Año: 1979.
País: Reino Unido.
Duración: 94 minutos.
Director: Terry Jones.
Soy de aquellos que cuando van al cine tratan de evitar, sobre todo, las comedias de cualquier tipo. Y no es por nada, pero es que siempre que he entrado a ver una dificilmente me ha hecho reir, desde las espantosas comedias adolescentes americanas (AGH) hasta ese humor español zafio (ojo, no todo el humor español lo es, ni mucho menos) que escapa de mi comprensión. No descarto la idea de que quizás sea yo el problema, quizá yo tenga muy poco sentido del humor. Sigh, ¿qué le voy a hacer?
Pero... la verdad, es eso, ¿o es que ahora no se hacen comedias como antes? Lo digo porque veo algo como "Un Par de Solteros", "El Jovencito Frankenstein", "Mafia: Estafa como puedas" o "Una noche en la Ópera" y es que me descojono (sobre todo con la primera de esta lista, me parece genial). Eso sí, sin duda, la película que mejores ratos me han hecho pasar, la comedia que más me ha hecho reir ha sido sin duda "La Vida de Brian".
¿Cuál era la historia que quedaba por parodiar? Sencillamente, la Biblia, posiblemente aquella de la que es muy difícil burlarse sin caer en la herejía o en la provocación fácil, un tema bastante delicado de tratar y poco agradable para aquellos que sean creyentes. Pero, joder, la verdad es que no puedo concebir una visión del Nuevo Testamento mejor de ésta, una crítica tan inteligente, cínica y voraz que encima nos brinda con ese humor tan soberbio, tan impredecible y sorprendente. ¡¡No puedo parar de alabarla!!
Desde el primer momento, las risas están garantizadas, todos los elementos de la vida de Jesús de Nazaret están ahí, solo que de un modo que nadie espera.
Estamos hablando de alguien que nació al mismo tiempo que el hijo de Dios, en Jerusalén, solo que bajo el nombre de Brian. Paralelamente a sus acciones, sus milagros y enseñanzas, el protagonista se verá envuelto en una trama de enredos donde una serie de malentendidos le llevarán a sufrir el mismo destino que el Mesías, y todo por la ignorancia humana más absoluta.
Lo encomiable, lo genial, es el mensaje que transmite la película, el mejor de los consejos que se puedan hacer y el resumen de todo: -No dejes que te digan lo que debes hacer o creer, simplemente sé tú mismo.
Es un mensaje que apoyo con fuerza y es presentado soberbiamente, de una forma bastante inteligente. En cierto modo, todo el humor de esta película es así, desde el tema de convertirte en Mesías porque sí y el capricho de que aparezcan milagros por todas partes para corroborarlo, hasta la desternillante verdad de lo que ofrecieron realmente los romanos durante su conquista. Inolvidable aquella escena donde se reunen los revolucionarios para hablar sobre lo que habían hecho los romanos por ellos, que eran, desgraciadamente, más cosas de las que se atreverían a admitir, flipante.
Y es que esta película invita a la reflexión, nos presenta hasta donde puede llegar el fanatismo religioso o político y lo indispensable que es el que seamos, simplemente, nosotros mismos, que creamos en lo que queramos sin que nadie nos cohiba, sin más. Esta sátira religiosa está considerada como la mejor película de los Monty Python, y no exageran, desde principio a fin hay un sin fin de situaciones surrealistas y exageradas que llevan un transfondo consigo muy interesante.
Altamente imprescindible, creo que nadie debería perdérsela.
País: Reino Unido.
Duración: 94 minutos.
Director: Terry Jones.
Soy de aquellos que cuando van al cine tratan de evitar, sobre todo, las comedias de cualquier tipo. Y no es por nada, pero es que siempre que he entrado a ver una dificilmente me ha hecho reir, desde las espantosas comedias adolescentes americanas (AGH) hasta ese humor español zafio (ojo, no todo el humor español lo es, ni mucho menos) que escapa de mi comprensión. No descarto la idea de que quizás sea yo el problema, quizá yo tenga muy poco sentido del humor. Sigh, ¿qué le voy a hacer?
Pero... la verdad, es eso, ¿o es que ahora no se hacen comedias como antes? Lo digo porque veo algo como "Un Par de Solteros", "El Jovencito Frankenstein", "Mafia: Estafa como puedas" o "Una noche en la Ópera" y es que me descojono (sobre todo con la primera de esta lista, me parece genial). Eso sí, sin duda, la película que mejores ratos me han hecho pasar, la comedia que más me ha hecho reir ha sido sin duda "La Vida de Brian".
¿Cuál era la historia que quedaba por parodiar? Sencillamente, la Biblia, posiblemente aquella de la que es muy difícil burlarse sin caer en la herejía o en la provocación fácil, un tema bastante delicado de tratar y poco agradable para aquellos que sean creyentes. Pero, joder, la verdad es que no puedo concebir una visión del Nuevo Testamento mejor de ésta, una crítica tan inteligente, cínica y voraz que encima nos brinda con ese humor tan soberbio, tan impredecible y sorprendente. ¡¡No puedo parar de alabarla!!
Desde el primer momento, las risas están garantizadas, todos los elementos de la vida de Jesús de Nazaret están ahí, solo que de un modo que nadie espera.
Estamos hablando de alguien que nació al mismo tiempo que el hijo de Dios, en Jerusalén, solo que bajo el nombre de Brian. Paralelamente a sus acciones, sus milagros y enseñanzas, el protagonista se verá envuelto en una trama de enredos donde una serie de malentendidos le llevarán a sufrir el mismo destino que el Mesías, y todo por la ignorancia humana más absoluta.
Lo encomiable, lo genial, es el mensaje que transmite la película, el mejor de los consejos que se puedan hacer y el resumen de todo: -No dejes que te digan lo que debes hacer o creer, simplemente sé tú mismo.
Es un mensaje que apoyo con fuerza y es presentado soberbiamente, de una forma bastante inteligente. En cierto modo, todo el humor de esta película es así, desde el tema de convertirte en Mesías porque sí y el capricho de que aparezcan milagros por todas partes para corroborarlo, hasta la desternillante verdad de lo que ofrecieron realmente los romanos durante su conquista. Inolvidable aquella escena donde se reunen los revolucionarios para hablar sobre lo que habían hecho los romanos por ellos, que eran, desgraciadamente, más cosas de las que se atreverían a admitir, flipante.
Y es que esta película invita a la reflexión, nos presenta hasta donde puede llegar el fanatismo religioso o político y lo indispensable que es el que seamos, simplemente, nosotros mismos, que creamos en lo que queramos sin que nadie nos cohiba, sin más. Esta sátira religiosa está considerada como la mejor película de los Monty Python, y no exageran, desde principio a fin hay un sin fin de situaciones surrealistas y exageradas que llevan un transfondo consigo muy interesante.
Altamente imprescindible, creo que nadie debería perdérsela.
3 comentarios:
vaya, qué apropiada :P
Pues no la he visto, aunque estoy harto de que me hablen de ella! jeje
La película con la que mas me he reido en mi vida.
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