Lamento tanto retraso a la hora de actualizar, pero digamos que he estado bastante indispuesto y tenía mucho que adelantar en el weblog donde colaboro: +Q Cómics.
El caso es que he terminado de leer el famoso y vanagloriado Siempre Vengadores. La verdad es que no he sido muy fan de este grupo en el pasado, de hecho podría decirse que siempre he tratado de evitarlo, nunca me ha llamado la atención la acción superheróica más pura, salvo si ésta estaba bien hecha y con cierto interés (véase Nuevos Titanes, por ejemplo). Esas dos cuestiones podrían ser decisivas a la hora de realizar una crítica sibjetiva de la maxiserie de Kurt Busiek y Carlos Pacheco, porque soy de esos tipos raros que nunca recomendarían esta obra a nadie, salvo si esa persona fuera un fan incondicional del grupo, porque la historia está dirigida, de forma bastante descarada, al fan de toda la vida, aquel seguidor de los personajes que sabrá captar los miles de guiños que podemos encontrar en ella.
Y es que estamos ante una historia muy enciclopédica, que pretende atar casi todos los cabos sueltos de toda la historia de los Vengadores de una manera un tanto exhaustiva y con un deux machina bastante sangrante, al menos yo creo que la solución es peor que la enfermedad, pues el uso del tiempo y las divergencias temporales me parece un aunténtico caos donde absolutamente todo vale.
Eso, para empezar, ya me desorienta y evita que sienta cualquier tipo de interés o empatía con lo que se está contando, haciendo que odie a personajes como Inmortus y Kang, que se prestan a la retrocontinuidad más descarada y fácil, seres que viajan por el espacio y el tiempo, pueden estar en cualquier parte y podrían ser cualquiera con engaños y conspiraciones. Lo dicho, espero que nunca hagan algo parecido nunca más.
Claro que, yo soy un negado en eso de que los viajes al pasado crean divergencias temporales, porque si tenemos en cuanta esta teoría, la verdad es que apaga y vámonos, ¿para qué van los viajeros temporales a intentar salvar su futuro si es imposible, si solo creas dimensiones alternativas? Es más, al final de esta maxiserie, ¿para qué pretenden los Guardianes del Tiempo que Kang se convierta en Inmortus? Si ese mismo cambio forzado solo abre una divergencia temporal, ¿cómo va a ser ese el mismo Inmortus que el otro? No tiene sentido.
Con lo que me gustan las cosas al estilo Dr. Manhattan en Watchmen, donde cualquier cosa que hagas, incluso viajar al pasado, ayuda a que ocurra lo inevitable, es un poco eso del destino escrito, pero es que de esa manera es interesante ver las repercusiones y el camino. Vamos, que no es cuestión de ponerse metafísico, porque es un tema que trae cola y cada uno tendrá su opinión al respecto, como quien cree en una religión u otra.
El problema es que esta maxiserie empieza muy, muy floja. No entiendo por qué tanto misterio desde el principio, tanta batallita de aquí para allá para que las cosas tengan que ocurrir como deben, con un misterioso personaje llamado Libra sin abrir la boca por alguna extraña razón, los Vengadores seleccionados pasando por el aro cada dos por tres, como perritos falderos que se quedan en medio del espacio/tiempo para proteger a un Rick Jones que está todo el tiempo reflejando el animo del lector: Vaya rollo, me aburro, no entiendo nada, basta de cháchara... Justo lo que estaba pensando yo, fíjate.
No creo que haya ritmo, no veo que los primeros números tengan sentido más allá de rellenar páginas, porque todo son peleas y confusión, no parece haber un camino prefijado y todo se concentra en el susodicho Rick Jones y su fuerza del destino, para que al final todo tenga que ver con toda la humanidad. Lo que me recuerda que es un argumento retomado para el crossover Maximum Security, llevado a cabo por el mismo el guionista.
Menos mal que la segunda parte de la maxiserie, en el momento de las explicaciones, es mucho mejor, porque hay traición, revelaciones y se va, por fin, directamente al grano, que ya iba siendo hora. Eso sí, en cuanto a las explicaciones sobre la vida de Kang e Inmortus, repito lo mismo de antes, no sé si el remedio es peor que la enfermedad, porque esa manera de atar cabos sueltos bien podría ser negada también de cualquier manera con la misma explicación que Busiek ofrece. Basta con decir, en cualquier momento, que algunos mentían y que todo era obra de uno de esos fantasmas espaciales, que están en todas partes y se prodigan como hongos.
En fin, que no creo que esta historia sea totalmente accesible a nuevos lectores, ni tan siquiera a iniciados a los Vengadores, porque hay que reconocer la labor enciclopedica de Busiek, que está muy elaborada, pero todo entra con calzador y de una manera forzada, es inevitable, después de todo se tratan elementos demasiado abiertos, el poder del mismísimo Inmortus es tan elevado que podría haberlo hecho todo en un chasquear de dedos, pero bueno.
Y si alguien me explicara qué es la Fuerza Destino, estaría muy agradecido, por cierto.
Eso sí, las caracterizaciones no están nada mal, empezando por ese Chaqueta Amarilla tan genuino y acabando con el Capitán América inseguro. Aunque duele leer esas parrafadas de Busiek tan estrafalarias, típicas del cómic superheróico, con gritos y lírica, puede que ayude a crear cierta épica, muy propensa en las obras de este guionista, pero para lo mucho que han cambiado los cómics actuales y después de haber leído JLA/JLE, no puedo evitar que me resulte un tanto absurda a veces, manías mías.
Por cierto, me resulta graciosa la batalla final, con todos los Vengadores del pasado, presente y futuro luchando entre sí, ¿cómo diablos se aclaran y saben con quiénes hay que luchar? ¡¡Es una locura!!
Esa maxiserie, por suerte, no sería la misma sin la labor de Carlos Pacheco, posiblemente su mejor trabajo hasta la fecha (discutible, claro, pero ahí queda mi opinión). Este dibujante es capaz de meter a cientos de superhéroes en una página sin despeinarse, con mucha naturalidad, soltura y elegancia, sobre todo esto, pues sus cuerpos tienen unas expresiones corporales y unos escorzos muy logrados, muy bellos me atrevería a decir. Eso sí, en cuanto a rostros es bastante limitado, no es que tenga un mal repartorio de expresiones faciales, pero suelen salirle extraños en ocasiones y no hay muchas caras distintas. Pero tampoco es un fallo reseñable, tan solo quisquilloso.
Solo falla un poco en la narrativa, aunque suele ser bastante espectacular con la acción.
En definitiva, mucha revisión del pasado, mucha retrocontinuidad, mucha batalla a la vieja usanza y demasiados conceptos cósmicos sobre el tiempo y el espacio. Si no te gusta nada de eso, aléjate, este no es tu cómic. Yo no sé por qué me lo compré, quizá fuera por culpa de Pacheco, pero la verdad es que me ha sido doloroso de releer.
El caso es que he terminado de leer el famoso y vanagloriado Siempre Vengadores. La verdad es que no he sido muy fan de este grupo en el pasado, de hecho podría decirse que siempre he tratado de evitarlo, nunca me ha llamado la atención la acción superheróica más pura, salvo si ésta estaba bien hecha y con cierto interés (véase Nuevos Titanes, por ejemplo). Esas dos cuestiones podrían ser decisivas a la hora de realizar una crítica sibjetiva de la maxiserie de Kurt Busiek y Carlos Pacheco, porque soy de esos tipos raros que nunca recomendarían esta obra a nadie, salvo si esa persona fuera un fan incondicional del grupo, porque la historia está dirigida, de forma bastante descarada, al fan de toda la vida, aquel seguidor de los personajes que sabrá captar los miles de guiños que podemos encontrar en ella.
Y es que estamos ante una historia muy enciclopédica, que pretende atar casi todos los cabos sueltos de toda la historia de los Vengadores de una manera un tanto exhaustiva y con un deux machina bastante sangrante, al menos yo creo que la solución es peor que la enfermedad, pues el uso del tiempo y las divergencias temporales me parece un aunténtico caos donde absolutamente todo vale.
Eso, para empezar, ya me desorienta y evita que sienta cualquier tipo de interés o empatía con lo que se está contando, haciendo que odie a personajes como Inmortus y Kang, que se prestan a la retrocontinuidad más descarada y fácil, seres que viajan por el espacio y el tiempo, pueden estar en cualquier parte y podrían ser cualquiera con engaños y conspiraciones. Lo dicho, espero que nunca hagan algo parecido nunca más.
Claro que, yo soy un negado en eso de que los viajes al pasado crean divergencias temporales, porque si tenemos en cuanta esta teoría, la verdad es que apaga y vámonos, ¿para qué van los viajeros temporales a intentar salvar su futuro si es imposible, si solo creas dimensiones alternativas? Es más, al final de esta maxiserie, ¿para qué pretenden los Guardianes del Tiempo que Kang se convierta en Inmortus? Si ese mismo cambio forzado solo abre una divergencia temporal, ¿cómo va a ser ese el mismo Inmortus que el otro? No tiene sentido.
Con lo que me gustan las cosas al estilo Dr. Manhattan en Watchmen, donde cualquier cosa que hagas, incluso viajar al pasado, ayuda a que ocurra lo inevitable, es un poco eso del destino escrito, pero es que de esa manera es interesante ver las repercusiones y el camino. Vamos, que no es cuestión de ponerse metafísico, porque es un tema que trae cola y cada uno tendrá su opinión al respecto, como quien cree en una religión u otra.
El problema es que esta maxiserie empieza muy, muy floja. No entiendo por qué tanto misterio desde el principio, tanta batallita de aquí para allá para que las cosas tengan que ocurrir como deben, con un misterioso personaje llamado Libra sin abrir la boca por alguna extraña razón, los Vengadores seleccionados pasando por el aro cada dos por tres, como perritos falderos que se quedan en medio del espacio/tiempo para proteger a un Rick Jones que está todo el tiempo reflejando el animo del lector: Vaya rollo, me aburro, no entiendo nada, basta de cháchara... Justo lo que estaba pensando yo, fíjate.
No creo que haya ritmo, no veo que los primeros números tengan sentido más allá de rellenar páginas, porque todo son peleas y confusión, no parece haber un camino prefijado y todo se concentra en el susodicho Rick Jones y su fuerza del destino, para que al final todo tenga que ver con toda la humanidad. Lo que me recuerda que es un argumento retomado para el crossover Maximum Security, llevado a cabo por el mismo el guionista.
Menos mal que la segunda parte de la maxiserie, en el momento de las explicaciones, es mucho mejor, porque hay traición, revelaciones y se va, por fin, directamente al grano, que ya iba siendo hora. Eso sí, en cuanto a las explicaciones sobre la vida de Kang e Inmortus, repito lo mismo de antes, no sé si el remedio es peor que la enfermedad, porque esa manera de atar cabos sueltos bien podría ser negada también de cualquier manera con la misma explicación que Busiek ofrece. Basta con decir, en cualquier momento, que algunos mentían y que todo era obra de uno de esos fantasmas espaciales, que están en todas partes y se prodigan como hongos.
En fin, que no creo que esta historia sea totalmente accesible a nuevos lectores, ni tan siquiera a iniciados a los Vengadores, porque hay que reconocer la labor enciclopedica de Busiek, que está muy elaborada, pero todo entra con calzador y de una manera forzada, es inevitable, después de todo se tratan elementos demasiado abiertos, el poder del mismísimo Inmortus es tan elevado que podría haberlo hecho todo en un chasquear de dedos, pero bueno.
Y si alguien me explicara qué es la Fuerza Destino, estaría muy agradecido, por cierto.
Eso sí, las caracterizaciones no están nada mal, empezando por ese Chaqueta Amarilla tan genuino y acabando con el Capitán América inseguro. Aunque duele leer esas parrafadas de Busiek tan estrafalarias, típicas del cómic superheróico, con gritos y lírica, puede que ayude a crear cierta épica, muy propensa en las obras de este guionista, pero para lo mucho que han cambiado los cómics actuales y después de haber leído JLA/JLE, no puedo evitar que me resulte un tanto absurda a veces, manías mías.
Por cierto, me resulta graciosa la batalla final, con todos los Vengadores del pasado, presente y futuro luchando entre sí, ¿cómo diablos se aclaran y saben con quiénes hay que luchar? ¡¡Es una locura!!
Esa maxiserie, por suerte, no sería la misma sin la labor de Carlos Pacheco, posiblemente su mejor trabajo hasta la fecha (discutible, claro, pero ahí queda mi opinión). Este dibujante es capaz de meter a cientos de superhéroes en una página sin despeinarse, con mucha naturalidad, soltura y elegancia, sobre todo esto, pues sus cuerpos tienen unas expresiones corporales y unos escorzos muy logrados, muy bellos me atrevería a decir. Eso sí, en cuanto a rostros es bastante limitado, no es que tenga un mal repartorio de expresiones faciales, pero suelen salirle extraños en ocasiones y no hay muchas caras distintas. Pero tampoco es un fallo reseñable, tan solo quisquilloso.
Solo falla un poco en la narrativa, aunque suele ser bastante espectacular con la acción.
En definitiva, mucha revisión del pasado, mucha retrocontinuidad, mucha batalla a la vieja usanza y demasiados conceptos cósmicos sobre el tiempo y el espacio. Si no te gusta nada de eso, aléjate, este no es tu cómic. Yo no sé por qué me lo compré, quizá fuera por culpa de Pacheco, pero la verdad es que me ha sido doloroso de releer.
4 comentarios:
Mucho ruido y pocas nueces.
Hubiera sido mucho peor si esto lo hubiera hecho bendis,y fuera dibujado por mike deodato jr...el pavor,el pavor...
Carlos Pacheco me encanta y por eso me la compré. Tengo la BM de los Vengadores y todo desde el año 99. Pero me perdí algunas veces con lo enrevesado de la historia. Recomendable si ers fan total de los Vengadores. El recién llegado se queda igual.
ale ya me lo dejaras pero par aojerarlo y tal por que veo que si son pa muy fans de vengadores tal vez me agote _pj
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