carece de coherencia, si uno lo piensa dos veces. Y es que Erik tenía que cumplir con su palabra, tarde o temprano, sobre todo si le han destrozado toda una isla de su propiedad.
Eso sí, el guionista escocés en un arrebato de originalidad hace que Lobezno mate a Magnus oootra vez.
¿Fin? Repetimos: NO.

Está viiivo. ¿Y cómo esta vez? Pues que no era Xorn, que lo había suplantado porque la droga Coz le volvió loco, así que ahí lo tenemos otra vez al chico, en Genosha y con Xavier, intentando realzarla de nuevo. Hasta que a la hija se le cruzan los cables y llega la Dinastía de M, un mundo donde Magneto es el rey de los Estados Unidos y vive placenteramente de no ser por la terrible pérdida de su mejor amigo, el Xavierete. Hasta que se descubre el desaguisado y… digamos que no se lo toma muy bien, por lo que la hija (por si no lo sabéis a estas alturas, hablo de Wanda Maximoff, la Bruja Escarlata) pierde el control y suelta una frasecilla que lo manda todo a tomar por culo: -No more mutants.
Llegamos entonces al paradero actual del villano, deambulando por Genosha y además sin poderes, tan triste y solitario que no me explico cómo no se ha pegado un tiro a estas alturas.

Y eso es todo, por ahora, ¿cuánto más nos sorprenderán los guionistas? ¿Cuánto tiempo serán capaces de seguir manteniendo la suspensión de incredulidad? No se lo pierdan señores, todos los meses en el mismo kiosco o en la misma librería… Según le dé a Panini, claro.