He hablado ya del coleccionable de los X-men, que considero la mejor etapa de los mutantes. En el último párrafo comenté que la etapa que más se acerca a la calidad del susodicho, es la de Morrison en New X-men. Pues bien, toca comentarla, pues ya finalizó harán unos meses aquí en España.
Podría decirse que se divide en dos partes argumentales, aunque todo esté cohesionado y pensado para lo que acaba sucediendo al final. Esto es lo que más sorprende de la etapa, las repercusiones y la importancia que tiene una simple frase, que es el prólogo a todo lo que sucederá después. Quien no haya leído la etapa es posible que no entienda lo que estoy diciendo, así que como ejemplo pondría a Fantomex y el proyecto Arma Plus, que están relacionados con los actos de cierto villano en la sombra que no pienso desvelar y es el que ocasiona los acontecimientos de la penúltima saga.
La primera parte es la macrosaga de Cassandra Nova. Son los números 73 a 85 de New X-men. Todo comienza con una saga de tres números llamada E de Extinción, donde presenciamos un cambio de actitud bestial en los X-men, que han dejado los trajes de superhéroes para adoptar una posición más militar y elitista con unos trajes de cuero negro. Aparte, hay una nueva máquina detectora de mutantes llamada Cerebra que tiene más capacidad que la tradicional. A todo esto, aparece una anciana calva que se apodera de los centinelas perdidos de Boliver Trask y destruye toda Genosha en cuestión de horas. Esto hace que los hombres-X vayan a detenerla, pero descubriremos que tiene más poder de lo que parece y planea una extinción en masa solo porque quiere destrozar el sueño de Xavier. Contemplamos también cómo Emma Frost se une al grupo, ayudando a erradicar a la vieja... o eso parece.
Así de vertiginosa es la primera gran saga de Morrison, posiblemente una de las mejores que ha hecho en la colección, memorables son las escenas donde Xavier quiere pegarse un tiro para evitar que le controlen o el despliegue de poder de Cassandra dentro de la mansión. Sencillamente impresionante. El final tampoco se puede olvidar, con Xavier revelando a la televisión todo aquello que tiene que ver con la escuela de mutantes, revelando la tapadera.
Después vendría el annual, donde veríamos el debut de Xorn. No es muy gran cosa, pero también es importante por la presencia de Mr. Sublime y los Hombres-U, que los veremos más adelante.
El número 76 sería un punto y aparte, una revelación sorprendente y muy bien ejecutada donde veremos que Cassandra está en el cuerpo de Charles Xavier y se ensaña con Bestia, dejándolo en coma. Todo sin que nadie lo sepa y, para colmo, la anciana acaba yéndose con la emperatriz Lilandra en su nave. Antológico y espeluznante, así es como se construyen las grandes sagas.
A todo esto, este es el primer número donde la escuela se llena de estudiantes desde su revelación por televisión y Pico hace su primera aparición como personaje, no será la última.
Ahora viene Generación sin Gérmenes, los Hombres-U cobran importancia con el paso de los días y los mutantes se convierten en un paso a seguir porque se rumorea que al final los humanos acabarán extinguiéndose. Por lo que algunos querrán implantes de mutantes para poder ser uno de ellos, de eso se aprovecha Mr. Sublime, que captura a dos de los hombres-X y planea utilizar la escuela como un mercado de órganos, pues está repleta de conejillos de indias. Emma Frost demostrará su tremendo orgullo, enfandándose solo porque le han partido la nariz y Jean Grey desencadenará al fénix que tiene dentro por primera vez en la etapa. También conoceremos a Ángel, una nueva estudiante repelente que se las hará pasar canutas a Logan. Sin olvidar a las cuclillas, que realizarán su primer ataque psíquico y nos llamarán la atención solo por ser una extraña parodia de el pueblo de los Malditos.
Otra saga repleta de detalles a tener en cuenta, que serán aprovechados y explotados más adelante.
A continuación, llegaría el mes mudo, donde Morrison usa la cabeza y nos deleita con un excelente número (el 80 de Forum) donde, a pesar de la ausencia de texto, hay mucho que leer visualmente. Cierto es que el agradecimiento sería todo para Quitely, cuya narración y espectacularidad visual nos procuraría esta joya. Y es que se trata de todo un paseo por la mente moribunda de Charles Xavier, atrapada en el cuerpo de Cassandra porque ésta le ha sustituido. Tendremos unas revelaciones quizá muy traídas por los pelos, pero que no dejan indiferente a nadie. Provocador, brillante, confuso, el mejor del mes Nuff Said, sin duda alguna.
Y finalmente, llegaría el fin de la macrosaga de Cassandra Nova. ¿Dónde está ella con el cuerpo de Xavier? Causando estragos muy serios en la nave de Lilandra, donde reina entre todos, causando caos y confusión, no sin antes ordenar a los Guardianes que vayan a la escuela de Xavier a eliminarlos a todos. Mientras tanto, en dicha escuela tiene lugar una presentación donde varios humanos van a ver las instalaciones y a dar el visto bueno. Por desgracia, llegan los Guardianes y hay una batalla campal que precede a la llegada de Cassandra, que se muestra temible, sin escrúpulos y verdaderamente mortal.
Todo está repleto de momentos de infarto, como cuando Jean Grey pretende guardar en su cerebro dos mentes diferentes, la suya y la de Xavier, para matar el cuerpo de Cassandra e impedir que pueda recuperarlo. O el glorioso e impredecible final, donde para detenerla se verán obligados a trazar un plan que nadie verá venir.
En definitiva, es una gran macrosaga que aporta nuevos elementos al universo mutante y lo cambia casi todo, poniéndolo patas arriba. Nadie reconocía a estos X-men, no eran lo que siempre han sido y todo parecía posible. Se podría decir que Morrison aprobó con sobresaliente.
La desgracia de esta etapa es la irregularidad del dibujo, es tremenda. Supuestamente, Quitely era el dibujante regular de la serie, pero solo se encargó de 6 números cuando tendría que haber realizado los 13 que conforman esta etapa. El sustituto, para colmo, tampoco fue cumplidor, Ethan Van Sciver solo realizaría 3 números y un desconocido, para entonces, Igor Kordey el resto.
De esta manera, la cosa queda un tanto desaquilibrada e incómoda.
Quitely se porta de fábula, hace unos números de impresión. Es curioso que, precisamente, los que dibuja son los mejores de la etapa, como la primera saga que dibuja entera, el mes mudo y el número final, donde da lo mejor de sí y ofrece un trabajo maravilloso. Vamos, que no hay quejas, es un dibujante capaz de proporcionar volumen con la línea clara y es capaz de dibujarlo absolutamente todo. Si el Mammudrai tiene que ser temible, lo será y si la devastación de Genosha debe ser mostrada en todo su esplendor, de ello se encargará.
Por desgracia, su sustituto no está a la altura, Ethan Van Sciver no es, ni de lejos un mal dibujante, de hecho realiza unos números fantásticos como el 76, donde será capaz de igualar a Quitely. Y es que su nivel de detalle es pasmoso, sorprendente. Deja con la boca abierta. Sus únicos defectos son un cierto estatismo en algunos números y un abuso de rayitas en otros. Pero nada destacable, en verdad se porta bastante bien.
Y es así como llegamos a Igor Kordey, que está lejos de estar a la altura de estos dos. De hecho, aunque no realiza malos números (dentro de lo que cabe) en la saga Generación sin Gérmenes, es verdaderamente horrible en los números 83 y 84, justo donde debería haber una batalla apasionante entre los Guardianes y los X-men en el interior de la Mansión. Es que horrible es poco, es como si no supiera dibujar, hace unos monigotes desproporcionados y unos enfoques que... ufff... preferiría olvidar. Vamos, que se porta fatal y es una pena, porque el guión merecía algo mucho mejor.
Seguiré con la segunda parte de la etapa de Morrison próximamente. Atentos a vuestras pantallas.
Podría decirse que se divide en dos partes argumentales, aunque todo esté cohesionado y pensado para lo que acaba sucediendo al final. Esto es lo que más sorprende de la etapa, las repercusiones y la importancia que tiene una simple frase, que es el prólogo a todo lo que sucederá después. Quien no haya leído la etapa es posible que no entienda lo que estoy diciendo, así que como ejemplo pondría a Fantomex y el proyecto Arma Plus, que están relacionados con los actos de cierto villano en la sombra que no pienso desvelar y es el que ocasiona los acontecimientos de la penúltima saga.
La primera parte es la macrosaga de Cassandra Nova. Son los números 73 a 85 de New X-men. Todo comienza con una saga de tres números llamada E de Extinción, donde presenciamos un cambio de actitud bestial en los X-men, que han dejado los trajes de superhéroes para adoptar una posición más militar y elitista con unos trajes de cuero negro. Aparte, hay una nueva máquina detectora de mutantes llamada Cerebra que tiene más capacidad que la tradicional. A todo esto, aparece una anciana calva que se apodera de los centinelas perdidos de Boliver Trask y destruye toda Genosha en cuestión de horas. Esto hace que los hombres-X vayan a detenerla, pero descubriremos que tiene más poder de lo que parece y planea una extinción en masa solo porque quiere destrozar el sueño de Xavier. Contemplamos también cómo Emma Frost se une al grupo, ayudando a erradicar a la vieja... o eso parece.
Así de vertiginosa es la primera gran saga de Morrison, posiblemente una de las mejores que ha hecho en la colección, memorables son las escenas donde Xavier quiere pegarse un tiro para evitar que le controlen o el despliegue de poder de Cassandra dentro de la mansión. Sencillamente impresionante. El final tampoco se puede olvidar, con Xavier revelando a la televisión todo aquello que tiene que ver con la escuela de mutantes, revelando la tapadera.
Después vendría el annual, donde veríamos el debut de Xorn. No es muy gran cosa, pero también es importante por la presencia de Mr. Sublime y los Hombres-U, que los veremos más adelante.
El número 76 sería un punto y aparte, una revelación sorprendente y muy bien ejecutada donde veremos que Cassandra está en el cuerpo de Charles Xavier y se ensaña con Bestia, dejándolo en coma. Todo sin que nadie lo sepa y, para colmo, la anciana acaba yéndose con la emperatriz Lilandra en su nave. Antológico y espeluznante, así es como se construyen las grandes sagas.
A todo esto, este es el primer número donde la escuela se llena de estudiantes desde su revelación por televisión y Pico hace su primera aparición como personaje, no será la última.
Ahora viene Generación sin Gérmenes, los Hombres-U cobran importancia con el paso de los días y los mutantes se convierten en un paso a seguir porque se rumorea que al final los humanos acabarán extinguiéndose. Por lo que algunos querrán implantes de mutantes para poder ser uno de ellos, de eso se aprovecha Mr. Sublime, que captura a dos de los hombres-X y planea utilizar la escuela como un mercado de órganos, pues está repleta de conejillos de indias. Emma Frost demostrará su tremendo orgullo, enfandándose solo porque le han partido la nariz y Jean Grey desencadenará al fénix que tiene dentro por primera vez en la etapa. También conoceremos a Ángel, una nueva estudiante repelente que se las hará pasar canutas a Logan. Sin olvidar a las cuclillas, que realizarán su primer ataque psíquico y nos llamarán la atención solo por ser una extraña parodia de el pueblo de los Malditos.
Otra saga repleta de detalles a tener en cuenta, que serán aprovechados y explotados más adelante.
A continuación, llegaría el mes mudo, donde Morrison usa la cabeza y nos deleita con un excelente número (el 80 de Forum) donde, a pesar de la ausencia de texto, hay mucho que leer visualmente. Cierto es que el agradecimiento sería todo para Quitely, cuya narración y espectacularidad visual nos procuraría esta joya. Y es que se trata de todo un paseo por la mente moribunda de Charles Xavier, atrapada en el cuerpo de Cassandra porque ésta le ha sustituido. Tendremos unas revelaciones quizá muy traídas por los pelos, pero que no dejan indiferente a nadie. Provocador, brillante, confuso, el mejor del mes Nuff Said, sin duda alguna.
Y finalmente, llegaría el fin de la macrosaga de Cassandra Nova. ¿Dónde está ella con el cuerpo de Xavier? Causando estragos muy serios en la nave de Lilandra, donde reina entre todos, causando caos y confusión, no sin antes ordenar a los Guardianes que vayan a la escuela de Xavier a eliminarlos a todos. Mientras tanto, en dicha escuela tiene lugar una presentación donde varios humanos van a ver las instalaciones y a dar el visto bueno. Por desgracia, llegan los Guardianes y hay una batalla campal que precede a la llegada de Cassandra, que se muestra temible, sin escrúpulos y verdaderamente mortal.
Todo está repleto de momentos de infarto, como cuando Jean Grey pretende guardar en su cerebro dos mentes diferentes, la suya y la de Xavier, para matar el cuerpo de Cassandra e impedir que pueda recuperarlo. O el glorioso e impredecible final, donde para detenerla se verán obligados a trazar un plan que nadie verá venir.
En definitiva, es una gran macrosaga que aporta nuevos elementos al universo mutante y lo cambia casi todo, poniéndolo patas arriba. Nadie reconocía a estos X-men, no eran lo que siempre han sido y todo parecía posible. Se podría decir que Morrison aprobó con sobresaliente.
La desgracia de esta etapa es la irregularidad del dibujo, es tremenda. Supuestamente, Quitely era el dibujante regular de la serie, pero solo se encargó de 6 números cuando tendría que haber realizado los 13 que conforman esta etapa. El sustituto, para colmo, tampoco fue cumplidor, Ethan Van Sciver solo realizaría 3 números y un desconocido, para entonces, Igor Kordey el resto.
De esta manera, la cosa queda un tanto desaquilibrada e incómoda.
Quitely se porta de fábula, hace unos números de impresión. Es curioso que, precisamente, los que dibuja son los mejores de la etapa, como la primera saga que dibuja entera, el mes mudo y el número final, donde da lo mejor de sí y ofrece un trabajo maravilloso. Vamos, que no hay quejas, es un dibujante capaz de proporcionar volumen con la línea clara y es capaz de dibujarlo absolutamente todo. Si el Mammudrai tiene que ser temible, lo será y si la devastación de Genosha debe ser mostrada en todo su esplendor, de ello se encargará.
Por desgracia, su sustituto no está a la altura, Ethan Van Sciver no es, ni de lejos un mal dibujante, de hecho realiza unos números fantásticos como el 76, donde será capaz de igualar a Quitely. Y es que su nivel de detalle es pasmoso, sorprendente. Deja con la boca abierta. Sus únicos defectos son un cierto estatismo en algunos números y un abuso de rayitas en otros. Pero nada destacable, en verdad se porta bastante bien.
Y es así como llegamos a Igor Kordey, que está lejos de estar a la altura de estos dos. De hecho, aunque no realiza malos números (dentro de lo que cabe) en la saga Generación sin Gérmenes, es verdaderamente horrible en los números 83 y 84, justo donde debería haber una batalla apasionante entre los Guardianes y los X-men en el interior de la Mansión. Es que horrible es poco, es como si no supiera dibujar, hace unos monigotes desproporcionados y unos enfoques que... ufff... preferiría olvidar. Vamos, que se porta fatal y es una pena, porque el guión merecía algo mucho mejor.
Seguiré con la segunda parte de la etapa de Morrison próximamente. Atentos a vuestras pantallas.
3 comentarios:
¿Has dicho que Kordey parece que no sabe dibujar? ¿Quién eres tú y qué has hecho con mi Ovidio/Atonman???????
A mí Van Sciver es de los que más me gusta de los últimos dibujantes de los XMEN. Quitely está muy bien, pese a sus mujeres travestis, que dan más miedo a veces que 800 centinelas.
Esta es la mejor etapa de Morrison, bueno, hasta Rebelión en la Escuela, después ya no tanto...
kordey no está a la altura de di Quitely ni de Sciver!!! Sciver lo hace genial, sobretodo en el nº en el que llegan la guardia imperial a la mansión...bueno, en la última página....
a mí me gustó mucho la macrosaga ésta pero el resto de morrison es..........bah! bueno simplemente.....odio a este tío, es un creído!!!
¿Os imagináis que esta etapa hubiese contado solo con Quitely y Jiménez? Habría sido única.
Jejejeje, en cuanto a Kordey, no lo veo tan mal en la saga de Generación sin Gérmenes, pero en Imperial es verdaderamente patético.
Van Sciver se portó muy bien, desde luego. Aunque antes me quedo con Quitely.
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