lunes, octubre 17, 2005

Freaks, la parada de los monstruos.

Año: 1932.
País: Estados Unidos.
Duración: 64 minutos.
Director: Tod Browning.

Uno, cuando vea esta película, dependiendo de su percepción, podría asustarse al ver a unos seres deformados que podrían resultar repulsivos por sus extrañas formas. Si realmente pasa eso... Yo no lo entiendo. ¿Tan condicionados estamos por la sociedad actual, que se basa en los módelos de belleza canónicos que se remontan desde la mismísima Grecia de antes de Cristo? ¿Tanto como para que para nuestros ojos puedan resultar extraños y asquerosos los seres humanos que aperecen en esta película? Pues desgraciadamente, parece que es así, he llegado a ver como hasta algunos reían al ver a un pobre hombre con piernas deformadas que andaba de una manera extraña. No creo que hicieran lo propio si ellos fueran los susodichos, de hecho, quisiera ver cómo se sentirían en su lugar.

En todo caso, digo esto porque en la época en la que fue rodada y estrenada esta película, tuvo un fracaso en taquilla verdaderamente desastroso. Y todo porque muchos vieron esto como un recurso fácil para provocar al espectador y algunos hasta se quejaron de los actores desfigurados, alegando que son demasiado repulsivos para el espectador.
Diablos, tenéis que leer algunas de las críticas que se hicieron de esta película para quedaros con la boca abierta de incredulidad, o mejor os enseño un recorte de prensa sobre el film:

THE WASHINGTON POST (20-02-1932).
- Las mujeres piden a la policía que se censure 'Freaks'. La película ha sido considerada demasiado horripilante por el Consejero de Rhode Island en Pro de Mejores Películas, una asociación de mujeres, y éstas han hecho llegar su protesta al capitán George W. Cowan, censor de la policía, en un intento de censurar el film. Sin embargo, en opinión del capitán Cowan, que aseguró haber visto la película tres veces, no hay nada reprobable en 'Freaks'.


¿No es increíble hasta donde puede llegar la ignorancia? En fin... quizá deberían quitar el David de Miguel Ángel y la mitad de las obras de arte actuales, que los desnudos pueden resultar ofensivos, ¿no?
Menos mal que, en cierta medida, esta época es mucho más abierta en este sentido, aunque... dudo que en la actualidad pueda hacerse algo de estas características sin caer en el morbo fácil, dudo que se pudiera ofrecer esa visión tierna de los llamados "monstruos" del mismo modo que se nos es ofrecida aquí.

Dicho esto, en cuanto al argumento de la película, es sencillo. Va de un enano de circo llamado Hans, que se enamora perdidamente de la mujer más bella del lugar, Cleopatra. Sin embargo, ésta lo único que hace es reírse de él y le corresponderá solo para seguirle el juego, sin tener en cuenta sus sentimientos y aprovechándose de su gran fortuna, que es demasiada como para dejarla pasar, hasta el punto en que decide casarse con él para matarle y heredar su fortuna. Al final, podremos comprobar como los llamados "monstruos" se cuidan entre ellos y que si te metes con uno, lo haces con todos.

Bien, como podéis ver, casi es una película con crítica, podemos ver que los deformes (por llamarlos de algún modo) son motivo de burla para aquellos habitantes del circo que son más "normales" y al final ellos han de moverse para no permitir estos actos. Si bien, al final hacen honor al nombre que les ponen por actuar de una manera un tanto terrorífica e inquietante, llegando a tomarse la justicia por su propia mano, lo cierto es que esta es la consecuencia de que la sociedad les haya marginado hasta el punto en que se ven obligados a convertirse verdaderamente en unos monstruos para poder defenderse entre ellos.
Solo por este argumento, esta película fue considerada, en su momento, de terror. ¿No es increíble?
El caso es que esconde mucho más, en ella podemos ver cómo son los normales aquellos que causan dolor y sufrimiento, dañando moralmente a los deformes. Podemos ver que el verdadero monstruo se encuentra en esos actos, en la incomprensión y la falta de respeto hacia un ser humano solo por ser diferente y haber nacido ¿accidentalmente? de esa manera. Nosotros no elegimos cómo ser físicamente, pero sí psicológicamente, es algo que todos deberíamos aprender para respetarnos entre sí.
Por desgracia, es una utopía, está más que probado que el comportamiento de la gente varía respecto a la imagen que muestra el otro, es algo evidente y no reconocerlo sería engañarse a sí mismo. La imagen nos importa, y es debido al mundo que nos rodea y el modo en que hemos sido educados.

Sobre los personajes, debo decir que las "rarezas" son lo mejor de la película. La pareja de enanos es encantadora y el bello trato que hay entre ellos es ejemplar. Las siamesas prometen escenas de humor verdaderamente descacharrantes, donde una de ellas se casa con un tartamudo y la otra con otro chico, desarrollando escenas muy divertidas. Una mujer barbuda casada con un hombre pequeño que parece viejo, unos "niños" que cuida una amable comadrona, un hombre sin piernas, un hemafrodita mitad hombre mitad mujer, el impresionante hombre-salchicha, etc. Todos ellos reales, no hay trucos ni artificio, todos ellos existieron.

El único defecto que soy capaz de sacarle al film es el extraño final, lo cierto es que ver lo que hacen los "monstruos" del circo a Cleopatra por venganza es un tanto... exagerado, abrupto y extraño. Muy, pero que muy forzado, un giro argumental muy inapropiado para el mensaje que supuestamente debería transmitir esta película y que no pega con el resto del metraje para nada, que nos mostraba la humanidad de los "Freaks" durante todo momento.
Por lo que he podido averiguar, parece ser que se trata de un final cambiado por culpa de la censura, que por lo visto tuvo algo que ver. Es más, dentro de esta película hay una historia de amor un tanto metida con calzador entre dos personas normales, ¿por exigencias de producción? No estoy seguro de estos datos.

Aún así, se trata de una película de visionado obligatorio, sin duda una de las mejores que he podido ver. Hace pensar y las conclusiones a las que llegas no son nada agradables. Muy recomendable.