Debo reconocer que las razones por las que he tardado tanto en jugar a la tercera parte de esta popular saga no van más allá que por el impedimento técnico de mi propio ordenador, que no cumplía los requisitos necesarios. Por suerte, tras instalarme algún que otro DirectX entre otras cosas, me sorprendí al ver instalado el juego pudiendo jugarlo incluso.
Antes de empezar con la reseña, debo destacar que el primer Broken Sword me parece fantástico, una gran aventura gráfica. Sin embargo, la segunda parte no me gustó demasiado por la falta de conversación y el aumento del componente exploración. Aún así, es una más que una correcta aventura.
Esta tercera parte es una secuela directa de la primera, nada que ver con los aztecas de la segunda, ya que se regresa de nuevo al tema de los templarios y su búsqueda de la espada rota que da nombre a la saga. La nueva historia, lo cierto es que es bastante repetitiva y enfocada de un modo bastante aburrido. Tenemos a un tipo llamado Susarro que va en busca de las llamadas Líneas Dragón, que sirven para dar un gran poder a quien consigue "bañarse" en ellas. El mundo corre un grave peligro debido a que los niveles de poder son demasiado grandes, por lo que George y Nico (unidos de la manera más forzada y absurda posible sin la más mínima gracia) tratarán desbaratar los planes del villano simplemente porque se ven metidos en ello de cualquier manera. Como siempre, vaya, solo que esta vez de una manera aun más ridícula.
Lo que más me fastidia de la nueva historia es la situación de George y Nico, los cuales no dejan de estar en un constante tira y afloja que ya huele a estas alturas de la saga. Que si son novios, que si se pelearon, que si... En fin, un desastre, para mí entorpece por completo la romántica historia de ambos en la primera parte, con esas miradas y esos diálogos tan prometedores, con su correspondiente beso final. Para colmo, Nico me parece aun más insoportable en esta nueva entrega, más que nunca, siempre borde o de una delicadeza física y estética que me pone de los nervios y hasta me parece insultante, una mujer no tiene porque ser de esta manera.
Pero eso es lo de menos, porque se recupera a gran parte de los secundarios que vimos en la primera parte y a los programadores se les va la mano y parte del brazo, por no decir el cuerpo entero. Tenemos a cierto Neo-Templario recuperado, un villano que ha vuelto de la muerte, el indomable Flap (joder, en serio, ¿este era necesario?), el constante André, cierto obrero de las calles de París... En fin, solo faltaba la pareja turista para tener el cupo lleno y el retorno del payaso (que al igual que el otro, podría decir que no estaba muerto, sino de parranda), la leche.
Eso tampoco sería tan grave si no tuviéramos en cuenta la ausencia de una gran cantidad de secundarios nuevos, porque se pueden contar con los dedos de la mano y tampoco es que destaquen demasiado. Creo que solo Susarro tiene cierta carisma, aunque hace de villano megalomaniaco de turno, junto a una Petra que simplemente es la femme fatale de toda la vida. Pero al menos no es sonrojante como la Beatrice o la guardia captura-ovnis... sigh...
En cuanto a la historia, de no ser por algún que otro giro final con sorpresilla incluida (la muerte de cierto secundario es realmente buena, lo mejor de toda la aventura, sin duda alguna) sería de lo más lineal y aburrido que he visto. Más cerca de lo que sería una nueva (mala) aventura de Indiana Jones, con sus mil muertes, enfrentamientos y peligros (tampoco es que haya mucha acción, luego me extenderé en ese detalle concreto) que al Broken Sword de la primera parte, con sus puzzles de objetos y conversaciones con personajes donde aparecen siempre cosas nuevas.
Por si todo eso fuera poco, el uso que hacen de los templarios en esta nueva entrega es realmente horrible, aun más fantasioso que antes y sin elementos tan interesantes como el tema de Baphomet, los Assasins, los Neo-Templarios y demás, tan solo un tipo que busca el poder absoluto con unas líneas de energía y poco más. Documentación cero, inventiva floja.
Es entonces cuando llegamos al peor defecto de esta aventura: La pérdida total del espíritu original del juego. Hemos abandonado las 2D para unas 3D (hasta en los escenarios, ojo) que son un portento técnicamente hablando, para el año en que salió destacan bastante y están casi a la altura de un Shenmue, por así decirlo. Con esos diseños de personajes, la animación tan fluida, buenos decorados (aunque casi siempre muy austeros, como mucho encontrarás tres objetos en una misma zona), expresiones más que acertadas, etc, etc. Vaya, que los programadores dedicaron mucho tiempo al aspecto gráfico, casi el mismo que deberían haber empleado para una buena historia que no recoja tantos elementos ya vistos y que no destaca en absolutamente nada.
El control también está más que acertado, es una variante del de Grim Fandango (de la competencia, cómo no), un poco más sencillo y del que es fácil acostumbrarse.
Pero lo que ha hecho que esta aventura no tenga ni un atisbo del espíritu de la saga es la ausencia casi total de una variedad decente de puzzles, de un mayor uso de objetos. La mayoría de la aventura consiste en mover cajas a lo Prince of Persia y en esquivar a unos soldados al más puro estilo Metal Gear, por no decir que te pasas la mayor parte del juego saltando y tratando de darle a un botón en el momento preciso para que el personaje se salve de una muerte, que encima son demasiadas durante el juego. Por suerte, cuando te matan, en esta ocasión han tenido la gentileza de dejarnos justo antes de lo ocurrido, por lo que al menos no tienes porque preocuparte por estar grabando partida continuamente.
Por desgracia, eso no justifica una falta realmente grave de conversación, de diálogos propios de una aventura gráfica, de utilización de objetos, de exploración de pantalla con el personaje mirando por la zona… En fin, de todo lo que nos fascinó a los aventureros en la primera parte. Lo desagradable es el abuso de las cajas y la constante infiltración procurando que no te vean como si un Commandos se tratara. Ambas cosas están muy bien una vez o dos veces, pero cuando ves que la aventura solo es eso ya es una tomadura del pelo, y encima los objetos que debes usar entre zona y zona son casi siempre los últimos que coges, más fácil imposible.
En cuanto a las voces, la música y los efectos sonoros... Decir que el doblaje es de lo peorcito, verdaderamente seco e inexpresivo, con el peor George Stobbart, y eso que es el mismo doblador de siempre. Con Nico igual, continúa el extraño acento francés que tan buenos resultados dio en la primera parte, pero por alguna extraña razón es más cargante en este juego, menos mal que las partes de París son casi solitarias. Los efectos sonoros son correctos y algunas veces destacan (alguna que otra pisada, caídas de escombros, etc) pero la música ha cambiado por completo, ¿dónde está ese tema tan característico de los créditos de las partes anteriores? No destaca en absoluto, vaya.
En definitiva, esto no es una aventura gráfica, es una aventura a secas que casi se podría confundir con un Tomb Raider, que tiene una grave falta de carisma en cuanto a la historia, diálogos, secundarios y puzzles. Una sombra de lo que fue el primer Broken y una terrible decepción. Me pareció mejor el 2, la verdad, aunque al menos puedo garantizar que es entretenida y no la sueltas hasta que te lo acabas, aunque más bien es por lo fácil que es. Una pena.
Antes de empezar con la reseña, debo destacar que el primer Broken Sword me parece fantástico, una gran aventura gráfica. Sin embargo, la segunda parte no me gustó demasiado por la falta de conversación y el aumento del componente exploración. Aún así, es una más que una correcta aventura.
Esta tercera parte es una secuela directa de la primera, nada que ver con los aztecas de la segunda, ya que se regresa de nuevo al tema de los templarios y su búsqueda de la espada rota que da nombre a la saga. La nueva historia, lo cierto es que es bastante repetitiva y enfocada de un modo bastante aburrido. Tenemos a un tipo llamado Susarro que va en busca de las llamadas Líneas Dragón, que sirven para dar un gran poder a quien consigue "bañarse" en ellas. El mundo corre un grave peligro debido a que los niveles de poder son demasiado grandes, por lo que George y Nico (unidos de la manera más forzada y absurda posible sin la más mínima gracia) tratarán desbaratar los planes del villano simplemente porque se ven metidos en ello de cualquier manera. Como siempre, vaya, solo que esta vez de una manera aun más ridícula.
Lo que más me fastidia de la nueva historia es la situación de George y Nico, los cuales no dejan de estar en un constante tira y afloja que ya huele a estas alturas de la saga. Que si son novios, que si se pelearon, que si... En fin, un desastre, para mí entorpece por completo la romántica historia de ambos en la primera parte, con esas miradas y esos diálogos tan prometedores, con su correspondiente beso final. Para colmo, Nico me parece aun más insoportable en esta nueva entrega, más que nunca, siempre borde o de una delicadeza física y estética que me pone de los nervios y hasta me parece insultante, una mujer no tiene porque ser de esta manera.
Pero eso es lo de menos, porque se recupera a gran parte de los secundarios que vimos en la primera parte y a los programadores se les va la mano y parte del brazo, por no decir el cuerpo entero. Tenemos a cierto Neo-Templario recuperado, un villano que ha vuelto de la muerte, el indomable Flap (joder, en serio, ¿este era necesario?), el constante André, cierto obrero de las calles de París... En fin, solo faltaba la pareja turista para tener el cupo lleno y el retorno del payaso (que al igual que el otro, podría decir que no estaba muerto, sino de parranda), la leche.
Eso tampoco sería tan grave si no tuviéramos en cuenta la ausencia de una gran cantidad de secundarios nuevos, porque se pueden contar con los dedos de la mano y tampoco es que destaquen demasiado. Creo que solo Susarro tiene cierta carisma, aunque hace de villano megalomaniaco de turno, junto a una Petra que simplemente es la femme fatale de toda la vida. Pero al menos no es sonrojante como la Beatrice o la guardia captura-ovnis... sigh...
En cuanto a la historia, de no ser por algún que otro giro final con sorpresilla incluida (la muerte de cierto secundario es realmente buena, lo mejor de toda la aventura, sin duda alguna) sería de lo más lineal y aburrido que he visto. Más cerca de lo que sería una nueva (mala) aventura de Indiana Jones, con sus mil muertes, enfrentamientos y peligros (tampoco es que haya mucha acción, luego me extenderé en ese detalle concreto) que al Broken Sword de la primera parte, con sus puzzles de objetos y conversaciones con personajes donde aparecen siempre cosas nuevas.
Por si todo eso fuera poco, el uso que hacen de los templarios en esta nueva entrega es realmente horrible, aun más fantasioso que antes y sin elementos tan interesantes como el tema de Baphomet, los Assasins, los Neo-Templarios y demás, tan solo un tipo que busca el poder absoluto con unas líneas de energía y poco más. Documentación cero, inventiva floja.
Es entonces cuando llegamos al peor defecto de esta aventura: La pérdida total del espíritu original del juego. Hemos abandonado las 2D para unas 3D (hasta en los escenarios, ojo) que son un portento técnicamente hablando, para el año en que salió destacan bastante y están casi a la altura de un Shenmue, por así decirlo. Con esos diseños de personajes, la animación tan fluida, buenos decorados (aunque casi siempre muy austeros, como mucho encontrarás tres objetos en una misma zona), expresiones más que acertadas, etc, etc. Vaya, que los programadores dedicaron mucho tiempo al aspecto gráfico, casi el mismo que deberían haber empleado para una buena historia que no recoja tantos elementos ya vistos y que no destaca en absolutamente nada.
El control también está más que acertado, es una variante del de Grim Fandango (de la competencia, cómo no), un poco más sencillo y del que es fácil acostumbrarse.
Pero lo que ha hecho que esta aventura no tenga ni un atisbo del espíritu de la saga es la ausencia casi total de una variedad decente de puzzles, de un mayor uso de objetos. La mayoría de la aventura consiste en mover cajas a lo Prince of Persia y en esquivar a unos soldados al más puro estilo Metal Gear, por no decir que te pasas la mayor parte del juego saltando y tratando de darle a un botón en el momento preciso para que el personaje se salve de una muerte, que encima son demasiadas durante el juego. Por suerte, cuando te matan, en esta ocasión han tenido la gentileza de dejarnos justo antes de lo ocurrido, por lo que al menos no tienes porque preocuparte por estar grabando partida continuamente.
Por desgracia, eso no justifica una falta realmente grave de conversación, de diálogos propios de una aventura gráfica, de utilización de objetos, de exploración de pantalla con el personaje mirando por la zona… En fin, de todo lo que nos fascinó a los aventureros en la primera parte. Lo desagradable es el abuso de las cajas y la constante infiltración procurando que no te vean como si un Commandos se tratara. Ambas cosas están muy bien una vez o dos veces, pero cuando ves que la aventura solo es eso ya es una tomadura del pelo, y encima los objetos que debes usar entre zona y zona son casi siempre los últimos que coges, más fácil imposible.
En cuanto a las voces, la música y los efectos sonoros... Decir que el doblaje es de lo peorcito, verdaderamente seco e inexpresivo, con el peor George Stobbart, y eso que es el mismo doblador de siempre. Con Nico igual, continúa el extraño acento francés que tan buenos resultados dio en la primera parte, pero por alguna extraña razón es más cargante en este juego, menos mal que las partes de París son casi solitarias. Los efectos sonoros son correctos y algunas veces destacan (alguna que otra pisada, caídas de escombros, etc) pero la música ha cambiado por completo, ¿dónde está ese tema tan característico de los créditos de las partes anteriores? No destaca en absoluto, vaya.
En definitiva, esto no es una aventura gráfica, es una aventura a secas que casi se podría confundir con un Tomb Raider, que tiene una grave falta de carisma en cuanto a la historia, diálogos, secundarios y puzzles. Una sombra de lo que fue el primer Broken y una terrible decepción. Me pareció mejor el 2, la verdad, aunque al menos puedo garantizar que es entretenida y no la sueltas hasta que te lo acabas, aunque más bien es por lo fácil que es. Una pena.
2 comentarios:
Empuja la caja ,empuja la cja ,animo animo!!!
Soy un fan de Broken Sword y habia jugado a las 2 primeras entregas y hace unos dias he empezado con la tercera y me ha decepcionado enormemente, estoy de acuerdo en todo lo que dices a excepcion del sistema de control que a mi no me parece acertado, sigo siendo tradicional y prefiero las aventuras graficas con raton y exploracion de pixels
creo que unos fans de la saga estaban haciendo un remake del 3 en 2D regresando a la formula de BS1 y BS2
Creo que hay un 4 pero sigue siendo la misma basura que el 3
En fin, BS3 y BS4 = formula perfecta para cargarse una saga de un videojuego que marco en la era de las aventuras graficas
saludos
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