miércoles, marzo 22, 2006

Thai Dragon, o cómo desmadrarse por un elefante.

Año: 2005.
Duración: 109 minutos.
País: Tailandia.
Director: Prachya Pinkaew.

Pues nada, a esto que estaba yo mirando la cartelera de un cine de Benidorm con unos amigos. Veo Crash, Tristan e Isolda, Truman Capote, Syriana, Sky High, La Pantera Rosa y Thai Dragon. Uno de mis colegas grita: -DIOS MÍO, ¡¡una de los mismos de Ong-Bak!! ¡¡TENGO QUE VERLA!! Vamos, que se volvía loco por ver la película, ansioso que estaba, acabó arrastrando al resto de la gente con su euforia (es que también somos fans de las películas orientales) y me decidí (nadie me obligó, aunque quería ver Crash, snifff) por ver la misma que todos. ¿Qué puedo decir sobre la película? ¿Estuvo bien? ¿Sobreviví al visionado? ¿Es una obra maestra? Preguntas que merecen cierta respuesta.

Antes que nada, bienvenidos a Tailandia, paraiso absoluto y la utopia hecha realidad, todos los tailandeses son muy buenos allí y conviven en armonía con la naturaleza, de un modo idílico con la fauna y la flora, en especial con los elefantes, que son como hermanos para ellos. Por desgracia, tuvieron que llegar los occidentales para joder las cosas, unos malditos cazadores furtivos que ganan grandes cantidades de pasta por la obtención de ciertos elefantes de la zona, muy gustosos y exóticos por Australia, gran manjar para la alta clase social. Pero, ojo, que no pueden haber occidentales medianamente inteligentes, ya sean malos o buenos, y resulta que una mafia tailandesa es la culpable de todo el embrollo, la que compró a los elefantes y son tan malos que ni siquiera usan pistolas para defenderse del gran héroe de la película, el invencible Kham, el que considera a sus elefantes como hermanos y semejantes.

No hay duda, la película está repleta de tópicos de cabo a rabo, con el héroe de turno desfalleciendo entuertos, buscando venganza por la injusticia a la que ha sido sometido. Diablos, si hasta hay chica indefensa de por medio, que con sus piadosas miradas serían capaces de derretir a más de uno (de hecho, hace una especie de baile erótico bastante sugerente en la mitad de la película, cosas de ser una prostituta de lujo). Hasta tenemos al compañero que lo deja todo con tal de apoyar al protagonista, el policia Mark (también tailandés, qué cosas) en compañía de su incompetente compañero occidental que solo sabe ceñirse a las reglas sin tener en cuenta la protección del inocente (pero no indefenso) Kham. Y claro, no puede haber un gran héroe sin grandes adversarios, así que tenemos también a la mala malísima (bueno, el que sea mujer no queda muy claro, si tenemos en cuenta una de las frases de la película, ejem) Madame Rose, tan mala que a la hora de dar sustento a un niño dudo que salga leche, sino vinagre.

Eso sí, como es una mujer (se supone), tiene a su servicio a un gran puñado de matones de lo más peculiares, ni los personajes de Tekken o Street Fighter tiene nada que envidiarles, se ve que se gastó todo el dinero en contratarlos, luego se quedaron sin pistolas o armas de fuego, comprensible. Lo que me ha parecido preocupante el no ver una sola fémina luchadora, vaya manera de extender la idea del sexo debil, todas las que salen en la película solo están para gritar asustadas o salir pitando. Y luego está eso de que el héroe es vapuleado y apaleado hasta la extenuación, solo para que tenga una especie de revelación y se levante renacido, con una gran fuerza que antes no tenía, para derrotar de una manera impecable y predecible a sus enemigos, que de repente se comportan de una manera un poco más estúpida. Lo mejor, claro está, son sus dotes detectivescas, la manera más eficaz de encontrar a su elefantes es llegar a un sitio y gritar: ¿¿¿DÓNDE ESTÁ MI ELEFANTEEE??? Pero bueno, mientras le salga bien...
En resumen, aquí no hay argumento que valga.

Pero claro, ¿qué puedes esperar a la hora de ver una película de este estilo? Es una película de artes marciales a la vieja usanza, de las que hicieron famosos a actores como Bruce Lee o Jackie Chan (que hace un simpático cameo), de los que el actor protagonista de esta película (Tony Jaa, la nueva estrella de este género) profesa gran devoción. Así que sería absurdo el uso de armas de fuego, hay que eliminarlas por completo para poder admirar la gran cantidad de técnicas de todo tipo que son capaces de realizar los personajes. De hecho, es lo mejor de la película y la principal motivación para ir a verla, porque la coreografía es espectacular y las acrobacias insuperables, de las que dejan con la boca abierta. Vaya, que la película, por muy manido que sea el argumento y por típico que sea, cumple con su deber bastante bien, entretiene mucho.

Lo que más me ha sorprendido es la gran variedad de enemigos a los que Kham debe enfrentarse, ya he dicho antes que no tienen nada que envidiar a personajes de juegos de lucha populares (¿Virtua Fighter? burdos aficionados comparados con estos). Y es que hay de todo, desde un luchador de capoeira, lucha libre con fuerza bruta (ese tipo sorprende, encajando los golpes clavado en el suelo) y el estilo de lucha que emplea el protagonista, imitado por el primer contendiente serio que podemos ver. Aquel que sea aficionado a este tipo de peleas está de enhorabuena, desde luego, porque la película no se queda corta al respecto y después del inicio, todo el tiempo es lo mismo.

Pero lo mejor, sin duda, es la escena ininterrumpida de la escalera, el protagonista sube varios pisos enfrentándose a todo aquel que se interponga en su camino, en una gran muestra de dirección artística sorprendente y eficaz. Deja con la boca abierta, lo garantizo, no puedo imaginar cómo lo habrán rodado de esa manera y me recordó bastante a juegos del estilo de Streets of Rage. ¿Alguien se acuerda de ese mítico juego de Mega Drive? Qué recuerdos.
Aparte, podemos ver ciertas localizaciones que no tienen desperdicio, sobre todo en la primera parte de la película, con las escenas de los bosques de Tailandia y las costumbres de los paisanos, por no hablar de ciertos paisajes de Australia. En cuanto a dirección artística, esta película no se queda corta en absoluto.

En definitiva, la película no engaña y ofrece lo que promete. Quien espere un argumento elaborado o unos personajes con profundidad que huyan, pero aquellos que quieran pasar un buen rato con artes marciales, coreografias y momentos espectaculares... Que pasen y vean.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

una pregunta va desfalleciendo entuertos, o deshaciendo...



firmado un humilde amigo, tio me gusta este sitio....

Ovi-One dijo...

Va a ser que conozco la expresión de oidas y nunca me lo había planteado. Gracias por corregirme, eh, se agradece. ^_^

Un saludo.

han mas solo que la una dijo...

NO SE SI LO DICES,PERO UNO DE LOS QUE SE PEGAN HOSTIAS CON TONY JAA,DOBLO A TOBEY MAGUIRE EN...SPIDER-MAN(oops,descuido mayusculo on)

Anónimo dijo...

hola que tal si la verdasd es que me gusta las buenas pelis de arter marciales donde solo se muestra heso artes marciales aunque en este caso sea en un enfoque algo salvaje simplemente buena en lo que dice ofrecer vamos ostias y movimientos amrciales para dar y vender muy buena las ostias xdxd si eres amante de los buenos manporros son efectos especiales ni nada ves a verla xdxd

Christian "Samanosuke" dijo...

Se repite la fórmula de la primera, sólo que ahora se sustituya la cabeza por elefantes.
Hasta aparecen los mismos actores (el policía ese que en Ong-Bak... ¡Ups! Spoiler al acecho...).

Anónimo dijo...

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