Año: 2007.
Director: Zack Snyder
Lugar: Estados Unidos.
Duración: 117 minutos.
Hace tiempo que Miller dejó de ser el que era, que empezó a realizar obras más humildes y modestas sin la calidad que mostró en sus primeros años, con obras como Batman: Año Uno, Dark Knight, Born Again y Elektra Asesina, entre otras muchas. Fue justamente cuando empezó con Sin City y se quedó anclado en su colección, realizando unos números mejores que otros. Por desgracia, Miller empezó a demostrar su mediocridad, la misma con la que iba a hundirnos en los años 90, a excepción de algunas obras. Una de ellas, a finales de esa misma década, fue 300, su última novela gráfica decente.
Yo la leí antes que del visionado del film, quedé prendado por la puesta en escena mostrada en las viñetas, su lírica y la manera de representar la guerra. El argumento es sencillo y básico, pero el elegante y efectivo envoltorio suple con creces la lectura. Aunque, al contrario de lo que piensan muchos, yo me niego a considerarlo una obra maestra, creo que no pasa de un cómic notable muy bien presentado. Su mejor baza es que se sale de lo común, por mucho que recupere un formato apaisado que dista de ser original, pero Miller se acomoda tanto a él y lo aprovecha de tal manera que lo hace único.
Cuando me enteré de que iban a hacer una película no me lo podía creer, me vi el making off (que fue lo primero que sacaron por la web) y pensaba que no iban a lograr hacerlo bien. Luego me ví el primer trailer y... Aluciné.
Ahora, tras haber visto la película, queda opinar.
La historia va de la batalla de los 300 espartanos contra el innumerable ejército de los persas liderado por el divino (de la mueeeelte) Jerjes en el desfiladero de las Termópilas. El orgullo espartano impide que Leónidas se postre ante el líder invasor y el Consejo no considera la idea de entrar en guerra, porque creen que perderían irremediablemente en una cruenta batalla. Es por ello que toma la decisión de partir junto a un pequeño ejército de hombres con los que demostrará lo mucho que pueden hacer ellos solos luchando con estrategia y orgullo ante un ejército de miles de soldados, dispuestos a cometer una carnicería.
La verdad es que lo primero que quiero resaltar es que viéndola he sentido exactamente lo mismo que sentí leyendo la obra original y eso ya de por sí me parece un logro tremendo. Es más, es tan impresionante en su épica que logra hacerme saltar del asiento en más de una ocasión y dejarme con la boca abierta ante su esplendorosa fotografía, ambiente y sofisticado diseño. En algunas escenas la translación de cómic a cine queda un tanto irregular (véase el momento en que Leónidas echa al foso al primer emisario de Jerjes) pero en otras supera con creces al cómic (la rendición de Leónidas está muchísimo mejor representada y el lanzamiento de la lanza contra el enemigo es inolvidable), quedando así compensada la exhaustiva adaptación que aquí se ha realizado. Porque, además, cabe destacar que se ha respetado prácticamente todo, solo que con algunos añadidos para ofrecer los diferentes mensajes propios de una película de este estilo. Además, puesto que el cómic se lee de un soplo, era conveniente añadir algo de metraje extra, sobre todo para no aburrir al espectador en las batallas.
Eso supone un problema, porque algunas veces se contradice con el resto o queda bastante mal, como por ejemplo el hecho de que dediquen varios minutos mostrando al hijo de Leónidas, en una escena donde pelea con su padre y en otras en compañía de la madre, creo que sobraba un poco dedicar escenas a esto, especialmente en la despedida, donde en el cómic se mostraba más la falta de emoción humana que podían sentir los espartanos, con una simple y contundente frase de la reina. Se nota demasiado que pretendían coger un poco de Gladiator (esos trigales...).
Sin embargo, en otras ocasiones los añadidos son excepcionales y mejoran el resultado final. Yo me quedo especialmente con los tan criticados momentos donde nos es presentado el Consejo, en el cómic apenas aparece y también la mujer de Leónidas cobra cierta importancia inesperada. Lo cual lo considero todo un acierto, puesto que el tema de la violación y el enfrentamiento al Consejo me parecen geniales, lejos de ser algo más politicamente correcto, creo que enriquece el conjunto y sirve perfectamente de pausa ante tanto despliegue de sangre y mutilaciones (sin censura, oiga) en medio de la cruenta batalla. Ni siquiera me parece que quede de pegote o fuera de lugar, así que celebro este tipo de añadidos.
En cuanto a las batallas, solo puedo decir que son BRUTALES.
El único defecto es que creo que las han hecho hasta más fantásticas que en el cómic (¿ese gigante? ¿aquel tipo de las pinzas de cangrejo? ¿un hombre-cabra en una orgía?), quizá resulte demasiado excesivo, pero al menos sirve para ofrecer algo más de variedad en la película, consiguiendo insuflarle cierto aire inverosímil que si eres capaz de disfrutar, puede gustarte mucho, le da cierto toque distintivo. Es curioso que el director pretendiera deshumanizar tanto a los persas y humanizar más a los espartanos de lo que ya había hecho Miller (que son mucho más bestias en la novela gráfica), pero la verdad es que... no me imagino la película sin los elementos fantásticos y sobrenaturales y lo curioso es que casi los he echado en falta en la relectura de la obra original. Claro que ya que calcan el estilo gráfico de Miller en algunos puntos (ese lobo contra el que se enfrenta Leónidas de niño...), no está de más forzar un poco más la nota para dejar bien claro por donde va la cosa.
Por lo demás, ese barroquismo y esa manera de rodarlo me ha parecido sensacional. Hasta da la impresión de que no abusan de los efectos a lo Matrix, no resultan cargantes siquiera y son capaces de ofrecer hermosísimas escenas que dan ganas de enmarcar en los museos. Esos tonos apagados de ocre, ese rojo sangre de las capas de los espartanos, las siluetas marcadas por el sol de fondo, los contrastes lumínicos casi siempre presentes, la apabullante riqueza de las tropas de Jerjes con su imposible (por altura) pero impresionante presencia. Hasta la variedad de personajes es sorprendente, digna de un videojuego de calidad (sin querer decir esto como algo negativo, al contrario, ya les gustaría a muchas películas tener la creatividad de algunos juegos de videoconsola) y todos sorprenden, hasta los Inmortales. Aunque sobraba cierto rostro descubierto, todo tiene un límite.
Aparte de que algunos momentos son como las sombras chinescas realizadas con figuras de papel que recrean batallas (al estilo el principio de Drácula de Bram Stoker) solo que a todo color y tridimensional, a pesar de que la cámara suele hacer un recorrido horizontal. Para ser una batalla de casi dos horas, se me hizo hasta corta.
Lo dicho, una gran adaptación, una película más que disfrutable y algo digno de ver en los cines. No es aconsejable bajársela y no deja indiferente, salvo quizá el horroroso doblaje. Memorable y prácticamente única (de no ser por Sin City).
Director: Zack Snyder
Lugar: Estados Unidos.
Duración: 117 minutos.
Hace tiempo que Miller dejó de ser el que era, que empezó a realizar obras más humildes y modestas sin la calidad que mostró en sus primeros años, con obras como Batman: Año Uno, Dark Knight, Born Again y Elektra Asesina, entre otras muchas. Fue justamente cuando empezó con Sin City y se quedó anclado en su colección, realizando unos números mejores que otros. Por desgracia, Miller empezó a demostrar su mediocridad, la misma con la que iba a hundirnos en los años 90, a excepción de algunas obras. Una de ellas, a finales de esa misma década, fue 300, su última novela gráfica decente.
Yo la leí antes que del visionado del film, quedé prendado por la puesta en escena mostrada en las viñetas, su lírica y la manera de representar la guerra. El argumento es sencillo y básico, pero el elegante y efectivo envoltorio suple con creces la lectura. Aunque, al contrario de lo que piensan muchos, yo me niego a considerarlo una obra maestra, creo que no pasa de un cómic notable muy bien presentado. Su mejor baza es que se sale de lo común, por mucho que recupere un formato apaisado que dista de ser original, pero Miller se acomoda tanto a él y lo aprovecha de tal manera que lo hace único.
Cuando me enteré de que iban a hacer una película no me lo podía creer, me vi el making off (que fue lo primero que sacaron por la web) y pensaba que no iban a lograr hacerlo bien. Luego me ví el primer trailer y... Aluciné.
Ahora, tras haber visto la película, queda opinar.
La historia va de la batalla de los 300 espartanos contra el innumerable ejército de los persas liderado por el divino (de la mueeeelte) Jerjes en el desfiladero de las Termópilas. El orgullo espartano impide que Leónidas se postre ante el líder invasor y el Consejo no considera la idea de entrar en guerra, porque creen que perderían irremediablemente en una cruenta batalla. Es por ello que toma la decisión de partir junto a un pequeño ejército de hombres con los que demostrará lo mucho que pueden hacer ellos solos luchando con estrategia y orgullo ante un ejército de miles de soldados, dispuestos a cometer una carnicería.
La verdad es que lo primero que quiero resaltar es que viéndola he sentido exactamente lo mismo que sentí leyendo la obra original y eso ya de por sí me parece un logro tremendo. Es más, es tan impresionante en su épica que logra hacerme saltar del asiento en más de una ocasión y dejarme con la boca abierta ante su esplendorosa fotografía, ambiente y sofisticado diseño. En algunas escenas la translación de cómic a cine queda un tanto irregular (véase el momento en que Leónidas echa al foso al primer emisario de Jerjes) pero en otras supera con creces al cómic (la rendición de Leónidas está muchísimo mejor representada y el lanzamiento de la lanza contra el enemigo es inolvidable), quedando así compensada la exhaustiva adaptación que aquí se ha realizado. Porque, además, cabe destacar que se ha respetado prácticamente todo, solo que con algunos añadidos para ofrecer los diferentes mensajes propios de una película de este estilo. Además, puesto que el cómic se lee de un soplo, era conveniente añadir algo de metraje extra, sobre todo para no aburrir al espectador en las batallas.
Eso supone un problema, porque algunas veces se contradice con el resto o queda bastante mal, como por ejemplo el hecho de que dediquen varios minutos mostrando al hijo de Leónidas, en una escena donde pelea con su padre y en otras en compañía de la madre, creo que sobraba un poco dedicar escenas a esto, especialmente en la despedida, donde en el cómic se mostraba más la falta de emoción humana que podían sentir los espartanos, con una simple y contundente frase de la reina. Se nota demasiado que pretendían coger un poco de Gladiator (esos trigales...).
Sin embargo, en otras ocasiones los añadidos son excepcionales y mejoran el resultado final. Yo me quedo especialmente con los tan criticados momentos donde nos es presentado el Consejo, en el cómic apenas aparece y también la mujer de Leónidas cobra cierta importancia inesperada. Lo cual lo considero todo un acierto, puesto que el tema de la violación y el enfrentamiento al Consejo me parecen geniales, lejos de ser algo más politicamente correcto, creo que enriquece el conjunto y sirve perfectamente de pausa ante tanto despliegue de sangre y mutilaciones (sin censura, oiga) en medio de la cruenta batalla. Ni siquiera me parece que quede de pegote o fuera de lugar, así que celebro este tipo de añadidos.
En cuanto a las batallas, solo puedo decir que son BRUTALES.
El único defecto es que creo que las han hecho hasta más fantásticas que en el cómic (¿ese gigante? ¿aquel tipo de las pinzas de cangrejo? ¿un hombre-cabra en una orgía?), quizá resulte demasiado excesivo, pero al menos sirve para ofrecer algo más de variedad en la película, consiguiendo insuflarle cierto aire inverosímil que si eres capaz de disfrutar, puede gustarte mucho, le da cierto toque distintivo. Es curioso que el director pretendiera deshumanizar tanto a los persas y humanizar más a los espartanos de lo que ya había hecho Miller (que son mucho más bestias en la novela gráfica), pero la verdad es que... no me imagino la película sin los elementos fantásticos y sobrenaturales y lo curioso es que casi los he echado en falta en la relectura de la obra original. Claro que ya que calcan el estilo gráfico de Miller en algunos puntos (ese lobo contra el que se enfrenta Leónidas de niño...), no está de más forzar un poco más la nota para dejar bien claro por donde va la cosa.
Por lo demás, ese barroquismo y esa manera de rodarlo me ha parecido sensacional. Hasta da la impresión de que no abusan de los efectos a lo Matrix, no resultan cargantes siquiera y son capaces de ofrecer hermosísimas escenas que dan ganas de enmarcar en los museos. Esos tonos apagados de ocre, ese rojo sangre de las capas de los espartanos, las siluetas marcadas por el sol de fondo, los contrastes lumínicos casi siempre presentes, la apabullante riqueza de las tropas de Jerjes con su imposible (por altura) pero impresionante presencia. Hasta la variedad de personajes es sorprendente, digna de un videojuego de calidad (sin querer decir esto como algo negativo, al contrario, ya les gustaría a muchas películas tener la creatividad de algunos juegos de videoconsola) y todos sorprenden, hasta los Inmortales. Aunque sobraba cierto rostro descubierto, todo tiene un límite.
Aparte de que algunos momentos son como las sombras chinescas realizadas con figuras de papel que recrean batallas (al estilo el principio de Drácula de Bram Stoker) solo que a todo color y tridimensional, a pesar de que la cámara suele hacer un recorrido horizontal. Para ser una batalla de casi dos horas, se me hizo hasta corta.
Lo dicho, una gran adaptación, una película más que disfrutable y algo digno de ver en los cines. No es aconsejable bajársela y no deja indiferente, salvo quizá el horroroso doblaje. Memorable y prácticamente única (de no ser por Sin City).