lunes, octubre 03, 2005

Jenkins, ¿pero qué te has fumado?

Me he hartado de escribir siempre aquello que me gusta, vamos a cambiar un poco de registro y voy a expresar mi disgusto con ciertas obras que me han decepcionado de muy mala manera o simplemente tengo que aguantar por culpa de decisiones editoriales incomprensibles, como es el caso del tomo de Spiderman.

Paul Jenkins fue un guionista que me gustó bastante en su momento, me encantó su miniserie de los Inhumanos (la relectura no fue tan grata, pero aún así está a años luz de lo que hace actualmente), El Vigía (que me sigue gustando) y sus inicios en Peter Parker Spiderman, donde dejaba a Howard Mackie en completo ridículo. Claro que... a este hombre cualquiera le deja en pañales, todo hay que decirlo.
El caso es que sus inicios en esa colección arácnida no fueron tan desastrosos, ni mucho menos. Más bien lo contrario, apuntaba muy buenas maneras y, oye, en serio, esos primeros números intimistas molan.

Su primer número arácnido fue el Peter Parker Spiderman número 20. En él podíamos ver lo que el guionista pretendía en la serie, relatar un Peter Parker reconocible, con sentimientos. Y para ello nos mostraba a éste recordando momentos en la tumba de su tio Ben. Un buen principio, sin duda.
A Jenkins le tocó lidiar con el protagonista tras la SUPUESTA (leáse ironicamente) muerte de su mujer tras un accidente de avión. Supo tratarlo bastante bien en sus números, donde mantenía conversaciones con su compañero de piso (el hijo de Robbie Robertson) y la Antorcha. Todo aliñado con toques de humor bastante acertados. Es más, los pensamientos de Peter Parker resultan bastante gratificantes, realmente te crees al personaje.

Junto a un Buckingham resultón, nos presentó al Tipógrafo, trató muy bien al Hombre de Arena, pudimos ver un número muy simpático en medio del crossover de Maximum Security, sorprendió a todos realizando el emotivo y sorprendente desenlace de una saga del Duende Verde que comenzaron Roger Stern y Ron Frenz en una miniserie, nos mostró diferentes puntos de vista que los ciudadanos tienen sobre el trepamuros, una pequeña saga de dos números donde veíamos un interesante y extraño Mendel Stromm atrapado en una red de ordenadores, tuvo la mala fortuna de hacer regresar a Mary Jane como pudo (estúpidas decisiones editoriales...), continúo con una emocionante saga de Fusión (personaje inventado por el guionista) y siguió con un emotivo número donde el tio Ben toma protagonismo en un partido de beisbol.

A partir de aquí, se le fue un poco la mano, pues no dejaba de mostrar números autoconclusivos demasiado aburridos para ser leídos mes a mes, no mostraba nada interesante. Buckingham le acompañaba y se le notaba con desgana, pues el nivel bajó peligrosamente, llegando a resultar tan aburrido como el guionista y con un estilo pasado de moda. Mientras, Straczynski lo dejaba en completo ridículo en la colección hermana, Amazing Spiderman, en plena saga de Morlun, donde sí ocurrían cosas relevantes y con suficiente chicha como para mantener el interés.
En fin, siguió con un número autoconclusivo muy extraño en el número 34 de la colección, realizó una historia donde Peter Parker no aparecía pero sí Spiderman, hizo una pequeña gracieta donde un periodista confunde la identidad secreta del superhéroe arácnido, maltrató al Buitre en un número navideño sin gracia, realizó un número mudo que mejor olvidar y acabó una saga con Fusión y el Dr. Octopus que considero un peñazo (aunque el bueno de Buckingham tiene la culpa, porque la versión que muestra de Octopus y esa ausencia de espectacularidad no hace más que estropear un guión que ya es soso de por sí).

Aquí hay una pausa, para soportar una saga de Zeb Wells muy olvidable, con Mahfood (¿de verdad le gusta a alguien este hombre?) a los lápices. Y si hasta ahora ha realizado una etapa un tanto aburrida por la mitad, ahora toca la saga más pobre (bueno, eso es discutible, que la actual es... ufff) que haya realizado hasta ahora, la saga de Una Muerte en la Familia, con el debut de Humberto Ramos a los lápices. Esta saga es un refrito descarado de la Broma Asesina de Alan Moore en Batman, la motivación del villano es similar, utiliza el método de perjudicar a un ser próximo al protagonista y el final es el mismo pero fuera de contexto, más absurdo imposible. En fin, una saga muy triste, imposible de creer por las reacciones de los personajes, que quedan fuera de lugar y encima el dibujo de Ramos es... un tanto inadecuado, aunque supone un soplo de aire fresco y una mejora notable tras la monotonía de el dibujante anterior.
Hablando de Buckingham, ahora vienen sus números finales, una saga que se me hizo eterna a pesar de contar con dos números, donde Spidey se encontraba con una diosa budista... en fin... Y el especial número 50, muy soso, muy soso.

Los últimos números de la colección Peter Parker Spiderman serían nuevamente de Zeb Wells, que no haría un trabajo mucho mejor, que digamos.
El retorno de Jenkins con el arácnido sería en el relanzamiento de la serie de Spectacular Spiderman. Y debo confesar, que al menos en las dos primeras sagas no se porta tan mal, recupera el pulso, pero sin lograr los resultados del principio. Lo cierto es que son sagas demasiado estiradas y apenas se cuenta nada número a número, aparte, los villanos están tratados de una manera extraña, Jenkins inventa cosas sobre ellos que resultan un poco raras. Como el Veneno de la primera saga, que resulta que puede procrear y mantiene vivo a Brock del cáncer al que está sometido (a mí no me disgusta esa idea, de hecho me parece interesante). Y la de Octopus, donde el doctor cambia mucho su aspecto y sus tentáculos, para mostrarnos un pasado que difiere del mostrado anteriormente. Prefiero la segunda antes que la primera, porque me resulta una trama de conspiraciones y terrorismo muy resultona.
Todo esto con el dibujo de Ramos, que actualiza el aspecto de los villanos y se encarga de ser bastante espectacular. Aquí el guionista no se porta TAN mal.

Sin embargo, en los números finales es donde empieza a flaquear de muy mala manera, con una saga del Lagarto que duerme hasta a las piedras y la actual de Desuníos, que roza lo absurdo y risible, lo hace tan mal que no necesito leer más para afirmar de que se trata de un completo desastre.

Así a todo, después de este repaso, ¿qué queda? Pues unos números muy pobres, nada destacable y un tropezón final desastroso. Los mejores números de este guionista se encuentran entre los primeros que escribió en Peter Parker Spiderman, después ya no es el mismo, no sabe qué contar. Y esto se puede comprobar más allá de las colecciones arácnidas, que son la muestra perfecta de que este guionista dejó de ser lo que era cuando comenzó. Solo hay que leer Lobezno: Origen para comprobarlo, vaya.

Una pena, de haber seguido con el nivel mostrado al principio, seguro que veríamos esta etapa con otros ojos, en lugar del fracaso creativo que ha resultado ser.

5 comentarios:

Laintxo dijo...

Pienso exactamente igual qut tú. Lo último de Jenkins me da bastante grima. De todos modos aún espero que vuelva por sus fueros algún día y nos traiga algo interesante (a la altura de su Hellblazer). ¿Quizá con proyectos más personales?¿Quzá Revelations con Humberto Ramos?

Anónimo dijo...

Pues a mi me gustó y mucho Lobezno Origen. Lo que pasa es que lo siento por la gente, no sois justos, lo que pasa es que no os gusta que nadie os cuente el Origen de Lobezno y hubiese sido el que hubiese sido lo habríais puesto a parir igual.

Ovi-One dijo...

Eso no es cierto Darío, yo adoro al personaje y me encanta Arma-X, que se supone que es el principio de todo lo referente a su estado emocional y poderes.
El que Jenkins no supiera hacer un desenlace decente con Lobezno Origen, no quiere decir que sea injusto, simplemente no me gustó. El principio, sin embargo, me parece bastante curioso.

Sobre que no somos justos... pues vaya, no estoy de acuerdo, sobre todo porque hablamos de gustos, sobre ellos no hay nada escrito.

Saludos.

IvánN Díaz dijo...

tengo la teoría de que a Jenkins le obligaron a cambiar el final de Origin: para mí que él quería que Rose y Logan acabaran liados...

Anónimo dijo...

mmm, Origin me gustó, pero la verdad es que el final no viene a cuento y no aporta nada......pero la verdad es que me encanta hasta que se va de la mansión, el resto es una tontería y no a`porta al personaje ni nada de nada,yo creo que ya no sabía qué hacer