En el anterior artículo comenté que esta etapa de Morrison a los guiones del grupo mutante más veterano de Marvel se dividía en dos partes, pero lo cierto es que he descubierto que entre las dos hay una especie de transición extraña, con números sueltos que no son ninguna saga en concreto y ayudan a conformar algunos elementos que, más tarde, serán importantes para las tramas que vendrán.
Estos son los números 86 a 92. Entre éstos solo encontraremos una saga, es de tres números y se llama Arma Doce. Pero antes, nos encontraremos con un pequeño número bastante contradictorio de Xorn. Es contradictorio porque... bueno, no sé cómo explicarlo sin spoilers, pero digamos que el mutante miente como un bellaco (después de todo, lo que hace es escribir un libro) o el guionista simplemente no tenía decidido que él fuera quien resulta ser más adelante hasta la saga de la Revuelta. El caso es que ayuda a que el personaje nos resulte bastante simpático y es un número muy, pero que muy bueno, que nos presenta un barrio mutante de New York y una terrible historia de incomprensión hacia lo desconocido, que solo conduce a resultados bastante funestos y tristes. Preciosa sobre todo porque Xorn la cuenta a su manera y resulta enriquecedor.
En la saga de Arma Doce, veremos como el escocés recoge el concepto de Cuerpos-X ideado por Joe Casey en su cortísima etapa en Patrulla-X. Resulta agradable ver a personajes olvidados como Syrin, Ríctor, Monet, Bala de Cañón, Madrox y Estrella Oscura.
Pero lo importante en esta saga son los cimientos de una nueva vuelta de tuerca bastante cogida por los pelos sobre el proyecto Arma-X, donde vemos que la X significa 10, como número romano que se supone que es y ese es Lobezno. Aunque sea una buena idea bastante interesante a explotar, contradice muchos argumentos pasados y resulta poco creíble que siempre haya sido así, no me extraña que, hasta ahora, esto lo hayan obviado.
También se nos presenta a Fantomex, un personaje europeo made in Morrison, tan misterioso que por no saber nada de él, hasta desconocemos qué poderes debe tener, pues llega hasta a confundir a dos de los mejores telépatas del mundo. Fuertemente ligado al proyecto Arma Plus, será el nexo que conducirá a los hombres-X tanto en esta saga como en la que vendrá próximamente a desmantelar dicho proyecto.
Es una buena saga, repleta de caos y confusión, donde los túneles de París y Fantomex tomarán el absoluto protagonismo. Hay dos cosas a destacar, la primera es el lento despertar del Fénix (donde veremos hasta visiones extrañas muy caóticas) y cierta relación entre Emma y Scott bastante... interesante.
Dicha relación se verá más clara en el número siguiente, un número de relax para asentar ciertos subargumentos y profundizar en personajes como Pico y Ángel, que veremos que no serán nada desaprovechados. También veremos lo magníficamente retratados que están los personajes, un Scott confuso sobre Jean que ha dejado de ser el típico boy scout, la Bestia y la mentira sobre su condición sexual y Emma... Bueno, la Emma Frost de este guionista la considero la mejor, sus diálogos son impecables y su caracterización excelente. El número es bastante bueno, por cierto, uno de los mejores de la etapa por el análisis de los personajes, que da la impresión de que evolucionan y cambian a partir de sucesos pasados.
El siguiente número es muy importante, pues en él vemos lo que se supone que es la despedida mejor escrita de Magneto. Y es que en la destruída y demolida Genosha veremos sucesos muy extraños, fantasmas de los muertos de la masacre, ondeando por todas partes por culpa de las ondas magnéticas que una desquiciada Lorna controla sin ser consciente de ello. La verdad es que es una pequeña ida de olla del guionista, porque aun estoy esperando a saber qué diablos son las ondas magnéticas exactamente.
Por otro lado, una pequeña parte de Cuerpos-X compuesta por Mercurio, Tormenta, Neal, Sabra y... ¿Unus? se encargarán del caso junto a Jean y Xavier. Hay que decir que Unus se suponía muerto, así que un estirón de orejas para el escocés por el despiste. Veremos también que Sapo ha liderado un pequeño grupo para honrar al "difunto" Magneto. Con la ayuda de Lorna, convertirán al inanimado centinela (el que arrasó Genosha) en un monumento gigante hacia el amo del magnetismo. Si queréis mi opinión, este habría sido un buen número de despedida para el popular villano y no sé si verdaderamente lo tenía pensado de este modo el guionista. No sé, no sé.
Finalmente, en Polvo, el último número de la transición, es el nombre de una mutante que pasará a la clase especial de Xavier. Este personaje será rescatado por Fantomex, que se presentará ante un sorprendido Lobezno para futuros argumentos donde estos personajes colaborarán juntos. Poco más a destacar, salvo que Lilandra no ha olvidado lo ocurrido con Cassandra y está traumática, asustada porque pueda volver a pasar lo del Mummudrai y advertirá a Xavier de que, efectivamente, el Fénix está renaciendo en Jean, mejor que tenga cuidado. También comprobaremos cómo la pelirroja está mejorando cada número que pasa y parece más receptiva por todo, una muestra de que por ahora lo controla y conoce todo su potencial.
Sobre los dibujantes, destacar a Phil Jiménez, que nos da una pequeña muestra de lo que nos ofrecerá más adelante en la saga que significará el canto de cisne de la etapa y también merece mención el dibujante John Paul Leon, que se encarga de dos números con la suficiente brillantez.
Sobre este dibujante, comentar que realiza un buen trabajo en el número de Xorn, donde la narrativa es majestuosa y la ambientación todo lo deprimente que debe ser, el tono oscuro del dibujo viene perfecto para una historia bastante trágica. En el número 90, el nivel será menor pero seguirá siendo notable, con un trazo ágil y abierto que no sé si será también por culpa del entintador tan personal que le tocó, Bill Sienkiewicz.
En la saga de Arma Doce tendremos a un viejo conocido, Igor Kordey, que por suerte no llega a los niveles desastrosos de aquellos números de Imperial, al menos realiza un buen trabajo narrativo donde tratará bastante bien las escenas de terror de los túneles. Aunque la mejor escena será aquella donde Jean maneja los cubiertos telepáticamente, que es soberbia. Lo peor es, sin duda, los rostros, son verdaderamente horrorosos y deformes, así como el poco atractivo de los personajes, que puede hacerse un poco agobiante entre tanto "monstruillo" suelto.
Van Sciver se encarga del número 92, con la brillantez de siempre, con tanto detalle que sorprende esa labor tan minuciosa que ofrece. Mención especial merece su Jean Grey, que es verdaderamente hermosa. Qué pena que no hiciera más números.
Seguiremos con el siguiente artículo, la segunda parte de la etapa y el final. Os espero.
Estos son los números 86 a 92. Entre éstos solo encontraremos una saga, es de tres números y se llama Arma Doce. Pero antes, nos encontraremos con un pequeño número bastante contradictorio de Xorn. Es contradictorio porque... bueno, no sé cómo explicarlo sin spoilers, pero digamos que el mutante miente como un bellaco (después de todo, lo que hace es escribir un libro) o el guionista simplemente no tenía decidido que él fuera quien resulta ser más adelante hasta la saga de la Revuelta. El caso es que ayuda a que el personaje nos resulte bastante simpático y es un número muy, pero que muy bueno, que nos presenta un barrio mutante de New York y una terrible historia de incomprensión hacia lo desconocido, que solo conduce a resultados bastante funestos y tristes. Preciosa sobre todo porque Xorn la cuenta a su manera y resulta enriquecedor.
En la saga de Arma Doce, veremos como el escocés recoge el concepto de Cuerpos-X ideado por Joe Casey en su cortísima etapa en Patrulla-X. Resulta agradable ver a personajes olvidados como Syrin, Ríctor, Monet, Bala de Cañón, Madrox y Estrella Oscura.
Pero lo importante en esta saga son los cimientos de una nueva vuelta de tuerca bastante cogida por los pelos sobre el proyecto Arma-X, donde vemos que la X significa 10, como número romano que se supone que es y ese es Lobezno. Aunque sea una buena idea bastante interesante a explotar, contradice muchos argumentos pasados y resulta poco creíble que siempre haya sido así, no me extraña que, hasta ahora, esto lo hayan obviado.
También se nos presenta a Fantomex, un personaje europeo made in Morrison, tan misterioso que por no saber nada de él, hasta desconocemos qué poderes debe tener, pues llega hasta a confundir a dos de los mejores telépatas del mundo. Fuertemente ligado al proyecto Arma Plus, será el nexo que conducirá a los hombres-X tanto en esta saga como en la que vendrá próximamente a desmantelar dicho proyecto.
Es una buena saga, repleta de caos y confusión, donde los túneles de París y Fantomex tomarán el absoluto protagonismo. Hay dos cosas a destacar, la primera es el lento despertar del Fénix (donde veremos hasta visiones extrañas muy caóticas) y cierta relación entre Emma y Scott bastante... interesante.
Dicha relación se verá más clara en el número siguiente, un número de relax para asentar ciertos subargumentos y profundizar en personajes como Pico y Ángel, que veremos que no serán nada desaprovechados. También veremos lo magníficamente retratados que están los personajes, un Scott confuso sobre Jean que ha dejado de ser el típico boy scout, la Bestia y la mentira sobre su condición sexual y Emma... Bueno, la Emma Frost de este guionista la considero la mejor, sus diálogos son impecables y su caracterización excelente. El número es bastante bueno, por cierto, uno de los mejores de la etapa por el análisis de los personajes, que da la impresión de que evolucionan y cambian a partir de sucesos pasados.
El siguiente número es muy importante, pues en él vemos lo que se supone que es la despedida mejor escrita de Magneto. Y es que en la destruída y demolida Genosha veremos sucesos muy extraños, fantasmas de los muertos de la masacre, ondeando por todas partes por culpa de las ondas magnéticas que una desquiciada Lorna controla sin ser consciente de ello. La verdad es que es una pequeña ida de olla del guionista, porque aun estoy esperando a saber qué diablos son las ondas magnéticas exactamente.
Por otro lado, una pequeña parte de Cuerpos-X compuesta por Mercurio, Tormenta, Neal, Sabra y... ¿Unus? se encargarán del caso junto a Jean y Xavier. Hay que decir que Unus se suponía muerto, así que un estirón de orejas para el escocés por el despiste. Veremos también que Sapo ha liderado un pequeño grupo para honrar al "difunto" Magneto. Con la ayuda de Lorna, convertirán al inanimado centinela (el que arrasó Genosha) en un monumento gigante hacia el amo del magnetismo. Si queréis mi opinión, este habría sido un buen número de despedida para el popular villano y no sé si verdaderamente lo tenía pensado de este modo el guionista. No sé, no sé.
Finalmente, en Polvo, el último número de la transición, es el nombre de una mutante que pasará a la clase especial de Xavier. Este personaje será rescatado por Fantomex, que se presentará ante un sorprendido Lobezno para futuros argumentos donde estos personajes colaborarán juntos. Poco más a destacar, salvo que Lilandra no ha olvidado lo ocurrido con Cassandra y está traumática, asustada porque pueda volver a pasar lo del Mummudrai y advertirá a Xavier de que, efectivamente, el Fénix está renaciendo en Jean, mejor que tenga cuidado. También comprobaremos cómo la pelirroja está mejorando cada número que pasa y parece más receptiva por todo, una muestra de que por ahora lo controla y conoce todo su potencial.
Sobre los dibujantes, destacar a Phil Jiménez, que nos da una pequeña muestra de lo que nos ofrecerá más adelante en la saga que significará el canto de cisne de la etapa y también merece mención el dibujante John Paul Leon, que se encarga de dos números con la suficiente brillantez.
Sobre este dibujante, comentar que realiza un buen trabajo en el número de Xorn, donde la narrativa es majestuosa y la ambientación todo lo deprimente que debe ser, el tono oscuro del dibujo viene perfecto para una historia bastante trágica. En el número 90, el nivel será menor pero seguirá siendo notable, con un trazo ágil y abierto que no sé si será también por culpa del entintador tan personal que le tocó, Bill Sienkiewicz.
En la saga de Arma Doce tendremos a un viejo conocido, Igor Kordey, que por suerte no llega a los niveles desastrosos de aquellos números de Imperial, al menos realiza un buen trabajo narrativo donde tratará bastante bien las escenas de terror de los túneles. Aunque la mejor escena será aquella donde Jean maneja los cubiertos telepáticamente, que es soberbia. Lo peor es, sin duda, los rostros, son verdaderamente horrorosos y deformes, así como el poco atractivo de los personajes, que puede hacerse un poco agobiante entre tanto "monstruillo" suelto.
Van Sciver se encarga del número 92, con la brillantez de siempre, con tanto detalle que sorprende esa labor tan minuciosa que ofrece. Mención especial merece su Jean Grey, que es verdaderamente hermosa. Qué pena que no hiciera más números.
Seguiremos con el siguiente artículo, la segunda parte de la etapa y el final. Os espero.
2 comentarios:
Lanzate con los espoilers Aton! que opinar mordiendose la lengua queda mu feo.
Respecto a lo de las ondas magnéticas creo que es algo así como las imagenes que se emiten en la tele pero en plan holográfico. Bien podía haberse inspirado Morrison en el Poltergeist de Spielberg
Está muy claro que lo de Xorn se lo sacó de la manga a última hora, ya que, por mucho que dijera que nos había engañado, una cosa es engañar y otra es contradecirse con lo que uno mismo ha escrito. Además, los poderes de Magneto ni de coña hacen lo que hacen los de Xorn...
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