La siguiente saga "El Paso del Coyote" tiene exactamente la misma temática, otra crítica social, Logan de por medio y Cassie metiendo las narices. Si en la anterior saga daba la sensación de que las cosas sucedían con mucha lentitud, ahora es todavía más palpable, aun peor, son cinco números que podrían haberse resumido en tres a la perfección, pero bueno, es un mal que asola a casi todas las series, tampoco voy a ponerme quisquilloso por ello.
La historia va del transporte ilegal de inmigrantes a los Estados Unidos, Lobezno pretende atacar a la raiz del asunto, al tipo que está detrás de esos turbios negocios, le llaman El Coyote.
Hay una sorpresa, una revelación inesperada que no es para tanto pero da que pensar, otra vez Lobezno afectado por sus asesinatos y su rabia (sí, otra vez)... En definitiva, más de lo mismo.
Por cierto, Cassie parece que solo esté para incordiar, aunque le garantiza una buena noche al canadiense, hablo del número del sueño, otro muy acertado de Rucka, donde se explora la vida del personaje y sus amores.
Y aquí llega lo peor de lo peor, la saga más vergonzosa de este año (diría que al mismo nivel de los Draco de Austen) "El Regreso de la Nativa". Hay tantas cosas malas que decir de la saga que ni siquiera sé por cual empezar...
Altera por completo la historia de Arma-X hasta destrozarla, de repente resulta que había otra tipa, la llamada Nativa, en el proyecto y está profundamente ligada a Logan, éste no recuerda para nada su pasado pero se siente afín a ella. Resulta inconcedible que existiera después de habernos contado aquella historia una y otra vez, aunque lo peor es para lo que sirve al final ese personaje, que es otro tema bastante peliagudo.
Tampoco entiendo las intenciones de Dientes de Sable y su versión, para empezar, éste no tendría ni que tener la oportunidad de acercarse a Logan, pues en la etapa de Tieri hirió de gravedad a su hija adoptiva y organizó el ataque a sus seres más queridos. ¿Cómo puede Logan permitir que se siente con él para meterlo en un jueguecito de los suyos? Rucka tiene, en esta ocasión, el síndrome del guionista olvidadizo, que ni siquiera se repasa el trabajo del anterior para documentarse un poco.
Por no hablar de lo ridículo que resulta el que implique al canadiense en el asunto, le cuesta capturar a la Nativa y resulta que lo mete a él. ¿Para qué, para complicarse la vida? No lo entiendo, no.
Y esa es otra, todo el mundo va detrás de la Nativa, al final ni siquiera queda claro quiénes, por qué y tenemos una extraña relación entre ella y Logan que da sus frutos (nunca mejor dicho) para nada, pura chorrada.
Llega Dientes de Sable, fracasa (no haberlos juntado, gilipollas), luego un ejército, consiguen secuestrarla. Lo que viene después es un rescate donde los dos se unen, hay una traición, consiguen escapar, otra pelea más, el peor desenlace nunca visto... ¡¡Un aburrimiento!!
Lo dicho, de lo peor. Si es que resulta desesperante ver tantos números donde personajes monosilábicos se dedican a gritar, gruñir y balbucear cosas sin sentido. Tantas viñetas mudas dan la impresión de soportar siete meses Nuff Said (¿recordáis aquel mes mudo?), porque para más recochineo, estamos ante una saga que dura siete números. Por dios, ¡¡pero si no daba ni para cuatro!!
Lo que resulta verdaderamente gracioso es Cassie, que nada más empezar la saga Lobezno la abandona en una cabaña, la leche.
Por suerte para Rucka, los dibujantes que le acompañaron durante esta etapa fueron unos cracks, de lo mejorcito para la ocasión. De hecho, el que se le considera dibujante regular (dibuja dos sagas y los dos números sueltos) es Darick Robertson, un buen dibujante que sabe caracterizar a la perfección al canadiense, aun habiendo gente engañada que cree que debería tener un parecido a Hugh Jackman, cuando es a la viceversa. Y es que estamos hablando de aquel bajito peludo, con muy malas pulgas y encorvado, ese es el verdadero Lobezno de toda la vida, el que muy bien retrata Robertson.
Además, en la primera saga y el número del bar (los seis primeros) realiza una labor encomiable, sabe proporcionar volumen, entiende muy bien de anatomía y es expresivo, una gozada. De no ser por él, esto no sería lo mismo.
Leandro Fernández sería aquel sustituto de emergencia para la saga que se tomó de descanso el dibujante regular, hablo de la saga del Paso del Coyote. Se trata de otro autor más que correcto que, aunque tiene una versión muy distinta de Logan, tiene una narración espléndida y un estilo propio muy interesante. Sabe contar muy bien lo que debe y en esta saga se porta, logrando un buen ambiente y mostrando bastante sensibilidad a la hora de dibujar ciertas escenas.
Luego volvería Robertson en la saga de la Nativa y en el número del sueño, donde al principio mostrará el nivel acostumbrado para luego...
De repente, en los últimos números se va notando poco a poco como el nivel va bajando estrepitosamente, hasta que parece que no dibuja él, ni siquiera parece su estilo. Ignoro si será cosa del dibujante, pero lo dudo, da la impresión de que son prisas o falta de ganas (dato comprensible, ¿quién tendría ganas de dibujar más de cuatro encontronazos de Dientes de Sable con Lobezno? Resulta repetitivo), el caso es que llega a niveles bastante patéticos.
Lo realmente deprimente es el uso del coloreado, que en paisajes desolados de montañas al fondo se emplea el Photoshop de una manera alarmante, si parece que no sepa dibujar o algo así. Para todo hay texturas, para el suelo, el paisaje, la madera de la cabaña, el acero de la base militar...
En fin, gracias a la última saga uno nunca echará de menos a Rucka, lo preocupante es el nivel de la colección, que es alarmante lo triste que resulta. Ahora veremos si el siguiente guionista, Millar,entretiene al menos, si tiene aquí el mismo nivel que muestra en MK Spiderman me conformaré. ¿Tendremos otro bluff? Quién sabe...
La historia va del transporte ilegal de inmigrantes a los Estados Unidos, Lobezno pretende atacar a la raiz del asunto, al tipo que está detrás de esos turbios negocios, le llaman El Coyote.
Hay una sorpresa, una revelación inesperada que no es para tanto pero da que pensar, otra vez Lobezno afectado por sus asesinatos y su rabia (sí, otra vez)... En definitiva, más de lo mismo.
Por cierto, Cassie parece que solo esté para incordiar, aunque le garantiza una buena noche al canadiense, hablo del número del sueño, otro muy acertado de Rucka, donde se explora la vida del personaje y sus amores.
Y aquí llega lo peor de lo peor, la saga más vergonzosa de este año (diría que al mismo nivel de los Draco de Austen) "El Regreso de la Nativa". Hay tantas cosas malas que decir de la saga que ni siquiera sé por cual empezar...
Altera por completo la historia de Arma-X hasta destrozarla, de repente resulta que había otra tipa, la llamada Nativa, en el proyecto y está profundamente ligada a Logan, éste no recuerda para nada su pasado pero se siente afín a ella. Resulta inconcedible que existiera después de habernos contado aquella historia una y otra vez, aunque lo peor es para lo que sirve al final ese personaje, que es otro tema bastante peliagudo.
Tampoco entiendo las intenciones de Dientes de Sable y su versión, para empezar, éste no tendría ni que tener la oportunidad de acercarse a Logan, pues en la etapa de Tieri hirió de gravedad a su hija adoptiva y organizó el ataque a sus seres más queridos. ¿Cómo puede Logan permitir que se siente con él para meterlo en un jueguecito de los suyos? Rucka tiene, en esta ocasión, el síndrome del guionista olvidadizo, que ni siquiera se repasa el trabajo del anterior para documentarse un poco.
Por no hablar de lo ridículo que resulta el que implique al canadiense en el asunto, le cuesta capturar a la Nativa y resulta que lo mete a él. ¿Para qué, para complicarse la vida? No lo entiendo, no.
Y esa es otra, todo el mundo va detrás de la Nativa, al final ni siquiera queda claro quiénes, por qué y tenemos una extraña relación entre ella y Logan que da sus frutos (nunca mejor dicho) para nada, pura chorrada.
Llega Dientes de Sable, fracasa (no haberlos juntado, gilipollas), luego un ejército, consiguen secuestrarla. Lo que viene después es un rescate donde los dos se unen, hay una traición, consiguen escapar, otra pelea más, el peor desenlace nunca visto... ¡¡Un aburrimiento!!
Lo dicho, de lo peor. Si es que resulta desesperante ver tantos números donde personajes monosilábicos se dedican a gritar, gruñir y balbucear cosas sin sentido. Tantas viñetas mudas dan la impresión de soportar siete meses Nuff Said (¿recordáis aquel mes mudo?), porque para más recochineo, estamos ante una saga que dura siete números. Por dios, ¡¡pero si no daba ni para cuatro!!
Lo que resulta verdaderamente gracioso es Cassie, que nada más empezar la saga Lobezno la abandona en una cabaña, la leche.
Por suerte para Rucka, los dibujantes que le acompañaron durante esta etapa fueron unos cracks, de lo mejorcito para la ocasión. De hecho, el que se le considera dibujante regular (dibuja dos sagas y los dos números sueltos) es Darick Robertson, un buen dibujante que sabe caracterizar a la perfección al canadiense, aun habiendo gente engañada que cree que debería tener un parecido a Hugh Jackman, cuando es a la viceversa. Y es que estamos hablando de aquel bajito peludo, con muy malas pulgas y encorvado, ese es el verdadero Lobezno de toda la vida, el que muy bien retrata Robertson.
Además, en la primera saga y el número del bar (los seis primeros) realiza una labor encomiable, sabe proporcionar volumen, entiende muy bien de anatomía y es expresivo, una gozada. De no ser por él, esto no sería lo mismo.
Leandro Fernández sería aquel sustituto de emergencia para la saga que se tomó de descanso el dibujante regular, hablo de la saga del Paso del Coyote. Se trata de otro autor más que correcto que, aunque tiene una versión muy distinta de Logan, tiene una narración espléndida y un estilo propio muy interesante. Sabe contar muy bien lo que debe y en esta saga se porta, logrando un buen ambiente y mostrando bastante sensibilidad a la hora de dibujar ciertas escenas.
Luego volvería Robertson en la saga de la Nativa y en el número del sueño, donde al principio mostrará el nivel acostumbrado para luego...
De repente, en los últimos números se va notando poco a poco como el nivel va bajando estrepitosamente, hasta que parece que no dibuja él, ni siquiera parece su estilo. Ignoro si será cosa del dibujante, pero lo dudo, da la impresión de que son prisas o falta de ganas (dato comprensible, ¿quién tendría ganas de dibujar más de cuatro encontronazos de Dientes de Sable con Lobezno? Resulta repetitivo), el caso es que llega a niveles bastante patéticos.
Lo realmente deprimente es el uso del coloreado, que en paisajes desolados de montañas al fondo se emplea el Photoshop de una manera alarmante, si parece que no sepa dibujar o algo así. Para todo hay texturas, para el suelo, el paisaje, la madera de la cabaña, el acero de la base militar...
En fin, gracias a la última saga uno nunca echará de menos a Rucka, lo preocupante es el nivel de la colección, que es alarmante lo triste que resulta. Ahora veremos si el siguiente guionista, Millar,entretiene al menos, si tiene aquí el mismo nivel que muestra en MK Spiderman me conformaré. ¿Tendremos otro bluff? Quién sabe...
4 comentarios:
dios, en el resto de las colecciones aveeces se podría contar en menos nºs, pero por lo menos había diálogos que lo hacían más llevadero.....porque logan solo grué aquí,,,joder, es que está innvoluvionado, ésa etapa ya la pasó hace añitos..........
tantos números y ni siquiera nos coló un diálogo tipo-bendis ni nada... sólo un montón de "Grrr" o "aaaaargghsss" y tal...
Definitivamente, lo puto peor del año! Lo peor que he leído de los mutantes en mi vida (MUCHO mejor que lo de los Draco, neng!)
no, muxo mejor los draco, vamos, es que le da unas vueltas......que al menos te entretiene, aunque potes al entretenerte
Excellent, love it! » »
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