Año: 2006.
Duración: 154 minutos.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Director: Brian Singer.
Lo cierto es que este proyecto ha tenido muchos bandazos y empezó hace bastante tiempo. Tenemos aquella versión que iba a realizar Tim Burton junto con Nicholas Cage y Kevin Smith de guionista con el productor de Wild Wild West. Pero no fue a buen puerto (por suerte) y la Warner Bros tenía la intención de hacer regresar al superhéroe que tantas buenas críticas y éxito en taquilla cosechó bajo las manos de Donner y Christopher Reeve en aquella época donde los efectos especiales sorprendieron hasta el punto en que la frase de “creerán que un hombre puede volar” cobró vida. Por fin, esa frase vuelve a tener relevancia gracias a Bryan Singer, que ha tomado los mandos con una visión muy clara de lo que quería hacer tras abandonar a los mutantes de la competencia. El director tuvo la idea de realizar la continuación de las ya nombradas películas clásicas de Donner, justo después de Superman 2, obviando por completo la tercera y la cuarta parte, haciendo como si nunca hubiesen existido. Cosa que tampoco significará una pérdida para muchos fans del superhéroe, por otra parte.
La verdad, creo que esa idea estaba llena de problemas desde un primer momento, porque es difícil continuar algo de hace tantos años, con actores mucho más jóvenes (el casting fue y es polémico, demasiado jovial para tratarse de un “cinco años después”) y bajo una perspectiva que ahora no puede funcionar tan bien como antes, con un ambiente demasiado retro como para que resulte lo suficientemente atractivo. Lo curioso es que al final se queda como un relato atemporal, no se sabe bien de qué época estamos hablando porque por mucho que parezcan los años 40-50, hay teléfonos móviles y pantallas planas de plasma, por lo que deja con un sentimiento de estupefacción muy extraño. Siendo el director que pretendía plasmarnos a los mutantes dentro del mundo real, lo cierto es que su Superman no parece de nuestra época, ni tan siquiera de nuestra Tierra. Es algo que hay que tener presente a la hora de ver la película.
La historia trata del regreso de Superman tras haber estado cinco años fuera para explorar el espacio, concretamente la zona donde Krypton explotó, porque se habían encontrado restos de dicho planeta y la tentación de ir a comprobar si quedaba algo en pie era demasiado jugosa para el hombre de acero. Sin embargo, hace esto sin despedirse siquiera de Lois y en su regreso, tras haber abandonado durante tan largo tiempo la Tierra, se encuentra con que las cosas han cambiado bastante (por ejemplo, seguro que se quedó estupefacto al ver que la tecnología había avanzando tanto en tan poco tiempo, móviles y ordenadores de pantalla plana debieron de dejarle medio zombie). Mientras tanto, Lex Luthor había sido liberado de la cárcel porque… resulta que no tenían cargos contra él (ejem… ¿no es suficiente con haber intentado hundir gran parte de la costa Este de los Estados Unidos? Vale que nuestro sistema penitenciario está en las últimas, pero esto me parece excesivo) y Superman era el único que podía testificar contra él (pero… pero… ¡¡pero si en Superman 2 escapó de la cárcel!! Ay madre…), por lo que intenta llevar a cabo un plan para poder hacerse rico con el mayor número de víctimas posibles y con la misma idea de la posesión de tierras, solo que aprovechando los recursos del planeta Krypton, saqueando la Fortaleza de la Soledad (y es que allí entra cualquiera, no es la primera vez).
Como habréis podido notar con el resumen, la suspensión de incredulidad es enorme, sobre todo cuando se trata de pensar en la increíble coincidencia de que cuando se va Clark también se va Superman y que cuando éste vuelve… Casualidades de la vida, también llega Clark al Planet, ¡y encima le readmiten tras tanto tiempo sin preguntarle siquiera!
Aparte de que su ida es demasiado apresurada, ha estado cinco años fuera y no le importó lo que pensara Lois, ni tan siquiera se despidió de ella (palabras textuales de la chica, ojo), pero lo gracioso es que ella es la única que se ofende por la actitud y la desaparición de Clark, a Perry y a Jimmy (que no crece, permanece exactamente igual, tiene el síndrome Franklin Richards) les da igual y lo obvian como si tal cosa. Es más, como bien dice Luthor, Superman es un superhéroe que no se preocupa por el destino de los villanos que atrapa tras derrotarlos, pero es que ni siquiera se preocupa por ponerle un candado a la Fortaleza de la Soledad, de la cual tenía conciencia Luthor y resulta abrumadora la manera en que el villano regresa activando lo que busca sin la más mínima complicación. Vale que el director pretendiese que el corazón de los nostálgicos diese un vuelco tras reproducir con ordenador (unos veinte segundos como mucho, no os vayáis a creer) el rostro de Marlon Brando, de nuevo como padre de Superman en los cristales, pero esto es ridículo.
No hay duda de que esos cinco años de Superman desaparecido dentro de la película son un metalenguaje que es paralelo a la realidad, el superhéroe ha estado ausente en las carteleras de cine durante un largo tiempo y ha llegado para quedarse, pero creo que argumentalmente lo han hecho fatal y sin dar la más mínima explicación de los actos del protagonista, al final todo queda realmente forzado.
Lo dicho, son muchos los detalles que hacen que el guión resulte muy absurdo, también podría detenerme en el tema de la relación entre Lois y Clark tras el retorno de este último, y es que parece que este pretende camelársela tras desaparecer durante cinco años y estar comprometida con otro hombre (Richard, interpretado por el actor de Cíclope, el cual nos deja un dejá vu muy grande en esta película), lo cual ya escama bastante. Y si nos centramos en el final, la manera en que se resuelve todo y demás… Bueno, digamos que no se estrujaron demasiado la cabeza. Detalles, detalles, detalles, Singer es muy bueno en ello técnicamente hablando, pero en cuanto a guión creo que lo hizo mucho mejor en X-men 2.
Otro grave problema de la película es que es excesivamente parecida a la clásica, hasta el punto en que parece un remake. La historia es practicamente la misma, salvando ciertos subargumentos como el hijo de Lois y la ausencia de Superman tras tantos años.
Ejemplos, repetimos escena donde el superhéroe trata de salvar una zona de los destrozos ocasionados por desastres naturales provocados por Luthor, también regresamos al momento romántico donde se lleva a Lois a volar (creo que es hasta la misma música, pero esto no me atrevería a afirmarlo), escenas donde se ve a un Clark jovencísimo que empieza a descubrir sus habilidades y poderes en Smallville, Luthor contando su plan exactamente del mismo modo, con mapa incluido, vemos al mismo villano empleando nuevamente la kriptonita para poder medirse contra el invulnerable Superman (porque parece que si no, no hay manera, Singer debería leerse Superman: Las 4 Estaciones), la chica del villano (que ahora no es Teschmacher, sino una tal Kitty) al final resulta traicionera porque parece hacerle tilín el superhéroe de acero… En fin, demasiadas similitudes y creo que a Singer se le va la mano cosa mala con la nostalgia y los “homenajes” hasta el punto de repetir trama general.
Y encima está Luthor, tan calcado de las antiguas que se echa mucho de menos al moderno, al que remodeló Byrne, ese tipo maquiavélico y manipulador que no tiene escrúpulos para Superman pero que no tiene intención de matar a nadie a no ser que sea realmente necesario, solo pretendiendo sacar provecho de cualquier cosa, con cierto toque de ambigüedad de cara al público que aquí se ha echado de menos. Lo cual es una pena, porque sus palabras al principio de la película sobre el mito de Prometeo eran bastante prometedoras, sigh.
Para colmo, su nuevo plan me parece bastante absurdo, quiere hacer, literalmente, Krypton en la Tierra empleando los cristales de la Fortaleza de la Soledad. ¿Para qué? Pues para vender luego esas tierras, porque son ricas y tienen la mayor defensa posible, nadie podría hacerle frente con ellas. O eso dice él, porque este personaje habla mucho, pero nada de lo que dice se ve reflejado y a mí me habría encantado ver cuáles son exactamente las defensas de esa isla de Kriptonita tan aparentemente inhabitable, sin recursos minerales y toda escarpada, repleta de estalagmitas afiladas por todas partes. Así pues, a primera vista no sé quién la querría y no comprendo cómo pretendía defenderse el villano en ese lugar, sin electricidad, con cuatro pistolas y poco más. También me gustaría saber quién sería el guapo que le pagaría por las tierras, porque bastaría con pegarle un tiro en medio del terreno y adiós muy buenas, el suelo es mío. Sinceramente, yo a este Luthor no lo veo nada inteligente.
En fin, me he centrado en los aspectos negativos, ahora tocan los positivos, el director: Bryan Singer.
Sí, el aclamado director de las dos primeras de X-men tiene talento, mucha mano para emocionar y maravillar, mima mucho sus películas y se vuelca en ellas, quiere hacerlo lo mejor que puede. E incluso aquí se nota a pesar del guión, porque su Superman es, físicamente, una versión muy superior a la vista en las clásicas (en mi opinión), y no porque los efectos especiales hayan mejorado (que también tiene mucho que ver, la escena del avión es la más impresionante de toda la película) sino porque logra que parezca la primera vez que vemos los poderes de este superhéroe en todo su esplendor, le da un toque de magnificencia tan meticuloso y ocurrente que maravilla. Algunos momentos como la bala en el ojo y Superman recargándose al sol son preciosos, auténtica poesía visual. Ciertamente, a este director le encanta Superman, lo ha divinizado tanto que se fijó más en él que en el propio Clark Kent, el cual está mucho menos desarrollado que de costumbre, hasta el punto en que ni siquiera vemos donde vive ni nada de nada. Tanto humanizar al personaje y al final olvida por completo al alter-ego.
También hay otras muchas escenas donde se nota la mano de Singer, como la del piano con el matón de Luthor y el hijo de Lois, auténtico suspense de categoría, muy bien rodado. Por no hablar del momento en el que la familia al completo se encuentra encerrada en una parte del barco bajo el agua. De no ser porque sabía que era una película de Superman creería que no se iban a salvar.
Otro buen detalle son las frases del padre de Superman, Jor-Ly, recordando qué hace en el mundo y cuál es su misión, para lor y gloria de los aficionados a las antiguas, que vuelven a oír las palabras de Marlon Brando bajo otro contexto, ya que el superhéroe las retoma para su hijo, convirtiéndose entonces en padre. Y es aquí cuando llegamos al mejor momento de la película, cuando Superman ofrece a su hijo dichas palabras. Y al menos el crío no se hace repelente a lo largo del filme, algo que me daba mucho miedo en una película de estas características.
Sin embargo, y volviendo a los aspectos negativos, el actor que hace el chico no da la impresión de tener cinco años, casi parece que el superhéroe abandonó realmente a un bebé y la verdad es que me sorprende, porque hasta la respuesta del director en una entrevista tras preguntarle qué fue lo que pasó exactamente antes de que el hombre de acero se fuera de la Tierra es que simplemente no la tuvo en cuenta y lo dejó en el aire. Casi nada.
Sobre los actores, Brandon Routh es Superman, da la talla y casi es mejor que el propio Reeve en algunos momentos, no me lo esperaba tras haberle visto en algunas fotografías y siendo un novato. Kate Bosworth como Lois, sin embargo, es un error, demasiado joven para ser madre y no es creíble que pueda ser la misma de las originales. Kevin Spacey hace lo que puede y calca el Luthor de Gene Hackman, para bien y para mal, a mí personalmente me ha disgustado demasiado su excesiva expresividad, sobre todo cuando cuenta todo su plan (sigh) a Lois. James Mardsen no lo hace mal y cumple su papel de humano que puede ser tan héroe como Superman, lo cual no está mal. Aunque… en algunos momentos ese aire de boy scout recordaba demasiado a Cíclope, pero menos angustiado y al menos su personaje, en esta ocasión, es el humano de buen corazón que puede rivalizar con el extraterrestre de grandes habilidades, sin ser el típico antagonista que no nos daría pena que se fuera con la chica del protagonista, de hecho es todo al contrario. Huntington es el Olsen más repelente que haya visto, tiene tal cara de bobo durante toda la película que casi dan ganas de tirarlo por la ventana o macharlo sin misericordia. Frank Langella, sin embargo, es un buen Perry White, aunque se le ve un poco “apagado” en comparación al actor de las clásicas y su versión comiquiera, que es bastante más expresivo.
Superman Returns no me parece una obra maestra a reivindicar como dicen algunos, más que nada porque está demasiado apegada a las antiguas y retoma el argumento general del villano hasta el punto de hacer que el argumento pierda todo interés, sobre todo con el forzoso deux-machina final.
Creo que está película sin la dirección de Singer no sería nada, no al menos con este guión que carece de personalidad propia, ya podría haberse basado en un cómic por lo menos. Una pena.
Duración: 154 minutos.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Director: Brian Singer.
Lo cierto es que este proyecto ha tenido muchos bandazos y empezó hace bastante tiempo. Tenemos aquella versión que iba a realizar Tim Burton junto con Nicholas Cage y Kevin Smith de guionista con el productor de Wild Wild West. Pero no fue a buen puerto (por suerte) y la Warner Bros tenía la intención de hacer regresar al superhéroe que tantas buenas críticas y éxito en taquilla cosechó bajo las manos de Donner y Christopher Reeve en aquella época donde los efectos especiales sorprendieron hasta el punto en que la frase de “creerán que un hombre puede volar” cobró vida. Por fin, esa frase vuelve a tener relevancia gracias a Bryan Singer, que ha tomado los mandos con una visión muy clara de lo que quería hacer tras abandonar a los mutantes de la competencia. El director tuvo la idea de realizar la continuación de las ya nombradas películas clásicas de Donner, justo después de Superman 2, obviando por completo la tercera y la cuarta parte, haciendo como si nunca hubiesen existido. Cosa que tampoco significará una pérdida para muchos fans del superhéroe, por otra parte.
La verdad, creo que esa idea estaba llena de problemas desde un primer momento, porque es difícil continuar algo de hace tantos años, con actores mucho más jóvenes (el casting fue y es polémico, demasiado jovial para tratarse de un “cinco años después”) y bajo una perspectiva que ahora no puede funcionar tan bien como antes, con un ambiente demasiado retro como para que resulte lo suficientemente atractivo. Lo curioso es que al final se queda como un relato atemporal, no se sabe bien de qué época estamos hablando porque por mucho que parezcan los años 40-50, hay teléfonos móviles y pantallas planas de plasma, por lo que deja con un sentimiento de estupefacción muy extraño. Siendo el director que pretendía plasmarnos a los mutantes dentro del mundo real, lo cierto es que su Superman no parece de nuestra época, ni tan siquiera de nuestra Tierra. Es algo que hay que tener presente a la hora de ver la película.
La historia trata del regreso de Superman tras haber estado cinco años fuera para explorar el espacio, concretamente la zona donde Krypton explotó, porque se habían encontrado restos de dicho planeta y la tentación de ir a comprobar si quedaba algo en pie era demasiado jugosa para el hombre de acero. Sin embargo, hace esto sin despedirse siquiera de Lois y en su regreso, tras haber abandonado durante tan largo tiempo la Tierra, se encuentra con que las cosas han cambiado bastante (por ejemplo, seguro que se quedó estupefacto al ver que la tecnología había avanzando tanto en tan poco tiempo, móviles y ordenadores de pantalla plana debieron de dejarle medio zombie). Mientras tanto, Lex Luthor había sido liberado de la cárcel porque… resulta que no tenían cargos contra él (ejem… ¿no es suficiente con haber intentado hundir gran parte de la costa Este de los Estados Unidos? Vale que nuestro sistema penitenciario está en las últimas, pero esto me parece excesivo) y Superman era el único que podía testificar contra él (pero… pero… ¡¡pero si en Superman 2 escapó de la cárcel!! Ay madre…), por lo que intenta llevar a cabo un plan para poder hacerse rico con el mayor número de víctimas posibles y con la misma idea de la posesión de tierras, solo que aprovechando los recursos del planeta Krypton, saqueando la Fortaleza de la Soledad (y es que allí entra cualquiera, no es la primera vez).
Como habréis podido notar con el resumen, la suspensión de incredulidad es enorme, sobre todo cuando se trata de pensar en la increíble coincidencia de que cuando se va Clark también se va Superman y que cuando éste vuelve… Casualidades de la vida, también llega Clark al Planet, ¡y encima le readmiten tras tanto tiempo sin preguntarle siquiera!
Aparte de que su ida es demasiado apresurada, ha estado cinco años fuera y no le importó lo que pensara Lois, ni tan siquiera se despidió de ella (palabras textuales de la chica, ojo), pero lo gracioso es que ella es la única que se ofende por la actitud y la desaparición de Clark, a Perry y a Jimmy (que no crece, permanece exactamente igual, tiene el síndrome Franklin Richards) les da igual y lo obvian como si tal cosa. Es más, como bien dice Luthor, Superman es un superhéroe que no se preocupa por el destino de los villanos que atrapa tras derrotarlos, pero es que ni siquiera se preocupa por ponerle un candado a la Fortaleza de la Soledad, de la cual tenía conciencia Luthor y resulta abrumadora la manera en que el villano regresa activando lo que busca sin la más mínima complicación. Vale que el director pretendiese que el corazón de los nostálgicos diese un vuelco tras reproducir con ordenador (unos veinte segundos como mucho, no os vayáis a creer) el rostro de Marlon Brando, de nuevo como padre de Superman en los cristales, pero esto es ridículo.
No hay duda de que esos cinco años de Superman desaparecido dentro de la película son un metalenguaje que es paralelo a la realidad, el superhéroe ha estado ausente en las carteleras de cine durante un largo tiempo y ha llegado para quedarse, pero creo que argumentalmente lo han hecho fatal y sin dar la más mínima explicación de los actos del protagonista, al final todo queda realmente forzado.
Lo dicho, son muchos los detalles que hacen que el guión resulte muy absurdo, también podría detenerme en el tema de la relación entre Lois y Clark tras el retorno de este último, y es que parece que este pretende camelársela tras desaparecer durante cinco años y estar comprometida con otro hombre (Richard, interpretado por el actor de Cíclope, el cual nos deja un dejá vu muy grande en esta película), lo cual ya escama bastante. Y si nos centramos en el final, la manera en que se resuelve todo y demás… Bueno, digamos que no se estrujaron demasiado la cabeza. Detalles, detalles, detalles, Singer es muy bueno en ello técnicamente hablando, pero en cuanto a guión creo que lo hizo mucho mejor en X-men 2.
Otro grave problema de la película es que es excesivamente parecida a la clásica, hasta el punto en que parece un remake. La historia es practicamente la misma, salvando ciertos subargumentos como el hijo de Lois y la ausencia de Superman tras tantos años.
Ejemplos, repetimos escena donde el superhéroe trata de salvar una zona de los destrozos ocasionados por desastres naturales provocados por Luthor, también regresamos al momento romántico donde se lleva a Lois a volar (creo que es hasta la misma música, pero esto no me atrevería a afirmarlo), escenas donde se ve a un Clark jovencísimo que empieza a descubrir sus habilidades y poderes en Smallville, Luthor contando su plan exactamente del mismo modo, con mapa incluido, vemos al mismo villano empleando nuevamente la kriptonita para poder medirse contra el invulnerable Superman (porque parece que si no, no hay manera, Singer debería leerse Superman: Las 4 Estaciones), la chica del villano (que ahora no es Teschmacher, sino una tal Kitty) al final resulta traicionera porque parece hacerle tilín el superhéroe de acero… En fin, demasiadas similitudes y creo que a Singer se le va la mano cosa mala con la nostalgia y los “homenajes” hasta el punto de repetir trama general.
Y encima está Luthor, tan calcado de las antiguas que se echa mucho de menos al moderno, al que remodeló Byrne, ese tipo maquiavélico y manipulador que no tiene escrúpulos para Superman pero que no tiene intención de matar a nadie a no ser que sea realmente necesario, solo pretendiendo sacar provecho de cualquier cosa, con cierto toque de ambigüedad de cara al público que aquí se ha echado de menos. Lo cual es una pena, porque sus palabras al principio de la película sobre el mito de Prometeo eran bastante prometedoras, sigh.
Para colmo, su nuevo plan me parece bastante absurdo, quiere hacer, literalmente, Krypton en la Tierra empleando los cristales de la Fortaleza de la Soledad. ¿Para qué? Pues para vender luego esas tierras, porque son ricas y tienen la mayor defensa posible, nadie podría hacerle frente con ellas. O eso dice él, porque este personaje habla mucho, pero nada de lo que dice se ve reflejado y a mí me habría encantado ver cuáles son exactamente las defensas de esa isla de Kriptonita tan aparentemente inhabitable, sin recursos minerales y toda escarpada, repleta de estalagmitas afiladas por todas partes. Así pues, a primera vista no sé quién la querría y no comprendo cómo pretendía defenderse el villano en ese lugar, sin electricidad, con cuatro pistolas y poco más. También me gustaría saber quién sería el guapo que le pagaría por las tierras, porque bastaría con pegarle un tiro en medio del terreno y adiós muy buenas, el suelo es mío. Sinceramente, yo a este Luthor no lo veo nada inteligente.
En fin, me he centrado en los aspectos negativos, ahora tocan los positivos, el director: Bryan Singer.
Sí, el aclamado director de las dos primeras de X-men tiene talento, mucha mano para emocionar y maravillar, mima mucho sus películas y se vuelca en ellas, quiere hacerlo lo mejor que puede. E incluso aquí se nota a pesar del guión, porque su Superman es, físicamente, una versión muy superior a la vista en las clásicas (en mi opinión), y no porque los efectos especiales hayan mejorado (que también tiene mucho que ver, la escena del avión es la más impresionante de toda la película) sino porque logra que parezca la primera vez que vemos los poderes de este superhéroe en todo su esplendor, le da un toque de magnificencia tan meticuloso y ocurrente que maravilla. Algunos momentos como la bala en el ojo y Superman recargándose al sol son preciosos, auténtica poesía visual. Ciertamente, a este director le encanta Superman, lo ha divinizado tanto que se fijó más en él que en el propio Clark Kent, el cual está mucho menos desarrollado que de costumbre, hasta el punto en que ni siquiera vemos donde vive ni nada de nada. Tanto humanizar al personaje y al final olvida por completo al alter-ego.
También hay otras muchas escenas donde se nota la mano de Singer, como la del piano con el matón de Luthor y el hijo de Lois, auténtico suspense de categoría, muy bien rodado. Por no hablar del momento en el que la familia al completo se encuentra encerrada en una parte del barco bajo el agua. De no ser porque sabía que era una película de Superman creería que no se iban a salvar.
Otro buen detalle son las frases del padre de Superman, Jor-Ly, recordando qué hace en el mundo y cuál es su misión, para lor y gloria de los aficionados a las antiguas, que vuelven a oír las palabras de Marlon Brando bajo otro contexto, ya que el superhéroe las retoma para su hijo, convirtiéndose entonces en padre. Y es aquí cuando llegamos al mejor momento de la película, cuando Superman ofrece a su hijo dichas palabras. Y al menos el crío no se hace repelente a lo largo del filme, algo que me daba mucho miedo en una película de estas características.
Sin embargo, y volviendo a los aspectos negativos, el actor que hace el chico no da la impresión de tener cinco años, casi parece que el superhéroe abandonó realmente a un bebé y la verdad es que me sorprende, porque hasta la respuesta del director en una entrevista tras preguntarle qué fue lo que pasó exactamente antes de que el hombre de acero se fuera de la Tierra es que simplemente no la tuvo en cuenta y lo dejó en el aire. Casi nada.
Sobre los actores, Brandon Routh es Superman, da la talla y casi es mejor que el propio Reeve en algunos momentos, no me lo esperaba tras haberle visto en algunas fotografías y siendo un novato. Kate Bosworth como Lois, sin embargo, es un error, demasiado joven para ser madre y no es creíble que pueda ser la misma de las originales. Kevin Spacey hace lo que puede y calca el Luthor de Gene Hackman, para bien y para mal, a mí personalmente me ha disgustado demasiado su excesiva expresividad, sobre todo cuando cuenta todo su plan (sigh) a Lois. James Mardsen no lo hace mal y cumple su papel de humano que puede ser tan héroe como Superman, lo cual no está mal. Aunque… en algunos momentos ese aire de boy scout recordaba demasiado a Cíclope, pero menos angustiado y al menos su personaje, en esta ocasión, es el humano de buen corazón que puede rivalizar con el extraterrestre de grandes habilidades, sin ser el típico antagonista que no nos daría pena que se fuera con la chica del protagonista, de hecho es todo al contrario. Huntington es el Olsen más repelente que haya visto, tiene tal cara de bobo durante toda la película que casi dan ganas de tirarlo por la ventana o macharlo sin misericordia. Frank Langella, sin embargo, es un buen Perry White, aunque se le ve un poco “apagado” en comparación al actor de las clásicas y su versión comiquiera, que es bastante más expresivo.
Superman Returns no me parece una obra maestra a reivindicar como dicen algunos, más que nada porque está demasiado apegada a las antiguas y retoma el argumento general del villano hasta el punto de hacer que el argumento pierda todo interés, sobre todo con el forzoso deux-machina final.
Creo que está película sin la dirección de Singer no sería nada, no al menos con este guión que carece de personalidad propia, ya podría haberse basado en un cómic por lo menos. Una pena.
2 comentarios:
Hombre, la peli no es una obra maestra no (y tampoco recuerdo que se dijera, aunque la gente la esperaba con muchas esperanzas) pero tiene aportaciones importantes y me parece una peli de "nostamal".
Eso si, es de los trabajos mas flojos de Synger junto a Verano de corrupcion, aunque el tio sigue demostrando que es uno de los mejores directores actuales, lástima que se regodee tanto.
Un saludo
Bueno, las cosas como son... yo entré mentalizado de que iba a ver una película de Superman. Sabía que iba a ser un homenaje a las de Donner, porque ¿cómo hacer una nueva película de Superman con un actor que se parece tanto a Christopher Reeve y sin basarla en las películas de Christopher Reeve? Eso se veía venir, vamos.
Coincido en que el plan de Luthor es completamente ridículo, pero en defensa de Spacey debo decir que al menos este Luthor llega en ocasiones a ser realmente intimidatorio. Qué quieres que te diga, con todas las películas en las que Superman se ha enfrentado con Luthor, creo que nunca me ha parecido un enfrentamiento tan convincente como en el breve plano del primer encuentro entre estos dos en Returns, cuando podemos ver a Superman más alto grande y fuerte que Luthor mirándole desde arriba, y sin embargo los aires de superioridad y la falta de miedo con la que Luthor le devuelve la mirada. Son pequeños detalles.
Claro, pequeños detalles como el de que Superman tenga un hijo. Tiene sus pros y sus contras, pero yo ya tenía claro que esta película no iba a ser la película definitiva de finiti(digoooo) de Superman. Esta era el intento de reabrir la franquicia, basándose principalmente en el apartado visual, en el espectáculo; y creo que eso sí lo han conseguido, la secuela ya está en marcha, y se rumorea una primera aparición de Brainiac en la saga... así que quizás, quizás, ahora que Superman ha vuelto a la gran pantalla, ahora que la gente se acuerda de que está ahí, se puedan permitir hacerlo mejor.
(y oye, al menos no es Superman 3... ni Superman 4... brrr...)
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