jueves, septiembre 22, 2005

Drácula de Bram Stoker.

Año: 1992
País: USA.
Duración: 122 minutos.

Drácula es uno de esos personajes universales que ha tenido versiones por todas partes. Diablos, si hasta en Japón tiene su propia versión, solo hay que asomarse a los juegos de Castlevania para verlo, hay un anime del personaje y todo.
Por desgracia, muchas de estas versiones tienen muy poco que ver con el libro original de Stoker. Hasta las películas de la Hammer se tomaron muchas libertades a la hora de realizar las películas de Drácula, todas ellas se basaban más en la obra teatral que en la propia novela.
Aparte, actualmente la presencia del vampiro ya no impone nada y ni siquiera produce pavor. Es más, por culpa de su sobreexplotación y versiones como Bláckula (un Drácula negro), parodias varias y ensaladas de monstruos (películas protagonizadas por un montón de monstruos, generalmente se encontraban Drácula, el hombre lobo y Frankenstein) el personaje era una pálida sombra de lo que era y estas películas no hacían más que alejarle de sus principios. Así pues, éste dejó de interesar desde hace bastante tiempo.

Por suerte, vino Coppola, director de obras maestras como el Padrino y Apocalipse Now, para demostrar que se puede resucitar un mito y, lo más importante, actualizarlo de una manera coherente, respetando la novela original.
Y esto fue lo que hizo en su versión, coger el libro y trasladarlo a la gran pantalla, con mucho acierto, si me lo permitís.
En anteriores versiones, pudimos ver cosas como Redfield entrando en el castillo del conde, cuando debería estar recluido en una celda del manicomio desde el principio, como elemento misterioso que nos hace ver lo que puede pasarnos al entrar dentro del castillo de Transylvania. Esto se respeta en la película, así como la terrible estancia que debe sufrir el pobre de Jonathan Harker y la posesión que ejerce el vampiro sobre Lucy Westerna.
Aún así, a pesar de ser la película que más respeta la novela, se toma bastantes libertades que pueden hacer que muchos seguidores del libro clamen un grito al cielo.

Para empezar, podemos encontrarnos con el origen del conde nada más empezar, (algo que no aparece en el libro) como Vlad el Empalador, que nos presenta el cambio más notable de todo el film, el amor de éste con su amada, que perdió por culpa de un engaño que la llevó a un suicidio. Esta mujer, aparecerá más tarde reflejada en Mina Harker, que será el interés sentimental del vampiro.
Aquí es donde vemos la contradicción, mientras que en la novela Drácula era un ser despiadado sin sentimientos ni emociones, en esta película su mayor obsesión es el amor que siente por esta chica. De hecho, va expresamente a Londres para ello, es lo que mueve el argumento.
Muchos fans de este vampiro seguro que no estarán de acuerdo, puesto que es contradictorio en el personaje, pero la verdad es que este elemento es un fallo como adaptación y sin embargo una virtud como argumento, pues ayuda a que sea mucho más rico en detalles, más ambiguo, el personaje se hace más tridimensional y da lugar a una bellísima historia de amor, tan trágica como siniestra.
Además, nos deshacemos de algo que en la novela puede hacerse bastante tedioso, esa lucha del bien (demasiado bueno, todos los personajes son MUY buenos, lloran por ellos, luchan por ellos y se adoran todos entre sí, llegan a exclamar
varias veces lo afortunados que son de tenerse entre ellos, etc.) contra el mal (Drácula, malo de cojones, tan malo que es la personificación más absoluta del mal, ni un ápice de bondad hay en su corazón, por no decir que no tiene). Esto no lo encontramos en el film y se nota sobre todo en Van Helsing, que podemos verle como un ser bastante isitrónico y obsesivo, no se parece casi al del libro y en ocasiones llega a ser hasta más temible que el propio vampiro, se ensaña cosa mala con los chupasangres.

Por otra parte, Drácula aparece en muchísimas escenas, le seguimos prácticamente, mientras que en la novela es un ser misterioso del que solo sabemos de él por lo que hace, no vemos más que en contadas ocasiones su presencia, sorprendiendo más cuando los personajes portagonistas lo encuentran frente a frente en una de las contadas ocasiones.

A pesar de todo esto, sigue el argumento de la novela paso a paso.

Bien, dejando de lado la adaptación y el argumento, ¿qué tenemos?. Pues un montaje fascinante que conecta muy bien las escenas a través de barridos o fusión de elementos tales como círculos que se abren y dejan paso a un túnel por donde pasa un tren, etc. Es precioso.
Pero lo mejor es, sin duda, el aspecto técnico, es decir el maquillaje, el decorado y el vestuario, en especial ésto último. Sorprendente es la palabra, la presencia de Drácula ha sido siempre muy típica y apenas sorprende a estas alturas, pero en esta película logran que sea temible y novedoso, este conde no lo has visto en ningún sitio, es completamente diferente al resto y va de una manera bastante extraña y
exótica, logra impresionar e intimidar. De hecho, cuenta con más de una metamorfosis, cada cual más extraña que la otra, su paso a murciélago es bastante reseñable. Un trabajo espléndido, que no se ciñe solo en él, sino que Lucy y las damas de Drácula también van de una forma sorprendente y extraña, en especial la primera, que se lleva un traje a la tumba que... ufff... Tampoco hay que olvidar la armadura de Vlad el empalador al principio de la película, parece el sistema muscular al descubierto. Y Renfield, encerrado en su celda, con un aspecto de loco sublime.
Lo mismo pasa con el decorado, el castillo del conde y sus alrededores también están espeluznantes, el interior es muy fiel al libro, da la sensación de que no podrás escapar de allí. Como curiosidad, fijáos en la escena donde Drácula afeita a Jonathan, las paredes se mueven literalmente, para crear un aura de misterio muy extraña en el castillo. Logradísimo.

Los actores, por otra parte, están muy bien escogidos. Desde el mejor Drácula (en mi opinión) jamás interpretado en cine, gracias a Gary Oldman, que está perfecto y demuestra ser un gran actor que se adapta a cualquier situación (la escena inicial cuando clava la espada en la cruz, cuando Jonathan llega al castillo, cuando se compadece de Mina y no quiere que corra su misma suerte, cuando está moribundo en el monasterio... ¡¡está pletórico!!). Tampoco desmerece la propia Winona Ryder, que intepreta una estupenda Mina que muestra por el final de la película un cambio de personalidad al desear salir de esa sociedad reprimida en la que vive. Ídem con el isitrónico Van Helsing de Anthony Hopkins, no es el del libro, pero queda más adecuado y realista. Sin embargo, es el correcto Jonathan interpretado por Keanu Reeves el que no está a la altura de los anteriores.

En definitiva, posiblemente sea la mejor adaptación de Drácula hasta la fecha, una siniestra y a la vez hermosa historia de amor que cuenta con un estilo neo-gótico muy logrado. No os la perdáis, es magnífica.

8 comentarios:

jmponcela dijo...

Lo peor de la peli, aparte de su Keanu Reeves y el aire de videoclip del montaje, es precisamente lo inverosimil de esa "historia de amor" que no es tal, puesto que ella está bajo influencia vampirica. No esta enamorada de Dracula, sino poseida por él. Y Dracula está poseido por el recuerdo de su amada.

Por otro lado, los inquietantes efectos de las paredes que se mueven y de las sombras independientes.... estan copiados de esa obra maestra del cine llamada "La bella y la bestia", de Jean Cocteau.

Ovi-One dijo...

Aún así, me vas a decir lo inverosímil de esa relación, puesto que la explicas bastante bien. Es más, Drácula sí que siente amor, no por Mina, sino por el recuerdo de su amada, cierto, pero es amor, al fin y al cabo. Tanto, que cuando abre su llaga para que se convierta en vampiresa, recapacita y se niega, porque la ama demasiado como para condenarla. Si eso no es una historia de amor...
Sobre Mina, no solo está poseída por el conde, sino que además anhela escapar de la sociedad reprimida en la que se encuentra, esas son sus palabras, hazme libre dice.

Sobre lo de las paredes que se mueven y todo eso, me ha sorprendido eso de la Bella y la Bestia, la ví de pequeño, debería volver a verla, gracias por el apunte.

Ángel Bernier dijo...

Ovidio... que buena elección... BSD es una de mis películas favoritas.

Lo de las sombras y tal, no me asombra que esté en Cocteau, pues la peli está plagada de citas cinéfilas; de hecho, en un nivel es una historia sobre el cine -la primera cita es el "primer cine" (y ese cine es erótico; además,en el mismo lugar hay teatrillos de sombras (que replican la batalla de Vlad) que nos on otra cosa que un antecedente del cine...

David Fernández dijo...

Me encantó. Genial Gary Oldman, como siempre (bueno, sin contar "Air force One". Quiero que el hombre debía andar muy mal de pasta)

Un saludo!

David

Anónimo dijo...

recuerdo como hablaba la gente de esta peli yo pude ver algunos fragmentos en el canal plus cuando apenas habia empezado y devo decir que me impacto pero años despues la he he visto y perdio el encanto que vi la primera vez que la vi eso si la considero un calsico _pj

Anónimo dijo...

Keep up the good work » »

Anónimo dijo...

Enjoyed a lot! »

Anónimo dijo...

Where did you find it? Interesting read »